De todo el mundo es conocida mi admiración por el modelo japonés de pista. Un trabajo que dio sus frutos más palpables el pasado año en el Mundial de Ballerup en el que tres de sus corredores, Mina Sato y Kento Yamazaki, en el keirin, y Kazushige Kuboki en el scratch, se proclamaban campeones del mundo.
Por ello, nada mejor que terminar esta serie de
corredores a los que quiero prestar especial atención en el Mundial con
ellos, aprovechando el magnífico trabajo -una vez más- de la web japonesa
More Cadence, posiblemente uno de los mejores medios ciclistas del mundo, que
los ha entrevistado en días anteriores.
Más inesperado fue el triunfo de Yamazaki, entre
otros motivos porque pensaba que Kaiya Ota o Shinji Nakano estaban un peldaño
por encima en esa carrera hacia el arco iris. Pero el veterano especialista,
de 32 años, reconoce que ese Mundial era su última oportunidad –“no tiene
sentido estar en la selección nacional si no consigo resultados”- y ahora se
ve sin presión de defenderlo. Y aunque le gustaría competir en velocidad
individual y por equipos, sus tiempos personales no engañan, aunque le gustaría
“mejorar mis salidad y acelerar con más fluidez”.
Con Kuboki se cumple perfectamente el refrán de ‘a la
tercera va la vencida’, ya que fue subcampeón en 2022 y 2023 para coronarse
campeón del mundo de scratch en 2024. Con 36 años, no defenderá su ‘arco
iris’ en Santiago, sino que quiere dar prioridad a los tres eventos olímpicos,
con especial atención al ómnium -aparte de la madison y la persecución por
equipos-. “La razón de que siga compitiendo en pista es ganar una medalla en
los Juegos Olímpicos”. Y es curiosa la anécdota que reflejan: Kuboki ya
corrió el ómnium en París 2024, donde fue sexto, pero en un Mundial hay que
remontarse hasta 2016, cuando aún se disputaba en dos días.

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