Alemania, gracias a sus féminas, en el 'top' del medallero del Mundial

Friedrich, reina en Roubaix.
Foto: UCi Track/SWPix

Gracias a la actuación de sus féminas, Alemania ha sido la triunfadora en el medallero de los Mundiales de pista, celebrados en Roubaix (Francia) del 20 al 24 de octubre. Fundamentalmente han sido sus velocistas, que ganaron los cuatro títulos en juego, pero sus persecucionistas contribuyeron con dos títulos más, hasta sumar once medallas (seis de oro, dos de plata y tres de bronce).

A nivel individual, hay que destacar a la joven -21 años- Lea Sophie Friedrich, que no sólo ganó la velocidad por equipos, los 500 metros y el keirin, sino que quedaba segunda en velocidad. Por su parte, su compañera Emma Hinze, tras ganar las dos velocidades, no podía repetir su triplete de Berlín 2020, ya que de manera inesperada –y sin explicar- causaba baja para el keirin.

El éxito de las velocistas se completó con el de sus persecucionistas, que con el título mundial completaron su año mágico en el que se han proclamado campeonas olímpicas y continentales. Además, tres de sus integrantes –Lisa Brennauer, Franziska Brausse y Mieke Kroeger- copaban el podio en la individual, algo que no se vivía desde 2001 cuando los franceses ocuparon los tres cajones, entonces en la velocidad. Por el contrario, las pruebas de fondo siguen siendo el talón de Aquiles de las germanas, mientras que, en hombres, las únicas preseas se consiguieron en velocidad, sin que todavía emerja el indudable talento de sus jóvenes rodadores.

Se va una grande, Kirsten Wild.
Foto: UCI Track/SWPix

Países Bajos se quedaba tanto a una medalla –diez-, como a un oro –cinco, junto a tres platas y dos bronces- de Alemania, sin duda lastrados por la incomprensible ausencia de su equipo de velocidad femenina y su madison masculina. Aun así, el talento de sus velocistas les llevó a las más altas posiciones: si los tres títulos de Harrie Lavreysen le comienzan a consolidar como uno de los mejores velocistas de todos los tiempos, las cuatro preseas de Jeffrey Hoogland –oros en velocidad por equipos y kilómetro y platas en la individual y el keirin- también tienen su valor al ser algo que jamás había logrado ningún esprinter. Junto a ellos, el éxito de la pareja Kirsten Wild-Amy Pieters, que hacía historia al lograr su tercer arco iris en la madison, y que supone un excelente broche de oro a la carrera de la mítica ciclista de Almelo, homenajeada por el propio presidente de la UCI.

También con diez medallas (cuatro, tres, tres) terminaba una Italia que tuvo el bonito gesto de incluir a Liam Bertazzo en su cuarteta triunfadora para compensarle de haberle dejado fuera del equipo olímpico, y en el que Elia Viviani también tuvo un destacado protagonismo al hacer valer su experiencia para conseguir tanto el oro en la eliminación como el bronce en el ómnium. Por el contrario, Ganna no pudo doblar esta vez quedándose inesperadamente fuera de la final de persecución y sin poder tampoco afrontar el objetivo de bajar de los 4 minutos, en una prueba en la que por fin Ashton Lambie conseguía ese arco iris que le faltaba, tras haber arrebatado al italiano ese privilegio de haber roto en agosto la mítica barrera de la persecución. Una hábil Martina Fidanza en el scratch y una Letizia Paternoster que va en buen camino en su recuperación, aunque aún sin alcanzar el nivel anterior, en la eliminación, completaban los ‘arco iris’ italianos.

Foto: Twitter Morgan Kneisky

En total, catorce países subieron en algún momento al podioentre los que no estuvo España, por primera vez ausente desde 2012-, con cinco de ellos en lo más alto: Estados Unidos, con el ya mencionado triunfo de Lambie; Bélgica, con Lotte Kopecki reivindicándose en una puntuación en la que le salió la carrera perfecta; Dinamarca, donde Michael Morkov y Lasse Norman Hansen ponían lustre a una madison disputadísima… y a su propio palmarés; Gran Bretaña y Francia, estos por partida doble.

En el caso de los británicos, Ethan Hayter demostró una vez más su clase, en un ómnium en el que no sólo dio opción sino que puso esa guinda como sólo saben hacer los elegidos, mientras que la ambición de Katie Archibald se tradujo en el oro del ómnium, la plata de la puntuación y el bronce en la persecución por equipos y la madison; en el de los franceses, esta vez Benjamín Thomas se saltó el ómnium, para exhibirse en la puntuación, pero sin poder despedir a su compañero Morgan Kneisky en el podio de la madison, la prueba que conquistó en tres ocasiones y con tres compañeros distintos, entre ellos el propio Thomas. El prometedor Donavan Grondin –el sucesor de Kneisky precisamente- lograba el segundo título francés, en el scratch.

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