Una de las presencias más destacadas en los recientes Campeonatos de Francia del Porvenir en Loudéac, Bretaña, fue la de Grégory Baugé, un hombre que no necesita presentación, merced a sus nueve títulos mundiales, a sus cuatro medallas olímpicas, y recientemente a su cargo de entrenador jefe de la selección francesa de velocidad de 2022 a 2024, una experiencia que, según admite, le dejó algo decepcionado.
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| Gregory Baugé, en su nueva función. Foto: FFC |
Para el técnico francés, existe una fachada de los
resultados al más alto nivel, pero “debemos preguntarnos qué hay debajo, qué
sucede realmente”, a la par que considera que la situación es delicada, ya
que el entrenamiento de velocidad ocupa un lugar poco destacado en el
conocimiento general de entrenadores y preparadores.
“Los verdaderos expertos en velocidad —es decir, aquellos
que combinan sus conocimientos teóricos con una sólida experiencia en competiciones—
son escasos, y en las últimas décadas muchos han emigrado para ofrecer sus
servicios en el extranjero. Pero la necesidad más urgente no es encontrar al
salvador para la élite, sino reponer las filas de velocistas desde la base”,
destaca Baugé.
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| Con Mathilde Gros como campeona del mundo: es el escaparate, pero la pregunta es qué hay debajo. Foto FFC |
Y ahí es donde comienza la labor de Baugé, que dice que "no
quiero imponer nada; la gente tiene que estar dispuesta", y ya está
empezando a salir al terreno para fomentar el interés y organizar el apoyo
necesario para crear sesiones de entrenamiento intensivo. Unas veinte
organizaciones se han inscrito y la noticia sigue difundiéndose. "En
cualquier caso, mi mensaje es de máxima apertura. Les digo a los líderes de
clubes: si conocen a algún chico o chica de un club vecino que esté interesado,
aunque practique ciclismo de montaña, ¡tráiganlo, tráiganlo, sin exigirle
nada!".
Sobre lo percibido en Loudéac, dijo que ya son ciclistas
lejos de la base, aunque no estén al más alto nivel aún. Destacó a velocistas
de calidad como como Nicolas Laugier y Matéo Mahaut, pero, sobre todo, la competencia
de sus entrenadores, Hervé Henriette en el caso del primero y Dominique
Sioul en el del segundo. Pero señaló también que ambos se encuentran fuera de
cualquier estructura federal, y que el primero de ellos entrena en Saint-Denis,
Reunión, Laugier en una pista de hormigón de 333 metros que necesita
urgentemente una renovación. “Nuestro sistema de acceso al alto rendimiento
no está completo. Mi trabajo hoy es sentar las bases, dar el primer paso:
necesitamos crear una cantera de talentos. Una escalera, pero por ahora,
faltan peldaños”.


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