La realidad de dos Campeonatos de España paralelos, paraciclismo y ciclismo absoluto, pero que pueden converger con premisas diferentes

Con más movilidad que en anteriores Campeonatos, al no tener que estar sujeto al micro realizando labores de ‘speaker’ por motivos que todos podéis imaginar, he tenido la oportunidad de incidir en determinados aspectos relacionados con el evento, recabando algunas impresiones que me gustaría compartir con vosotros.

Muy significativo que Ricardo Ten haya sido la estrella 
más mediática en Galapagar. Foto: HRD

Hoy, por ejemplo, voy a referirme a la convivencia, por segundo año consecutivo, de las pruebas de paraciclismo -que es la denominación oficial UCI, no lo olvidemos- y las de la categoría absoluta -un término que me encanta y que he tomado prestado de Alfonso Cabello-, aunque también podríamos decir más correctamente élite-sub23. Porque, por mucho de que la Española insista en la inclusión, en que se trata de un solo Campeonato, la impresión generalizada que se vivió en Galapagar es que son dos eventos paralelos, simultáneos, que pueden compartir escenario, pero muy diferentes en muchos aspectos.  Y sobre los que queda mucho por hacer para hablar realmente de integración. O de inclusión. O simplemente de convergencia, un objetivo mucho más modesto y realista.

Como punto de partida, me quedo con lo que me decía un paraciclista en Galapagar, cuyo nombre prefiero no revelar, pero que me parece una de las mentes más preclaras de este mundillo. “Para nosotros es muy importante tener esta visibilidad, no podemos prescindir de ella”. Y no puedo sino estar de acuerdo como punto de partida. Sin embargo, también me reconocía que el formato dista mucho de ser el ideal.

De entrada, si se busca la visibilidad es necesario contribuir a ella, aunque sea una verdad de perogrullo. Es lamentable que la pista sea la única disciplina ciclista en la que no se hace un esfuerzo por retransmitir su Campeonato en directo, cuando es el más fácil de ofrecer en streaming desde el punto de vista técnico. Y no se puede cargar en el ‘debe’ del organizador una responsabilidad que debería estar en el ‘haber’ federativo, entidad a la que, por cierto, no le importa asumir otro tipo de gastos superfluos que siempre han sido competencia del organizador.

El cartel muestra claramente las prioridades  entre las dos disciplinas,
algo perfectamente comprensible sabiendo quien lo organiza

En segundo lugar, son dos Campeonatos con muy distinta filosofía. El ciclismo absoluto congrega -o debería congregar- a los mejores especialistas, aunque por razones que no vienen al caso, ni están todos los que son ni son todos los que están. Por el contrario, el de paraciclismo es un evento masivo… en el que solo una decena escasa de los participantes tienen esa filosofía de alto nivel. Y claro, ello contribuye a un programa que en algunos momentos es demasiado ‘largo’ y poco sustancial por esas diferencias de nivel, por lo que es fácil desconectar lo que perjudica al propio Campeonato… y por supuesto al paraciclismo.  Gran Bretaña, donde tanto gusta mirar cuando interesa, ha celebrado también su Campeonato estos días, y la integración es total… porque la participación del paraciclismo está restringida al muy alto nivel. ¿Que tipo de Campeonato queremos?

Y siguiendo con esa filosofía, hay que recordar que los calendarios internacionales de las dos disciplinas son, a día de hoy, muy diferentes, temporalmente hablando. El paraciclismo tiene su Mundial dentro de pocas semanas, por lo que Galapagar hubiera sido un buen test para los corredores si el velódromo hubiera tenido unas mínimas condiciones térmicas que son imposibles en estos meses del año; del ciclismo absoluto ya hemos hablado del problema que tiene competir en estas fechas al solaparse con las competiciones de carretera. Si se quiere buscar esa inclusión, obviamente tiene que ser una fecha que convenga a ambas disciplinas. Mientras que ello no ocurra, es mejor que estén separados, siempre hablando desde una perspectiva deportiva.

No se nos olvide que la verdadera razón de la convivencia de los dos eventos está en el origen, no la finalidad, que ha venido en consecuencia: en estas dos últimas ediciones ha partido desde el mundo del paraciclismo -del proyecto de DStrel en Valencia el año pasado y de la Concejalía de Inclusión de Galapagar, en este-, lo que ha permitido integrar… al Campeonato élite y sub23, que por la desidia federativa sobre la pista se ha tenido que aprovechar de esta iniciativa.

Y no quiero terminar sin otra frase que me dijeron en Galapagar: si realmente se pretende la inclusión, que comiencen por el Campeonato de España de carretera y más un año en el que en el Mundial de Zurich coincidirán ciclismo y paraciclismo.

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