Repóker de estrellas en Chile (y 5): Japón, seguir en la cresta de la ola

De todo el mundo es conocida mi admiración por el modelo japonés de pista. Un trabajo que dio sus frutos más palpables el pasado año en el Mundial de Ballerup en el que tres de sus corredores, Mina Sato y Kento Yamazaki, en el keirin, y Kazushige Kuboki en el scratch, se proclamaban campeones del mundo.

Por ello, nada mejor que terminar esta serie de corredores a los que quiero prestar especial atención en el Mundial con ellos, aprovechando el magnífico trabajo -una vez más- de la web japonesa More Cadence, posiblemente uno de los mejores medios ciclistas del mundo, que los ha entrevistado en días anteriores.

De los tres, sin duda el ‘arco iris’ de Sato era el más esperado, ya que en el keirin japonés no tiene rival y tarde o temprano tenía que ratificarlo. Ahora reconoce que con ese triunfo “sentí que ya no tenía un objetivo. Era como si hubiera completado todas las etapas del juego”, aunque considera que tuvo suerte en ganarla ya que había algunas ausencias. “Por eso quiero dar lo mejor de mí la próxima vez y aprovechar al máximo mi potencial, pero cuando entreno, sigo pensando que soy débil. Ahora mismo, soy muy consciente de mis propias debilidades”. Para ello ha trabajado bastante en el gimnasio, y en aspectos como la aerodinámica y el equilibrio, y a sus 26 años confía en ser más competitiva en la velocidad y poder ganar en los Juegos Olímpicos.

Más inesperado fue el triunfo de Yamazaki, entre otros motivos porque pensaba que Kaiya Ota o Shinji Nakano estaban un peldaño por encima en esa carrera hacia el arco iris. Pero el veterano especialista, de 32 años, reconoce que ese Mundial era su última oportunidad –“no tiene sentido estar en la selección nacional si no consigo resultados”- y ahora se ve sin presión de defenderlo. Y aunque le gustaría competir en velocidad individual y por equipos, sus tiempos personales no engañan, aunque le gustaría “mejorar mis salidad y acelerar con más fluidez”.

Con Kuboki se cumple perfectamente el refrán de ‘a la tercera va la vencida’, ya que fue subcampeón en 2022 y 2023 para coronarse campeón del mundo de scratch en 2024. Con 36 años, no defenderá su ‘arco iris’ en Santiago, sino que quiere dar prioridad a los tres eventos olímpicos, con especial atención al ómnium -aparte de la madison y la persecución por equipos-. “La razón de que siga compitiendo en pista es ganar una medalla en los Juegos Olímpicos”. Y es curiosa la anécdota que reflejan: Kuboki ya corrió el ómnium en París 2024, donde fue sexto, pero en un Mundial hay que remontarse hasta 2016, cuando aún se disputaba en dos días.

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