Como se construye la cuarteta olímpica italiana en su camino a París

Solamente por su condición de vigentes campeones olímpicos, y por presentar casi con total seguridad la misma cuarteta que ganó el oro en Tokio, Italia debe ser tenida en cuenta como una de las grandes referencias para París 2024. Además, siempre es de agradecer lo abierta que es la selección azzurra con su trabajo, y en esta ocasión tenemos un magnífico ejemplo en la entrevista realizada hace poco más de una semana por TuttoBici al técnico Marco Villa y al director de rendimiento Dario Bragato, y de la que sacamos algunas importantes conclusiones, no sólo referidas a Italia, sino aplicables a cualquier trabajo en esta disciplina.

Por ejemplo, Bragato es consciente de que los calendarios de carretera en las próximas semanas de hombres como Ganna, Milan y Consonni supone que no puedan contar con ellos actualmente. Para ello los tuvieron concentrados a principios de año en Calpe, y volverán a trabajar juntos después del Giro, pero durante todo el tiempo han estado acudiendo regularmente a la pista.

“Tienen objetivos muy importantes en carretera donde una de las características fundamentales para no retroceder cuesta arriba, ni sufrir en exceso, es la ligereza. Es un esfuerzo predominantemente aeróbico con un componente anaeróbico. En la pista, sin embargo, se necesita fuerza, músculos que desaten poderes monstruosos durante menos de cuatro minutos para un esfuerzo láctico puramente anaeróbico”, indica el especialista en rendimiento. “Villa siempre ha trabajado duro para que los chicos comprendan la importancia de integrar trabajos. Fuera de las competiciones, quizás incluso en períodos en los que el rendimiento deportivo no es tan fundamental, acudir a la pista de forma continua -una o dos veces al mes- es útil porque se realiza un trabajo de calidad. Me refiero por ejemplo a las salidas o ejercicios de alta frecuencia. Si ese bloque de entrenamiento específico se hace sólo antes de una prueba en pista, dista demasiado en cuanto al tipo de trabajo de lo que se hace en una carrera en ruta, por lo que es muy difícil que sea útil".

El seleccionador italiano añade que “el problema es que algunos deportistas entienden este razonamiento, otros no tanto. Algunos han encontrado ciertas dificultades, pero aún hoy la idea de salir a la pista con regularidad no se les ha pasado por la cabeza. El riesgo que no debemos correr es llegar un mes antes de los Juegos Olímpicos e intentar encontrar las piernas en poco tiempo. Y tal vez las piernas no lleguen. Quizás te sientes bien durante dos días, pero luego llega la crisis por esfuerzos que no estás acostumbrado a hacer. Que los chavales acudan a la pista cuando pueden, pero de forma sistemática, es funcional para mantener la aptitud para este tipo de esfuerzo que no hacen en la carretera. Lamentablemente todavía hay quien piensa que venir a Montichiari para pasar dos días en la pista es contraproducente para la actividad de un corredor de ruta".

En la reciente presentación de las Pinarello Bolide. Foto: FCI

Pasando al trabajo en la cuarteta, Bragato considera que lo más difícil de entrenar es “para nuestra cultura, la arrancada. Nosotros siempre hemos sido fuertes porque tenemos deportistas que empujan. El problema es arrancar desde parado y llegar a los sesenta kilómetros por hora en menos de una vuelta sin que ese esfuerzo te corte las piernas y afecte al resultado final. Hoy utilizamos unos desarrollos muy largos, un 63x14 y lanzarlo desde parado para llevarla a 120 pedaladas no es fácil. Lamon, que es nuestro lanzador, libera casi 1.400 vatios con una media de casi 700 vatios y lanza durante dos vueltas y cuarto".

Sobre la composición del equipo, Villa es claro: “Siempre he dicho que con cuatro Gannas no se ganarían unas Olimpíadas. Nuestro equipo ya está consolidado: Lamon, Consonni, Milan y Ganna. Lamon es el más explosivo, Consonni combina explosividad con una gran resistencia láctica porque el segundo sale como el primero, pero cuando el primero lo deja, tiene que dar una vuelta y media o dos más. Al final el segundo hace una salida de cuatro vueltas y media o cinco. Se necesita un corredor duro, y Consonni es duro. El tercero y el cuarto son los dos motores. Quizás muchas personas podrían hacer este trabajo, luego depende de qué tan rápido y durante cuánto tiempo. Si tienes un Milán que da dos vueltas y media o tres a esa velocidad, quiere decir que Ganna -que es el que más sufre desde la salida- pasa a tirar después de casi dos kilómetros con el motor caliente. Si da tres vueltas, Lamon y Consonni van a volver después de seis o siete vueltas. Tuvieron tiempo de respirar".

Con respeto a la preparación específica, Bragato señala que “a finales de mes estaremos en el túnel de viento -unos días antes de aparecer este post- para elegir los buzos y comprobar la posición. La normativa ha cambiado, por lo que se pueden gestionar posiciones más extremas. Necesitamos ajustar todo y hacer algunas comprobaciones". Y tras el Giro, concentración en altitud, para volver con los entrenamientos específicos, y curiosamente, como señala Villa, “haremos simulaciones reales en Montichiari. Incluso antes de Londres y Río, con Viviani hicimos sonar los altavoces, con el ruido del público, la cuenta atrás y crea mucha tensión; es un calentamiento de carrera".

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