Mario y Héctor Álvarez: dos hermanos que quieren destacar en Anadia, como llevan varios años haciéndolo desde la Comunidad Valenciana

No ha sido infrecuente ver a dos hermanos compitiendo juntos en la selección. Ana e Irene Usabiaga fueron fijas en el fondo nacional durante la última década, y en los últimos tiempos Joan Martí y Francesc Bennassar se han consolidado en la selección absoluta.

Sin embargo, nunca han coincidido hasta tres parejas fraternales en un mismo evento, algo que sucederá en el inminente Campeonato de Europa. Por un lado, los madrileños Eva y Mario Anguela, ya los dos en la máxima categoría; por otro, las gemelas juniors Daniela y Andrea Grañana, de la Comunidad Valenciana, que se estrenarán como juniors en Anadia la próxima semana.

Celebrando su victoria en la madison en el último Nacional

Y finalmente Mario y Héctor Álvarez, alicantinos de Benidorm, que también hacen su debut, aunque en este caso aprovechando una coincidencia como juveniles que solo se produce este año, debido a la diferencia de edad entre ambos. Dos ciclistas que, por sus resultados, llevan ya varias temporadas llamando la atención y que representan ese gran trabajo que se lleva realizando en la Comunitat Valenciana en los últimos años.

¿Cómo fue iniciaros en el ciclismo?

Mario: Desde bien pequeños, vino inculcado por nuestro padre. Los genes nos lo decían y al final estamos en el deporte donde más podemos disfrutar.

Héctor: Empezamos a la vez, yo con cuatro años y Mario con cinco. Yo he probado más deportes que él, sobre todo hice baloncesto hasta infantiles. Pero con cadetes ya me tuve que decidir y opté por el ciclismo.

¿Y en la pista?

M: Fue un plan para coger confianza en el pelotón, Desde infantiles teníamos que acostumbrarnos a un pelotón de doscientos ciclistas. Y la pista te enseña a moverte, a coger confianza, por no llevar frenos. Nos iniciamos en el velódromo de San Vicente, y poco a poco empezamos a participar en competiciones autonómicas y nacionales, y a conseguir buenos resultados.

H: Nos gustó mucho la modalidad, sobre todo a mi hermano. Y nos animaron mucho nuestras primas -Marta y Sara Galván, ya retiradas-. Luego la Federación nos ha ayudado mucho hasta ahora. Además, con nuestro preparador -Jaume Barber- llevamos una planificación muy adaptada a lo que necesitamos, y con ello hemos mejorado bastante.

¿Cómo se lleva eso de estar un año juntos y otro separados?

Héctor, a la izquierda, y Mario, a la derecha, en lo más
alto del podio del Nacional en Mallorca.
M: Me sirve para ir aprendiendo de la categoría, hasta que llegue él. Yo tengo un poco menos de nivel, así que cuando coincidimos estamos más igualados. Intento aconsejarle, pero le hace poca falta porque aprende muy rápido, aunque no tiene prisa.

Pero tu primera campaña junior, Héctor, está siendo destacadísima…

H:  Estoy de acuerdo con lo que dice Mario, que no hay prisa, pero la verdad es que soy súper competitivo.

¿En que os diferenciáis y parecéis como corredores?

H: En la pista, él esprinta un poco más. En carretera, yo voy más escalador.

M: Soy esprinter, pero sobre todo gregario, el corredor que no le importa controlar, trabajar y ayudar. Y no sólo por mi hermano, sino por otros compañeros también.

¿Cómo lleváis la compatibilidad entre pista y carretera?

M: Tengo muy claro que la pista es uno de mis objetivos, y de momento lo complemento bastante bien.

H: Yo estoy un poco más indeciso, y no sé si tendré que decidirme por la carretera en poco tiempo. De momento, todo el mundo me ayuda a compaginar los dos, y en eso estoy muy contento.

¿Y con los estudios?

H: Cuesta más trabajo, pero de momento van saliendo las cosas. Estoy haciendo segundo de Bachiller científico.

M: Se puede hacer y de momento las notas salen. Y es importante tener estudios por si no hay futuro en el ciclismo. El curso que viene será más complicado. Quiero estudiar Ciencias de Datos, en la UPV, y estoy a la espera de la plaza.

Cambiando de tema, me han contado que en la vida normal sois bastante ‘peligrosos’…

M: La vida hay que tomársela con diversión. Somos jóvenes y nos gusta pasárnoslo bien.

H:  Opino lo mismo, hacemos este deporte porque vamos a pasarlo bien, conocer gente y otros sitios.

Con su compañero de equipo y paisano Toni Ramírez
¿Cómo sois cada uno y como os influís?

H: Soy más disciplinado, me gusta tener controlados todos los detalles.

M: Mi prioridad son los estudios, que es en lo que más me centro. La bicicleta es más para desconectar y disfrutar.

¿Algo que te gustaría tener de tu hermano?

H: ¿Puedo decir algo que no sea de ciclismo? No ser tan vergonzoso; Mario no tiene vergüenza y eso le abre muchas puertas

M (se ríe): Tengo vergüenza cero, es cierto, y es algo que considero positivo. Volviendo al ciclismo, destacaría de Héctor su inteligencia de ver en carrera, es muy listo, y eso le permite aprovechar mejor sus grandes cualidades.

El martes comenzáis el Europeo, ¿cómo lo afrontáis?

H: Es un paso más en la carrera que llevamos desde abajo todos estos años. Desde noviembre hasta febrero nos preparamos en pista, por lo que es simplemente centrarnos un poco más.

M: Para mí ha sido un poco más inesperado. Es una oportunidad que me ha llegado e intentaremos aprovecharla.

Y en especial me imagino que os hará especial ilusión correr juntos la madison…

H: Es algo que cuando empezamos no solo era un sueño de los dos, sino también de mis padres. En orgullo estar en un Europeo y con ello hemos cumplido ese sueño, de todos.

M: La madison es una prueba especial, en la que tienes que tener plena confianza en tu compañero. Y tener como compañero a tu hermano, a una persona con la que haces todo junto, es algo muy especial.

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