Cerrón, en Palco23: “El ciclismo de pista, lo que más estancado está”

Palco 23 es una de las pocos medios informativos nacionales -junto a 2PlayBook- que se dedican a mirar el deporte desde la perspectiva económica y de gestión. Por eso es muy recomendable informarse desde medios así… y la entrevista al presidente de la RFEC que publicaban ayer es un buen ejemplo de todo lo que no se suele encontrar en otras publicaciones.

Lo malo es que le falta la ‘segunda pregunta’, la que se debe plantear cuando la respuesta que nos han dado es insuficiente -o sorprendente- a lo que se ha planteado. Como, por ejemplo, cuando José Luis López Cerrón dice simple y llanamente que “el ciclismo de pista es lo que más estancado está”. 

En una entrevista en la que las alusiones a la carretera son constantes, en que se habla del crecimiento del mountain bike y del BMX -sobre el que habría que decir mucho-, y en la que incluso lanza guiños al BMX freestyle, “que está teniendo una gran repercusión pero dentro de poco serán un referente, por algo son deportes olímpicos. Tienen su audiencia y son un negocio”, a la pista solamente le dedica esa frase lapidaria, entendiendo este adjetivo casi más en su primera acepción, la relacionada con las tumbas.

En ese momento el periodista debería haberle preguntado por las razones de ese ‘estancamiento’, que no se corresponde lo que se vive en otros países de nuestro entorno, como Italia o Portugal. O simplemente cuál es la responsabilidad de una Federación a la que no le debe pillar precisamente de sorpresa esta situación después de ocho años de gestión y justo después de varios ciclos en que llegó a ser el gran vivero de medallas del deporte olímpico nacional.

Quizás también podría haberle interrogado sobre las soluciones que se plantea para ‘activar’ o ‘desempantanar’ la pista -usando un simple antónimo del término empleado- y sobre las que en gran medida coincide todo el mundillo del ciclismo en pista nacional, aunque distan mucho de ser las que se están llevando a cabo desde Ferraz.

En cualquier caso, y rompiendo una lanza a favor del redactor, debemos recordar aquello de que no hay preguntas difíciles, sino respuestas inadecuadas.