Aunque
durante algunos momentos de su existencia, mantuvo algunas diferencias, la
madison se asemeja actualmente bastante hasta el punto que podría definirse
como una puntuación por parejas, en la que un corredor esta activo en carrera y
el otro rodando
por la parte superior de la pista a la espera de recibir el relevo. El relevo
se podrá hacer dándose la mano o al culotte.
La clasificación se determina por la suma de puntos obtenidos
en los sprints intermedios y por las vueltas ganadas. En el primer caso
se adjudican 5, 3, 2 y 1 punto a los cuatro
primeros ciclistas, salvo en el último sprint, que tiene puntuación doble,
mientras que por vuelta ganada se suma un
bonus de 20 puntos, así como se resta
dicho bonus por vuelta perdida. En caso de igualdad de puntos desempata el
resultado del sprint final.
Un corredor de cada
pareja saldrá de meta, la mitad agarrados en la balaustrada y la otra mitad,
sujetos por sus técnicos en el pasillo de sprinters. Un segundo grupo de
corredores, integrado por el otro corredor de cada equipo, se colocará en fila
india a lo largo de la balaustrada exterior opuesta. La salida se da tras una
vuelta neutralizada mediante un disparo de pistola. El segundo grupo de
corredores no podrá salir a pista hasta el paso del primer grupo por
contrameta, ya con la carrera comenzada.
La competición debe desarrollarse sobre las distancias, número de vueltas y de sprints, conforme se indica en el cuadro. En los Campeonatos del Mundo,
así como en JJ.OO y desde este año en Copas del Mundo, la distancia aproximada será de 50 kilómetros
para los hombres élite, 30 kilómetros para las féminas élite, 30 kilómetros
para los hombres júnior, y 20 kilómetros para las féminas júnior, dependiendo
de las dimensiones del velódromo.
En la última
modificación del reglamento UCI también se unifica
la distancia de los sprints: cada diez vueltas en pistas de menos de 333,33 metros y cada cinco
en las demás.

En caso de caída o
incidente mecánico de uno de los corredores, su compañero debe inmediatamente
ocupar la posición del equipo en carrera. No habrá neutralización. Si los dos
ciclistas del equipo caen simultáneamente, la pareja tendrá derecho a una
neutralización igual al número de vueltas lo más aproximado a una distancia de
1.000 metros. Cuando vuelva a la pista uno de los dos integrantes debe ocupar
la posición que tenía el equipo en el pelotón antes del accidente. No podrán
sin embargo incorporarse en el último kilómetro, y serán clasificados según los
puntos que tenían en el momento del accidente.
Como sucede en las
otras pruebas de fondo, si durante
la neutralización el grupo en el que iba dicho corredor gana o pierde vuelta,
también se le acreditará esta circunstancia.
En caso de caída que
implique a más de la mitad de los equipos (calculada sobre la base de un
corredor por equipo), la carrera será detenida y los comisarios establecerán la
duración de la interrupción. La nueva salida se dará a partir de las posiciones
en el momento de la caída. Si la pista llega a
quedarse impracticable, por cualquier razón, los comisarios tomarán las
siguientes decisiones, según se muestra en la tabla.
Como ocurre con la
puntuación, la madison también tiene color español con cuatro parejas campeonas
del mundo desde que se comenzó a disputar esta prueba en los Mundiales, en
1995. Joan Llaneras es triple ‘arco iris’, en una ocasión con Miquel Alzamora
(1997) y en dos con Isaac Gálvez (1999 y 2006), mientras que el cuarto título
lo lograron David Muntaner y Albert Torres en 2014. El menorquín, ahora con
Sebastián Mora, suma otra plata y otro bronce y dos títulos continentales. Tanto
el francés Morgan Kneisky –con tres compañeros distintos- como el británico Marc
Cavendish –dos veces con Bradley Wiggins- también suman tres títulos.
La prueba femenina se
introdujo en 2017 y como la masculina, se disputará en los Juegos Olímpicos de Tokio,
tras una ‘desaparición’ de dos olimpiadas.
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