Con ocasión de la concentración que está realizando la selección francesa de fondo masculina en el velódromo Albert-Bourlon de Bourges, Le Berry Républicain publicaba un reportaje sobre la selección gala, centrado en la figura de Benjamin Thomas, posiblemente el máximo favorito para el triunfo en el ómnium de los Juegos Olímpicos y la gran baza gala de medalla en Izu.
A sus 25 años, Thomas reconocía que “los
Juegos me hacen soñar. Sé lo que me espera, pero no me presiono por el
resultado. Voy allí preparándome lo mejor posible y me digo a mí mismo
que, si hago las cosas bien, puedo obtener un gran resultado”.
Por el contrario, las dudas sobre la pareja
gala de madison aún no han sido despejadas, en concreto sobre quien será el
compañero de Thomas en Tokio. En el último Mundial, en Berlín, fue el joven
-20 años- Donavan Grondin el elegido, para terminar en una prometedora
sexta posición, después de haber ganado la Copa del Mundo de Glasgow y haber sido terceros en la de Milton. "Tengo que afirmarme, que sigo con mi progresión, confirmar
que tengo la capacidad", explicaba el ciclista de Arkea-Samsic
Y es que también en Bourges, y de cara a
Tokio, esperan su oportunidad Morgan Kneisky y Kevin Vauquelin. A sus 33
años, el de Besançon jamás ha estado en unos Juegos, en los que intentaría
culminar un impresionante palmarés que contempla tres medallas de oro en
madison, con tres compañeros distintos: 2013, con Vivien Brisse, 2015, con Bryan
Coquard, y 2017, precisamente con Thomas, con el que había obtenido la plata un
año antes, así con otro subcampeonato. en 2010, con un cuarto compañero -Cristophe Riblon-.
Foto: SWPix-UCI
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