Italia, muy superior en Anadia... aunque Gran Bretaña consiga más medallas; España sigue basando sus éxitos en las individualidades

La impresión de este Europeo recién terminado es que Italia ha sido muy superior al resto de selecciones y el medallero lo corrobora, aunque no de forma tan abrumadora como podríamos pensar antes de ver los números: La selección azzurra se va de Anadia con 14 medallas de oro, 5 de plata y 3 de bronce, pero superada en cantidad por Gran Bretaña, con una más, aunque de menor valor (9, 8 y 6), con Alemania en tercer lugar de la tabla, con 9, 2 y 8, respectivamente.

Las dos cuartetas juniors transalpinas. Foto: FCI
Y es que la selección trasalpina, especialmente sus juniors, ha sido la gran protagonista y algunos de los grandes héroes de este Europeo llevaban la ‘maglia azzura’. Es el caso de la cuarteta juvenil que batía dos veces el récord del mundo para dejarlo en unos increíbles 3:53.980, o el de Luca Giami, que rebajaba por dos veces el individual, ahora en 3:07.596. Pero también han estado con tres medallas Davide Stella (scratch, eliminación y kilómetro), Juan David Sierra (persecución por equipos, madison y puntuación) o Matteo Bianchi (velocidad por equipos, kilómetro y keirin), con dos oros también para Mattia Predomo, Matteo Fiorin o Federica Venturelli. Sobre ellos nos centraremos mañana.

Pero también tenemos otros grandes protagonistas como el junior alemán Pete-Collin Flemming, ganador de las dos velocidades y el keirin, de su compatriota Tim Torn Teutenberg y la belga Hélène Hesters, triunfadores ambos en eliminación y ómnium, de la irlandesa Lara Gillespie, en ómnium y puntuación, y de las británicas Viorica Rand (500 metros y velocidad por equipos), Sophie Lewis y Madelaine Leech (ambas en persecución por equipos y madison).

España, de la duodécima a la décima en el medallero

Con una medalla de oro y otra de bronce, el balance de España tiene que ser mejor lógicamente que el de hace un año cuando se logró sólo un tercer lugar, aunque en la posición del medallero tampoco hay mucha diferencia: de la duodécima plaza de 2022 a la décima de 2023.  Y otro dato significativo: Francia se iba este año sin ningún título, y por lo tanto quedaba en una posición por debajo de España en el medallero, aunque los galos hayan conseguido hasta 12 metales. ¡Ojalá los buenos años de España fueran como los 'malos' de Francia!

Héctor Álvarez, con su medalla y el staff. Foto: European Championships

Tampoco hay mucha diferencia en la imagen general de la selección, ya que las medallas son una vez más fruto de las individualidades y del trabajo que traen hecho de casa. En el caso de Héctor Álvarez estamos ante un fenómeno de estos que se dan cada década, que mucho me temo poco va a durar en una pista como la Española y cuyo futuro como profesional de carretera -y posiblemente fuera de los velódromos- está más cerca de lo que parece; Eva Anguela e Izzy Escalera ya llevan mucha tralla juntas con la selección de Madrid, aunque en este caso es de justicia reconocer que no les ha venido mal correr con la selección en Fiorenzuola, pese a que las condiciones fueran radicalmente distintas a la de Anadia. Por cierto, qué coincidencia más trágica que la primera medalla de la historia de una dupla española coincida con el fracaso burocrático de no ir al Mundial ni poder clasificar para los Juegos.

Y lo de Hugo Sánchez es el fruto de años de un padre volcado por su hijo por llevarle a correr incluso en las condiciones más inhóspitas y de un José Manuel Moreno que algo habrá visto en él. Porque la velocidad en España ni está ni se la espera, aunque hay un segundo chaval, Sandro Abadía, con las mismas o más ganas de ser velocista.

De las individualidades a las cuartetas

Del trabajo con las cuartetas, ese oxímoron federativo, simplemente decir lo de siempre: hay mejora, porque a poco que se trabaje la va a haber, pero no tanto como para que algunos saquen pecho interesadamente por estos pírricos resultados, y más cuando se tiene a una excelente generación de pistards. Y por supuesto, con mejores métodos y más profesionales, se obtendrían mejores resultados. Decir algo más en repetirme, y arriesgarme a que me caiga la del pulpo, pero el que no lo quiera verlo, que siga mirando a otro lado, haciendo de palmero y echando la culpa al mensajero.
Anguela y Escalera tras su bronce. Twitter: Fed. Española

Por ello, vamos a reflejan unos simples datos comparativos con el año pasado -y muy válidos al ser el mismo escenario-, y que cada uno los interprete como quiera:

  • Octavo lugar (de ocho participantes) para la cuarteta junior femenina, con un tiempo en la clasificatoria de 4:50.394, que no se pudo confirmar en la primera ronda por la caída con las danesas, en donde se perdió un puesto. El año pasado la cuarteta hizo un mejor tiempo de 4:48.762 y se quedó a pocos segundos del corte de las cuatro mejores; este año, ha subido considerablemente la participación, lo que se traduce en bajar puesto y alejarse del corte, a 16 segundos. Hay que recordar que la mayoría de corredoras eran de primer año.
  • Séptimo lugar (de ocho participantes, por delante de a la descalificada Suiza) para el equipo junior masculino, que hizo unos tiempos de 4:12.278 y 4:13.728, frente a los 4:14.978 del año pasado, lo que supone una leve mejora para una cuarteta que venía ya conjuntada de casa, al ser tres valencianos que llevan mucho tiempo corriendo juntos.
  • Octavo lugar (de nueve participantes) para las sub23, que hicieron unos registros de 4:35.347 y 4:36.066, en una actuación paradójica: bajan en más de tres segundos los tiempos de 2022, pero se mantienen a la misma distancia de las mejores: la cuarta clasificada terminó en 4:27.793 frente a los 4:30:144 de hace un año. También es un grupo con un gran potencial.
  • Octavo lugar (de ocho participantes) para la cuarteta sub23 masculina, con 4:07.980 y 4:05.354, superando los 4:08.068 del anterior Europeo. Aquí sí se acercan al corte (3:58.905 este año, muy similar al de 2022), pero las tres mejores estuvieron en 3:54, una distancia excesiva. Lo mejor es que es un grupo en el que merecería la pena invertir más trabajo y no que suceda lo que ha pasado en este Europeo, juntarlos por primera vez en Anadia, sin haber corrido ni entrenado juntos en todo el año.

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