Un Mundial de pista en agosto, tan absurdo como uno de ciclocross

No voy a entrar a valorar si desde el punto de vista mediático –y, por ende, del económico- es interesante concentrar casi todos los Campeonatos del Mundo de ciclismo en un único escenario, aunque sea de ámbito superior a una sola población. Pero lo que sí es cierto es que incluir en ese paquete al Mundial de pista es una auténtica aberración, dado que la filosofía de la UCI fue consolidar esta disciplina en la temporada invernal y trasladarlo al mes de agosto supone un cambio inadmisible que va contra esa lógica de ya varios lustros. Casi tan absurdo resulta como si se incluyese también el ciclocross, algo a lo que a nadie se le ha ocurrido, lógicamente. Pero la pista es un conejillo de indias que aguanta todo.

Hay que recordar que hasta 1995 los Mundiales de carretera y pista coincidían en un mismo escenario, en los meses de agosto, hasta que la UCI decidió, con muy buen criterio, separar los caminos de estas dos modalidades. Los tres años siguientes, el evento se mantuvo en esas mismas fechas, moviéndose la carretera a principios de octubre, pero 1999 supuso un cambio radical, al llevarlos a finales de octubre y ya en velódromos cubiertos, una realidad que ya no se ha vuelto a cambiar.

2001 (Amberes) y 2002 (Ballerup) supusieron un nuevo cambio de fechas al adelantarlos hasta finales de septiembre, antes de los de carretera, aunque este evento se terminaría consolidando en esas fechas de final de verano, lo que conllevaría tener que buscar un nuevo hueco en el calendario para la pista.

No sé si porque Stuttgart fue una sede de última hora debido a la imposibilidad de celebrar el Mundial de 2003 en el escenario inicialmente previsto en Shenzen (China) por la famosa epidemia de SRAS, o porque todavía no estaba claro lo que iba a suceder con la pista, el caso es que las fechas volvieron a cambiar hasta agosto, con un nuevo ‘movimiento’ en Melbourne 2004, disputado el mes de mayo.

Eso sí, desde Los Ángeles 2005 hasta Melbourne 2012 el Mundial se fijó a finales de marzo, semana arriba, semana abajo, culminando una temporada que se configuraba en torno a las Copas del Mundo en fechas invernales, y que desde 2010 también tuvo otro epicentro, en los Campeonatos de Europa, en el mes de octubre.

En 2013, el Mundial volvió a adelantarse, aunque solo un mes y desde entonces, todos los Campeonatos han tenido lugar en esas fechas de finales de febrero y principios de marzo, aunque con una importante excepción, ya que el de Hong Kong 2017 tuvo lugar, sin que se diese ninguna explicación, a mediados de abril.

Más ‘traumático’ resultó el hecho de que los Campeonatos de Europa de 2018 se adelantasen hasta agosto –precisamente para incluirlos en los Juegos Europeos de Glasgow, precedente y ‘origen’ de ese Súper Mundial cuatrienal que ahora ha concebido la UCI-, obligando a iniciar la temporada de pista al menos dos meses antes de lo que era habitual.

En todo caso no deja de ser un problema menor comparado con lo que va a hacer la UCI en 2023, al situar el Mundial como el primer evento de la campaña 2023-2024, antes de todas las citas tradicionales como Copas del Mundo o Europeos y en un año en que está en juego la clasificación para París 2024, con unos criterios que no deben ser muy distintos a los de la actualidad. Porque no quiero ni pensar que ese Mundial fuese en realidad el de la campaña 2022-23… retrasado muchos meses. Sea como fuere, una situación inadmisible y que no se puede concebir que haya salido de alguien que sepa lo que es, o debe ser, una temporada deportiva, aunque sea de una disciplina tan vilipendiada como la pista. Claro, que al paso que vamos, posiblemente no afecte mucho a los pistards españoles visto el nigérrimo futuro que los espera

2 comentarios:

  1. Una de las consecuencias que considero que va a tener ese cambio es que algunos de los corredores importantes no estarán en la pista, algo que por una parte "baja" el nivel del mundial de pista y será más accesible, pero al contrario de lo que pueda parecer eso no es algo positivo ya que el hecho de que haya estrellas de la carretera en la pista siempre trae beneficios añadidos.
    En las pruebas de velocidad no afecta y el nivel será exactamente el mismo, solo afectaría en las pruebas de fondo que ya de por sí considero que son más accesibles que las de velocidad ya que a lo largo de los años muchos buenos corredores del fondo dejan la pista y se pasan a la ruta cosa que en velocidad no ocurre, pero eso ya es otra historia, que además no es políticamente correcta mencionar...

    José Antonio Escuredo
    www.joseescuredo.com

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    1. Hoy en día la preparación está tan avanzada que ningún corredor tendrá problemas para cambiar su 'rendimiento' y estar a tope en agosto en vez de en marzo. Incluso los fondistas pueden compaginarlo: mira el caso de Viviani o Lisa Brennauer que en Glasgow corrieron pista y carretera en las mismas fechas. Lo que me fastidia es la ligereza con la que se cambia el concepto de lo que es una temporada. Por eso digo lo del ciclocross. En fin, pero en ciclismo todo vale, y en pista, más aún

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