Estrellas olímpicas (XXXIV): Jason Kenny entra en la historia en Tokio

Solamente ha sido tres veces ‘arco iris’ -velocidad en 2011, y por la anulación de los resultados de Gregory Baugé, y 2016, y keirin en 2013-, pero sin duda Jason Kenny pasará a la historia por su impresionante palmarés, ya que ha terminado los Juegos Olímpicos de Tokio con un botín de siete oros olímpicos y dos platas en las cuatro ediciones en que ha tomado parte: campeón olímpico de velocidad en 2008, 2012 y 2016 (y subcampeón en Tokio), de velocidad en 2012 y 2016 (y segundo en Pekín), y de keirin en 2016 y 2020.

Quince medallas olímpicas en una pareja. Foto: British Cycling

Es cierto que todo el mundo pensaba que podría sumar algún metal más, especialmente en la velocidad por equipos, con el que desempatar el récord que traía a sus cuartos Juegos compartido con Chris Hoy -seis oros y una plata-, incluso alcanzar y superar las ocho medallas de Bradley Wiggins. Pero las miradas estaban más puestas en su mujer, Laura, que en él, pensando que ya con cuatro oros, los que pudiese sumar en esta semana pasada, y la perspectiva de París dentro de cuatro años, podría convertirse en la ciclista -de los dos sexos- más laureada. De hecho, el propio Jason lo pensaba así.

Sin embargo, y aunque los dos miembros de la pareja han conseguido las mismas preseas, es Jason quien está en boca de todos, especialmente el domingo con su sensacional triunfo en el keirin, donde el ‘regalo’ de sus oponentes de permitirle unos metros, se tradujo en un ataque decidido, en un todo o nada, que obtuvo la mejor de las recompensas.

De todo lo que he leído en estos dos días, me quedo con un artículo que le ha dedicado en el Daily Mail su compañero de selección Ed Clancy, un hombre bastante juicioso a la hora de realizar valoraciones, pero que se deshace en elogios sobre el de Bolton.

“Es muy, muy modesto acerca de sus logros y realmente sensato. A veces parece que no se está divirtiendo, pero sé que ama su trabajo y le encanta correr con su bicicleta. Su comportamiento contradice el hecho de que es increíblemente talentoso y un guerrero absoluto. He corrido con muchos de los grandes, incluidos Bradley Wiggins y Geraint Thomas. Pero cuando la gente me pregunta quién es el mejor ciclista con el que he montado, es Jason Kenny”.

Oro en uno de sus triunfos más espectaculares. Foto: British Cycling

El persecucionista británico señala también que “cuando lo he pasado mal, él siempre ha sido una gran persona con quien hablar para pedirle consejo. Es bastante metódico y reflexivo. Creo que ha ganado confianza desde que ha sido padre. Nada lo desconcierta y creo que probablemente se deba a que algo más importante que el ciclismo ha llegado a su vida”.

¿Y ahora qué? Hay que recordar que después de Rio, se retiró sin decírselo a nadie. “Me tomé aproximadamente un año de descanso y tuve un restablecimiento completo y regresé completamente renovado”. De momento tampoco ha dicho nada, salvo que no sabe aún nada: “No tengo ningún plan más allá del último día de los Juegos y luego veré lo que quiero hacer y veré cómo me siento. Puede que quiera continuar, puede que decida que realmente no quiero, pero entonces puede que no tenga otra opción, puede que me expulsen del equipo. Realmente no estoy planeando nada”. A París llegaría con 36 años, pero tampoco se veía en Tokio con 32, con 33 con el aplazamiento.

Por cierto, con quince medallas, los Kenny tienen más que la mayor parte de los países en el medallero olímpico de pista, solamente superados por Gran Bretaña, Francia, Italia, Australia, Alemania, Estados Unidos, Países Bajos, Dinamarca y Rusia, recogiendo la herencia de la Unión Soviética. Todos los demás países, incluyendo España, suman menos que ellos.

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