Macario Llorente, una firma con una profunda vinculación histórica con la pista española, cesa en su actividad tras romper con Shimano

Macario Llorente, una de las grandes firmas de la distribución ciclista en España y con una profunda vinculación histórica con el ciclismo en pista, anunciaba ayer con un comunicado su cese de actividad, lo que era ya un secreto a voces desde hace varias semanas, después de que se supiera, a principios de julio, que Shimano abandonaba la distribución de sus productos por este canal, creando su propia estructura, a partir del 1 de enero de 2021.

Dado que la relación comercial con la firma japonesa -que databa de 1994- supone el 75% de su facturación, la decisión suponía un varapalo que al final ha terminado conllevando el cese en la actividad, aunque no será un proceso inmediato, sino que quieren mantener la su relación con otras firmas durante algunos meses de 2021 hasta la completa liquidación. Un triste final a una empresa que en estos meses debería estar festejando su 70 aniversario.

Tras fundar un taller con el mítico Julian Berrendero en la posguerra, que no supuso los suficientes ingresos para los dos socios, Macario Llorente se instaló en el barrio de Tetuán como fabricante de cuadros artesanales de acero, combinando esta actividad como mecánico en el Palacio de los Deportes, donde no sólo había una intensa actividad de pista, de alto nivel sino de formación, e incluso con la selección española en eventos internacionales. En este sentido se cuenta que Eddy Merckx llegó a correr con una ‘Macario’ al romper su cuadro.

Poco a poco, la empresa creció y se diversificó, comenzando la distribución de numerosas marcas, entre ellas Shimano, para terminar cesando en la fabricación de bicicletas en los años 90, aunque equipos profesionales como Kas, La Casera, Dormilón o Zahor llegarían a utilizarlos. En aquellos años también fue proveedor de la Federación Española, con los pistards españoles llevando los cuadros Macario en Mundiales y Juegos Olímpicos.

Las instalaciones de Tetuán se quedaron pequeñas y la empresa decidió trasladarse al Polígono Industrial de las Mercedes, cerca de Coslada (Madrid), su penúltima sede ya que desde hace catorce años estaba ubicada en el Polígono La Garena, en Alcalá de Henares, instalaciones que ya no conocería Macario Llorente, fallecido en 2001. En estos últimos años, fueron sus hijos los que continuaron con una actividad en la que su producto más popular estos últimos años serían los #CochesAzules, el servicio de asistencia neutra en pruebas ciclistas de carretera -pero también de BTT-.

Y como decíamos, los próximos meses no serán de celebración, sino de liquidación, en especial de las relaciones laborales con los 60 trabajadores de la firma, que serán finiquitadas con el correspondiente ERE.

Foto: Macario Llorente, como mecánico de la selección española, llevando la bicicleta a Palavecino

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