Santiago de Chile, volcada para su debut mundialista, en un evento ‘puente’ que contará con 341 pistards preinscritos de 38 selecciones

Santiago de Chile acogerá, por primera vez en su historia, unos Campeonatos del Mundo absolutos de ciclismo en pista, del miércoles 22 al domingo 26, en lo que será la quinta vez que recale en Hispanoamérica, tras los de Montevideo (Uruguay) en 1968 -solamente las pruebas amateurs, ya que las profesionales tuvieron lugar en Roma-, San Cristóbal (Venezuela), en 1977, Bogotá (Colombia), en 1995, y Cali (también Colombia), en 2014. Y lo que es más curioso, con ello comenzará una serie de Mundiales extraeuropeos, ya que hasta 2030 todos están programados fuera del Viejo Continente, con excepción del SuperMundial de 2027, en Saint-Quentin-en-Yvelines.

Desde el momento en que Santiago se postuló -con un gran sentido de la oportunidad y un gran éxito- para sustituir a San Juan, Argentina, descartado por la motosierra de Javier Milei, han trabajado mucho para que sea un gran evento. Han divulgado la imagen del Mundial y del ciclismo en pista por todo el país, prácticamente no quedan entradas, según indican los organizadores, y han mejorado sensiblemente el velódromo de Peñalolén, inaugurado en 2014 como sede en los Juegos Suramericanos y que en 2017 recibió una manga de la Copa del Mundo, en su única experiencia UCI hasta la fecha. Un recinto situado a 600 metros de altitud, lo que se dejará sentir en algunas pruebas, con una superficie de Kerto, un compuesto de láminas de abeto, con una cuerda de 250 metros y una anchura de 7,07 metros, aunque la inclinación máxima en los virajes de 40,8º, sensiblemente menor que casi todos los velódromos de este tipo, no es una ventaja precisamente para los lanzamientos.

A falta de confirmar mañana las preinscripciones, hay 341 participantes de 38 selecciones -dos menos que el pasado año-, para las 22 pruebas del programa, que estrena las nuevas distancias femeninas del kilómetro y la persecución individual (4.000 metros). Un Mundial ‘puente’ en el que encontramos a corredores que prefieren descansar, a selecciones trabajando en nuevas fórmulas pensando en los JJOO y otros que no se pierden la ocasión de seguir en lo más alto… quizá porque la cita olímpica les pueda quedar muy lejos.

Inexplicada ausencia de China

Entre las ausencias, se destaca la inexplicada de China, que no tendrá ni un solo corredor, quizá pensando en no dar pistas para el Mundial de 2026, que tendrá lugar en su país, Shanghai. Por otro lado, entre las presencias un Chile que ha aprovechado muy bien su condición de primerea reserva para poder estar en todas las pruebas, en la línea de querer aprovechar esta oportunidad única de un país en casa.

Aunque ya iremos analizando día por día la participación, en el fondo encontramos como grandes estrellas a Iúri Leitão, Elia Viviani -en su despedida oficial de la pista-, Lindsay De Vylder, Niklas Larsen o Dylan Bibic, pero no a Benjamin Thomas, Aaron Gate, Filippo Ganna o Jonathan Milan, así como a Lorena Wiebes, Katie Archibald, Amalie Didericksen o Anita-Yvonne Stenberg, aunque con ausencias tan relevantes como Jennifer Valente, Ally Wollaston o Lotte Kopecky.

En cuanto a la velocidad, apenas hay ausencias salvo la de la china Liying Yuan, flamente recordwoman de los 200 metros, y la colombiana Martha Bayona, así como Emma Hinze, a causa de su embarazo. Entre los hombres todo gira en ese duelo entre Harrie Lavreysen y Matthew Richardson, del que intentarán aprovecharse algunos secundarios de lujo como Nicholas Paul, Mikhail Yakovlev o Santiago Quintero; entre las féminas, Emma Finucane y Ellesse Andrews son las grandes favoritas, aunque Mina Sato, Lea-Sophie Friedrich, Hetty Van de Wouw, Yana Burlakova o Alina Lysenko también estarán en la pugna por las medallas.

Terminando con las pruebas por equipos, Gran Bretaña puede ser la gran referencia, siempre que el cambio en su trio femenino funcione; que el refuerzo de Richardson sea suficiente para amenazar a Países Bajos en el masculino, que la cuarteta masculina de ese paso que necesita para superar a la vigente bicampeona, Dinamarca, y que la femenina mantenga el mismo potencial. Ya iremos por partes.

Entre esos 341 participantes estarán los 16 españoles, a las órdenes de Juan Peralta, en un Mundial que debe suponer un punto de inflexión ilusionante de cara al futuro, aunque la máxima esperanza siga siendo un veterano como Albert Torres. Mañana analizaremos la participación nacional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario