Erin Boothman, una escocesa que comienza a hacer historia con sus tres récords mundiales y tiene mucho que escribir en carretera y pista

Muchos conocerán a la junior británica Erin Boothman por ser quien batió a la navarra Paula Ostiz el pasado mes de febrero en la Copa de las Naciones UCI Jaén Paraíso Interior imponiendo un potentísimo sprint. Un éxito que repetía al imponerse en la Gante–Wevelgem. Otros, por el contrato que firmaba a principios de julio con Liv Jayco AlUla hasta 2028, primero como ‘stagiare’, luego en el equipo de desarrollo y no dentro de mucho con el World Team. Unos hitos en la trayectoria de una prometedora corredora que, sin embargo, palidecen ante sus éxitos en los velódromos, donde se ha convertido en la poseedora de tres plusmarcas mundiales en otras tantas distancias, algo que no recordamos se haya producido, al menos en los últimos tiempos.

Con sus dos oros mundialistas en Luogang. Foto: Paul Brett/BeSpoke

Y es que esta escocesa de Netherlee, East Renfrewshire, a las afueras de Glasgow, que ya había avisado con sus siete victorias en la prestigiosa ‘Next Generation’ en enero, no remataba en el Europeo un medallero tan extenso como el de Ida Fialla, pero sí igualaba a la danesa en número de oros: sucesivamente, en la persecución por equipos, junto a Abigail Miller, Evie Smith, Phoebe Taylor y Arabella Blackburn, posteriormente en el kilómetro y el último día en la madison, haciendo pareja con Miller. Y además, conseguía sendos récords mundiales con la cuarteta (4:20.376) y en las cuatro vueltas (1:08.092).

No eran los primeros maillots de campeona de Boothman, ya que, en el Mundial de 2024, en Luogang, había obtenido el arco iris en la persecución por equipos -con su primera plusmarca universal- y en la madison, siendo la única ciclista que queda esta temporada de aquella generación dorada  en el equipo de British Cycling, Cat Ferguson y Carys Lloyd incluidas.

Curiosamente en Anadia no había intervenido en la persecución individual -Blackburn y Smith fueron las elegidas-, por lo que su presencia esta semana en el Campeonato Británico tenía ese aliciente especial, dada su talla de rodadora, como demostró en el Nacional británico contrarreloj. Y no desentonó, todo lo contrario: con 3:30.735 no sólo se llevaba el triunfo, sino que sumaba su tercera plusmarca mundial algo que, como decíamos, no nos consta que haya tenido ningún otro ciclista en estas tres pruebas.

Habrá que verla dentro de unas semanas en el Mundial de Apeldoorn, y a partir de este 1 de agosto cuando se inicia como ‘stagiaire’ en carretera, con ese sueño de ganar algún día la París-Roubaix, como ya ha manifestado, aunque su próximo gran objetivo son los Juegos de la Commonwealth de 2026 en su Glasgow natal -curiosamente la edición de 2014, también en Escocia, fue la chispa que desencadenó su pasión por el ciclismo a pesar de su juventud-, en su camino que debe culminar en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028.

No hay comentarios:

Publicar un comentario