Durante los últimos días, Luis Ángel Maté ha sido protagonista en las carreteras canarias. Pero no por una competición al uso, sino por ese desafío del Gran Canaria’s Hardest Climb en el que se midió en el puerto más duro de Europa a tres atletas de élite -entre ellos, Chema Martínez-. Aunque no es extraño ver a ‘Lince’ en eventos de este tipo, en esta ocasión tenía el aliciente de verle por primera vez con los colores de Euskaltel, tras diez años en Cofidis, en la que va a ser -se dice pronto- su decimocuarta temporada como profesional.
Cofidis será siempre mi equipo, pero era
el momento de dar el paso, de hacer un cambio en mi carrera. Y este es un
proyecto que me ilusiona, en el que creo firmemente en que va a crecer, que va
a mejorar, que va a volver a ser lo que fue, esa Marea Naranja, ese equipo
histórico, combativo… Y un conjunto caracterizado por sus valores. En una época
en la que el ciclismo se mide por números, tenemos que reivindicar ese modo de
ser bohemio, y esa forma de correr distinta. Es un equipo de ciclistas hecho
para ciclistas, en el que me hace mucha ilusión correr.
Atrás se quedan esos diez años con Cofidis. ¿Qué han significado para ti?
Diez años en la vida de una persona es
muchísimo. Cuando era un niño y jugaba con chapas ya estaba Cofidis, y ahora
tengo dos niños que animan a Cofidis. Ha sido una página muy importante de mi
carrera, de mi vida. Cofidis me lo ha dado todo, y ha sido algo recíproco,
entregándole lo mejor de mi carrera. He madurado como corredor y como persona.
Y también me ha servido para conocer otra cultura, otro idioma.
Aunque ya te hemos visto de naranja,
tu debut oficial iba a ser en tu tierra, en esa Vuelta a Andalucía que al final
se ha aplazado. ¿Cuándo te veremos oficialmente con los colores de Euskaltel?
Estamos viviendo una época muy complicada,
en la que el deporte pasa a un segundo plano. La situación para mucha gente es
difícil, incluso irreversible. Por ello no me preocupa saber cuándo debutaré. Ahora
es momento de quedarnos en casa, de entrenar cómo podamos, y estar preparados
para volver a correr cuando nos digan.
"Euskaltel necesita la Vuelta para seguir creciendo"
La situación es muy grave, que los
equipos que hacen un esfuerzo no puedan estar en las mejores carreras de su
país. Por ejemplo, nosotros tenemos un buen bloque de gente que va a progresar,
pero para ello tienen que correr. Y si no pueden estar en las mejores carreras.
Hay que replantearse este sistema del ciclismo actual porque no es beneficioso
para equipos como el nuestro.
En ese sentido, la Vuelta a España, en
la que al menos uno de los conjuntos españoles se va a quedar fuera. ¿Cómo ves
las posibilidades de que Euskaltel sea uno de los invitados?
Yo soy optimista. El equipo necesita la
Vuelta. Es el siguiente paso natural, para seguir creciendo. Además, las
grandes carreras necesitan conjuntos como el nuestro, equipos guerreros. Hoy en
día en las grandes hay etapas infumables; el que no tiene el líder, tiene un esprínter
o se quiere reservar para otro día. Los equipos continentales podrían animar
mucho este tipo de carreras.
¿Hasta cuando vamos a ver a Maté en
los pelotones?
Soy consciente de que ya tengo una edad,
y no voy a correr eternamente. Por lógica no me quedan muchos años. Pero
también es cierto que tengo muchas ganas y una ilusión que no tenía. He firmado
dos años para aportar mi granito de arena a este proyecto y para disfrutar. La retirada
no me preocupa, porque tengo muchos planes. Pero de momento no la contemplo. Soy
un privilegiado por ser ciclista y quiero disfrutar de ello.
"La pista es la mejor escuela que he tenido"
Podríamos seguir hablando muchos minutos con Maté sobre ciclismo en carretera…. Pero TrackPiste es una web de ciclismo en pista y el tema es obligado. Y aunque esta sección está dedicada a corredores que apenas compitieron en pista, en el caso del marbellí puede presumir incluso de haber sido campeón de España cadete, en persecución por equipos.
La pista es la mejor escuela que he
tenido. Creo en el ciclismo como un deporte multidisciplinar. Tienes que probar
todo, correr en todas las disciplinas para ver cuál es la que más te gusta,
cuál es la que se te da mejor. El ciclismo es un deporte muy variado y te lo
permite.
En aquella época se daba bastante
importancia a la pista en Andalucía, aunque ello suponía un esfuerzo enorme,
sobre todo para mi familia, para llevarme, ya que el velódromo más cercano es
Chiclana, a 200 kilómetros. Desgraciadamente ahora la realidad es muy distinta.
¿Qué te ha aportado la pista?
Un dominio de la bicicleta tremendo. Muchísima
técnica de rodar en el pelotón, de acoplarte, de arrancar. La pista es la mejor
escuela y si tengo un pero, una espinita clavada, es no haber podido seguir
compitiendo.
¿Por qué lo dejase?
Fue cuando pasé a sub23, con Avila Rojas,
que era un equipo centrado en la carretera. No me dieron ninguna facilidad para
poder compatibilizar ambas. Tuve que elegir entre pista y carretera. Y cuando
quieres ser profesional, está claro a lo que tienes que dar prioridad.
En estos últimos años, ya consolidado
como pro, ¿no te han dado ganas de competir alguna vez, aunque sea de forma
ocasional?
La verdad es que sí he tenido alguna vez
ganas. Pero el calendario de carretera es tan amplio que apenas te quedan
huecos. Y tampoco he tenido facilidades, y con esto me refiero a disponer de
una pista, de una bicicleta para entrenar o correr…
¿Sigues el ciclismo en pista?
Suelo seguirlo cuando puedo. Es una
disciplina intensa, bastante emocionante. Además, tengo buena relación con
corredores como Torres y Mora, con los que coincido a veces por Sierra Nevada, con
Juanjo Lobato, al que le gusta mucho la pista y que este año somos además compañeros.
Y por supuesto con Elia (Viviani), ya que fuimos compañeros en Cofidis, y del
que me alegro de que sus problemas hayan quedado en un susto.
Cuesta muchísimo esfuerzo, porque no
tienen las ayudas necesarias. Ahora tenemos un equipo de féminas, junto con un
club de Jerez, aparte del de cadetes y juveniles. ¿Pista? Como te decía antes,
Chiclana nos pilla muy lejos y además, le
Y vamos a terminar con el test
La primera, piénsatela bien, porque
tiene trampa. ¿Cuántas líneas de llegada tiene un velódromo?
(Se lo piensa) ¿Dos?, Si, dos (Se ríe cuando le decimos que tres, las dos de
persecución y la de meta del resto de pruebas).
¿En qué consiste la madison?
La americana, como la llamábamos antes. Esta
no sólo me la sé, sino que la he corrido y me quedé con las ganas de ser
campeón de España de junior. Iba a salir en Posadas -año 2002- con Augusto
Callejo y éramos una de las parejas más fuertes. Pero en la persecución por
equipos nos pagamos una castaña en un relevo. Yo no me caí, pero tiré a los otros
tres.
Recientemente ha sido el
Grand Prix Keirin. No te voy a preguntar quién ganó, pero sabes aproximadamente
¿cuánto se llevó?
Ni idea. No sé ni los premios de carretera que nos llevamos nosotros… Sé que se gana muchísimo en Japón. ¿200.000 euros, por decir algo? (Cuando le decimos que casi cuatro veces más...). Brutal
Y para terminar, ¿quién ha sido el último campeón del mundo español?
(Se lo piensa un rato y tras barajar
distintas opciones como Llaneras o Escobar, responde acertadamente, aunque con una cierta duda) ¿Mora?
Fotos
- En la Gran Canaria’s Hardest Climb ©
- Con los colores de Cofidis, en el Tour de 2015. Wikipedia
- Ganando con Avila Rojas, con el que ya no pudo competir en pista. Twitter LA. Maté
- En Doha, en el único Mundial pro en que ha participado. Foto: Román Mendoza/Federación Española
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