Trabajo positivo, pero sin conclusiones definitivas, para la selección de paraciclismo en pista en la primera concentración de Valencia

A falta de competiciones internacionales, los paraciclistas de pista españoles han considerado muy positiva la concentración desarrollada la semana pasada en el velódromo Lluis Puig de Valencia, de cara a su preparación para los Juegos Paralímpicos de Tokio, en agosto, aunque lógicamente todavía no se puede sacar ninguna conclusión definitiva.

Una concentración que el seleccionador nacional, Félix García Casas, valora especialmente “porque nos permite ver cómo nuestros corredores están mejorando, aunque al no saber cómo están nuestros rivales, si están en la misma línea o incluso mejor que nosotros, no nos vale de referencia. Hay que tener en cuenta que la última vez que hubo una competición del máximo nivel de pista fue en febrero del año pasado y en el caso de la carretera, en septiembre de 2019”.

Debemos recordar que, a diferencia de otros deportes, la clasificación para los Juegos Paralímpicos es conjunta, determinándose una cuota por país que incluye tanto a los corredores de pista como de carretera, cubriéndose las plazas con los ciclistas con más opciones de medallas en una disciplina, aunque ello sea a costa de renunciar a la otra. 

Ahora mismo se trabaja en la hipótesis de nueve paraciclistas, “aunque si hay competiciones este año en carretera -quedan las dos Copas del Mundo para cerrar el ranking, pero no hay ninguna certeza sobre su celebración- podríamos ganar alguna, pero también existe la posibilidad de que por cualquier motivo se reduzcan”. Por ello seleccionar, por ejemplo, a tres handbikers para el ‘team relay’ -una prueba en la que se podría luchar por las medallas- reduciría lógicamente el número de pistards en Tokio. Y en este caso, con la temporada de carretera en el aire, el seleccionador va a tener pocas opciones de evaluar a los ‘ciclistas de mano’, en particular, y a los de carretera, en general.

A día de hoy, García Casas quiere dejar claro que “no hay ninguna plaza fija”, aunque los medallistas en los últimos eventos puedan tener una cierta ventaja, “y también puedo decir que seguro que algún corredor importante puede quedarse fuera, por la limitación de plazas. En Londres ya nos pasó, que algún medallista en los Mundiales se quedó sin ir a los Juegos”. No obstante, Ricardo Ten y Alfonso Cabello, en su condición de campeones del mundo en pruebas paralímpicas, tienen muchas opciones de estar en el velódromo de Izu, lo mismo que la velocidad por equipos.

Los tests para determinar los componentes de esta prueba ocuparon buena parte de la concentración de la pasada semana. Y es que caben dos formaciones totalmente distintas. Por un lado, la tradicional con Amador Granados de arrancador, con Eduardo Santas en la segunda posta para cerrar con Cabello; por otro, comenzando por Ten para pasar a un especialista como Pablo Jaramillo y terminar como siempre con el cordobés. “Los tiempos están bastante igualados, pero no es solo una cuestión de reloj -indica el seleccionador-. En todo caso, lo seguiremos trabajando en la próxima concentración”.

La otra gran duda es la presencia de tándems. Lo normal es que hubiera dos en Tokio, aunque todo depende, como decíamos, del resto de plazas. En los Nacionales de Galapagar se vieron las enormes cualidades -con posibilidades de mejora- de Adolfo Bellido y Eloy Teruel, pero Ignasi Avila y Joan Font son una garantía por su clase y experiencia -aunque no pudieron estar en la concentración valenciana por un tema personal-, mientras que los ‘recién llegados’ Christian Venge y Noel Martín no se quieren quedar atrás, y también el tiempo corre a su favor.

Todos ellos, junto a otros hombres con aspiraciones olímpicas como Maurice Eckhard y Oscar Higuera, aparte del tándem femenino Kuki López-Inés Méndez, cuya presencia en Tokio tendría que venir como una ‘wild card’, volverán a verse las caras en el Lluis Puig valenciano la próxima semana, del 22 al 26 de marzo.

Fotos: Federación Española

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