A diferencia de sus vecinos del Norte, donde viven una Edad de Oro
gracias a la velocidad –sobre todo masculina- y a las individualidades del
fondo, a la espera de ir montando sendos equipos de persecución con garantías
para París 2024, en Bélgica se vive una
sensación de decepción tras el Mundial de Berlín.
Faltaron 283 milésimas para clasificarse. Foto: Federación Belga |
Y es que a pesar de que estarán en los Juegos Olímpicos de Tokio en
cuatro disciplinas –omnium y madison, masculino y femenino- y con cuatro
corredores, presumiblemente Jolien D’Hoore, Lotte Kopecki, Kenny De Ketele
y Robbe Ghys, se vive bastante mal el no
haber calificado las dos cuartetas, así como a Nicky Degrendele en las pruebas
de velocidad. Además, por primera vez desde 2013, Bélgica se iba de un Campeonato del Mundo sin medallas.
La cuarteta masculina ya perdió sus opciones de estar en los Juegos a
lo largo de la temporada y ni siquiera se alineó en Berlín, con
consecuencias como que Sasha Weemaes
anunciase que dejaba la experiencia de la pista, aunque unos meses atrás había
logrado la plata en el Mundial sub23 de Gante junto a Fabio Van den Bosche,
Robbe Ghys y Gerben Thijsen, en un equipo en el que Jules Hesters ganaba el oro
en la eliminación.
La femenina llegaba a Berlín con opciones de clasificarse para Tokio: le
bastaba con quedar por encima de Francia… pero faltaron 283 milésimas para
lograrlo. Un equipo que completaban, aparte de las dos clásicas, Shari Bossuyts
y Gilke Crocket, al estar aún renqueante Annelies Dom.
Degrendele, del Mundial a quedarse fuera de Tokio. Foto: BEAT |
Renovación y sangre nueva son un mismo concepto que se repite estos días en los medios belgas a pesar de que, al menos en el apartado
masculino, hay una prometedora generación, como demostró la cuarteta sub23 en
Gante, o incluso en Berlín donde Van den
Bossche, que sustituyó a última hora a Lindsay De Vylder, tuvo una prometedora
actuación el ómnium, más por mentalidad que por resultados. Quizá sea por
el hecho de que tanto De Ketele -34 años- como D’Hoore –cumplirá 30 la próxima
semana- ya han manifestado su intención de dejar correr con la selección tras
Tokio.
Distinto es el caso de la velocista
Nicky Degrendele, campeona del mundo de
keirin hace dos años, y que no logró su clasificación, lo que le ha supuesto
críticas por no haber tenido la misma intensidad de trabajo –y de
resultados- a lo largo de la temporada, teniendo en cuenta que su clasificación
depende de varios resultados, no sólo de un Mundial en el que habría necesitado
estar mucho más arriba de lo que terminó, undécima.
A sus 23 años, tiene todavía
mucha competición en sus piernas, pero en este caso se comenta que los métodos de preparación que ha tenido en Aigle, por sucuenta, deben cambiar. En este caso el problema se incrementa ya que apenas
hay velocistas –ni hombres ni mujeres- para acompañarla.
Tras Tokio será el momento de hacer
la evaluación completa, pero las madison
masculina (quinta) y femenina (cuarta) no estuvieron tan lejos del podio, ni
siquiera el ómnium femenino, octava.
No hay comentarios:
Publicar un comentario