Los velocistas polacos vuelven a la actividad con una concentración en Fuerteventura tras quedarse fuera del Europeo por el coronavirus

Después de su ausencia del Europeo de Plovdiv a causa de los numerosos casos de coronavirus registrados en el seno de la selección polaca, los velocistas rojiblancos regresan a la actividad, con una concentración desde esta semana y por espacio de quince días en Furteventura, en concreto Mateusz Rudyk, Maciej Bielecki, Rafał Sarnecki, Patryk Rajkowski y Krzysztof Maksel.

Es precisamente su principal velocista, Rudyk, quien desvelaba en Sport TVP esta actividad, pero sobre todo los detalles de la infección, reconociendo que él fue uno de los infectados, aunque de forma asintomática, y que, tras la enfermedad, “hemos tenido un examen general en el Centro de Medicina Deportiva General. Análisis de sangre, electrocardiograma cardíaco, auscultación pulmonar. El corazón funciona bien y los resultados sanguíneos también son buenos. Aún hay que confirmarlo mediante pruebas de ejercicio en el Instituto del Deporte. Los médicos quieren comprobar cómo reacciona el cuerpo durante un esfuerzo extremo. Quieren asegurarse de que el coronavirus no deje rastro”.

Todo ello será tras el regreso de Canarias, donde van a hacer un trabajo de fondo, “dos horas o tres diarias de ruta, bajo el sol, a una frecuencia de 160-179 latidos, algo que nos ayude y sobre todo, saliendo el deprimente clima otoñal. Volveremos con las baterías cargadas y con ganas de trabajar”.

Incidiendo en la ausencia del Europeo, Rudyk confiesa que “en algún momento pesé que era una pena no estar allí, ya que podríamos haber tenido algún éxito. Pero la vida y la salud son más importantes”, recordando su condición de diabético. Y es que el de Oława ya había renunciado a viajar antes de que se supiera su infección. “Lo más prudente era no ir a Plovdiv. Los Juegos Olímpicos de Tokio son nuestro objetivo y habrá algunos Campeonatos de Europa más en mi carrera”.

Foto: Cambridge World Cup