Las ‘azurre’ no van a la zaga, en una cuarteta con juventud y relevo

Campeonas de Europa sub23 y recordwomen nacionales

Después de haber analizado la semana pasada el renacimiento de la histórica cuarteta italiana, una clara aspirante al podio olímpico, gracias a la total compatibilidad entre pista y carretera, nos centramos en las mujeres, que no tienen esos precedentes históricos ya que la persecución femenina no tiene tanta antigüedad, aunque las perspectivas de las ‘azurre’ son aún más halagüeñas debido al dominio que vienen ejerciendo en la categoría junior y que auguran un gran futuro a medio plazo. Tampoco olvidemos que Dino Savoldi es técnico de féminas tanto de carretera como de pista, por lo que la sincronía entre estas dos disciplinas es aún mayor.

El repaso en este caso lo iniciamos en 2014, el año en que se cambian los tríos por cuartetas, e Italia, en el Mundial de Cali, se clasifica en el puesto undécimo, y con una más que discreta marca de 4:54.105. Maria Giulia Confalonieri –aún integrante de la selección italiana, pero solo en pruebas de pelotón- Simona Frapporti –una veterana con apariciones esporádicas en la actualidad- Elena Cecchini y Marta Tagliaferro compusieron esa cuarteta que, al año siguiente, con la entrada de Tatiana Guderzo y Silvia Valsecchi, era capaz de bajar hasta 4:32.198 y apenas dos años después, clasificarse para Río, donde terminaban sextas. 

En el Mundial 2018
El paso estaba dado, aunque ninguna de ellas sea ahora mismo titular de la cuarteta femenina azurra compuesta entonces por las mencionadas Guderzo y Valsecchi -que aún tienen alguna aparición cuando 'descansa' el equipo A- junto a Beatrice Bartelloni y Francesa Pattaro, que llegaron a marcar 4:22.964 en la clasificatoria.

El salto definitivo ha comenzado a verse en el presente ciclo, con la entrada de cinco ciclistas que, a día de hoy, aún son sub23: Elisa Balsamo en 2017, cuando fueron cuartas en el Mundial; de Letizia Paternoster, un año más tarde, cuando lograron el bronce en Apeldoorn 2018, rodando ya por debajo de 4:20; y de Martina Alzini, Marta Cavalli y Vitoria Guazzini, en 2019, que bajaban dos puestos en el Mundial de Pruszkow, aunque ese mismo año se imponían en la Copa del Mundo de Hong Kong –con record nacional en 4:17.428- y ganaban tanto los Juegos Europeos de Minsk, como el Europeo sub23, con una nueva plusmarca nacional, 4:15.915, para rematar con el bronce en el Europeo absoluto hace pocas semanas.

Las juniors de oro. Foto: Federciclismo
Pero ahí no paran. En el Giro d’Onore 2019, la gala de la Federación Italiana para entendernos, celebrado la semana pasada, el protagonismo de las féminas juniors fue total. Camilla Alessio, Eleonora Gasparrini, Matilde Vitillo, Giorgia Catarzi y Sofia Collinelli eran premiadas en su condición de campeonas continentales y mundiales en persecución, revalidando unos títulos que ya habían logrado el año anterior. Por cierto, en esos equipos de 2018 estaban otras dos destacadas corredoras como Silvia Zanardi o Gloria Scarsi que aún no han debutado con la absoluta, pero tienen sobrada clase como ya demostraron.

Es cierto que, aunque Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia parecen ligeramente por encima de las transalpinas, las diferencias se van reduciendo y pueden ser ya la sorpresa en Tokio 2020, pero en París 2024 quizá sean ya la referencia universal.



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