Velódromos en España (XVIII): El único recinto extremeño, en Mérida, por el desvelo y en el recuerdo de José María Lozano


Decir ciclismo en pista en Extremadura es decir el nombre de José María Lozano, una persona muy querida en Mérida por su faceta deportiva y empresarial y que, junto a su amigo y ex presidente de la Federación, Manolo Gallego, contribuyó a que se levantara el único velódromo de la región en 2004, y que, tras su fallecimiento en 2015, lleva su nombre desde febrero de 2016, por una iniciativa de Gallego que rápidamente encontró la unanimidad social y política, algo que no es muy habitual en nuestro país.

Y es que, a comienzos de la primera década del siglo, el proyecto de velódromo en Mérida estaba muy cerca de hacerse realidad, aunque, desgraciadamente, no fue hasta el mortal atropello de unos chavales cuando se dio el paso definitivo. La concesión de los entonces llamados Campeonatos de España de Detección de Talentos, en los años 2003 y 2004, fue el espaldarazo definitivo para su homologación y puesta en marcha.

Estamos hablando de un recinto de 333,33 metros, en cemento y descubierto, que tiene una peculiaridad, como nos cuenta Gallego. “Íbamos allí muchos días a ver el estado de las obras y no nos gustaba cómo se estaba haciendo la transición de las curvas y las rectas. Un día no estaba el constructor y le dijimos a los obreros cómo podían mejorarlo y nos hicieron caso. Pues bien, es la única de las cuatro del velódromo que está bien”.

Sobre el estado de conservación, está bastante aceptable, aunque no le vendría mal un ‘repasillo’, como a otros muchos velódromos de nuestro país, aunque hace tiempo le pusieron iluminación con el fin de poder entrenar de noche. Y sobre la actividad, como nos cuenta Azucena Lozano, técnica de la Extremeña e hija de José María –“es un orgullo para la familia que le hayan puesto su nombre, porque mi padre luchó mucho por ese velódromo”-, ahora mismo está centrada en la labor de base, de la Escuela Ciclista Mérida y de la actividad de la Federación”. En este sentido, la desaparición del equipo de pista Emerita Track, hace dos años, ha supuesto un ‘corte’ en la promoción de los chavales extremeños, que no sólo compiten en España –y con buenos resultados como demostraron en los Nacionales de Tafalla- sino que también corren habitualmente en Portugal.

En cuanto a la posibilidad de acoger alguna prueba a nivel nacional –hay que remontarse a 2010 para encontrar una Copa de España-, está más complicado no sólo por los habituales problemas de financiación de estos eventos, aunque es algo que no se descarta a medio plazo.

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