El elevado coste de participar en un Campeonato del Mundo masters

Faltan diez días para el comienzo del Mundial masters que volverá a tener lugar este año en Roubaix (Francia). Ya hablaremos próximamente de la participación en este evento, que desgraciadamente este año será más exigua en lo referido a la presencia española, por ese desafortunado accidente de Frank Brunot cuando entrenaba en Son Moix.

Lo que hoy queremos señalar es el importante esfuerzo económico que realizan los participantes por acudir a este evento. No nos referimos a viajes y alojamiento, sino a los gastos que deben afrontar los participantes en el propio velódromo. Y que no es algo propio del evento de este año, sino que es común a todas las ediciones celebradas anteriormente... y suponemos que en el futuro.

De entrada, los derechos de inscripción son de 130 euros, más un suplemento de 50€ por cada carrera individual en que participe y de 30€ para cada miembro de las pruebas por equipos (velocidad y persecución).

Posteriormente, cada hora de entrenamiento diaria tiene un coste adicional de 20 euros, teniendo en cuenta además que se establecen franjas horarias según el tipo de entrenamiento (pruebas de fondo, de persecución, sprint, equipos…). También se alquilan los rodillos, algo que resulta complicado de llevar por su peso si se viaja en avión, al precio de 20 euros diarios.  

Los acompañantes que accedan a la pelousse (entrenadores, mecánicos o simples familiares) también deben pasar por caja para tener su credencial, al precio de 10€ diarios, o de 50€ por los ocho días completos de competición.

Por otro lado, uno de los aspectos más positivos -pero lógicamente también con un coste- es el de la comida, con el catering establecido por la organización, tanto a mediodía como al finalizar las competiciones, al precio de 25 euros.

Como podéis ver, euro a euro los costes se van incrementando. Por ello, muchos participantes se desplazan en autocaravana, con lo que se pueden ahorrar la estancia hotelera. Ello también lo sabe la organización, que ha habilitado un parking cerrado junto al Stab Velodrome, con tomas eléctricas, pero al previo de 140 euros por el Mundial al completo, o de 20 euros diarios.

Y el ocio adicional también tiene su precio: desde los excesivos 7 euros por simplemente dejarte pasar a las históricas duchas de la París-Roubaix, aunque lo llamen visita autoguiada, hasta los 40€ de una ruta de dos horas hasta el mítico Carrefour de l’Arbre.

Habrá quien piense que estos gastos son asumibles en una categoría como esta, donde competir no deja de ser un ‘hobby’. Pero también es cierto que los ingresos redundan exclusivamente en el organizador y no en una Federación que pueda canalizarlos hacia el ciclismo de base, algo en lo que casi todos estamos de acuerdo. La única redistribución puede ser la tasa que se paga a la UCI que asciende a 30.000 francos suizos, más un extra de 10 CHF por participante.

Eso sí, lo preocupante es que algunas de estas actuaciones ya se están llevando a cabo por los organizadores de pruebas internacionales de categorías élite y junior como forma de completar unos ingresos cada vez más limitados.

No obstante, si alguno piensa que puede ser un negocio, el Pliego de condiciones UCI para organizar este evento -obligatorio por dos años- está disponible en este enlace.

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