Pep Tatché, actual plusmarquista master 40, afrontará en octubre el recórd absoluto de la hora español, vigente desde hace medio siglo

Casi cincuenta años después de que fuera establecido por Roberto Palavecino en Ávila -aunque curiosamente los 43,864 kilómetros no aparecían en la tabla de récords de la Federación Española hasta hace unas semanas-, el catalán Pep Tatché tiene muchas opciones de convertirse en el nuevo plusmarquista nacional de la hora, ya que afrontará esta tentativa el próximo 11 de octubre en Palma de Mallorca.

Paradójicamente, Tatche es, desde 2017, el español más rápido en esta modalidad -excepción hecha de la establecida de Miguel Indurain que no tiene consideración de récord sino de mejor marca debido a las características de la bicicleta con la que los afrontó-, cuando cubrió 46,274 kilómetros, aunque sólo fue homologada como record en la categoría de masters 40-44. Ahora, a los 46 años, aspira a la plusmarca absoluta, para sorpresa e incredulidad de la propia Federación donde más de una vez le preguntaron cuál era la marca a la que aspiraba realmente.

“Cuando afronté el récord hace cuatro años me quedé con la sensación de que podía haber cubierto más distancia. Pero realmente fue cuando hablé contigo hace dos años en el momento en que me inoculaste el veneno, en que empecé a darle vueltas. Se plantó la semilla, que ha ido creciendo, y que este año con la pandemia, decidí que lo tenía que volver a afrontar”, nos cuenta este deportista, más triatleta que ciclista como él mismo reconoce, que añade que “dejé la natación y la carrera para centrarme en la preparación del récord, con la motivación de hacerlo a finales de verano, aunque ahora mismo, después de hablar con mi preparador, hemos decidido dejarlo para octubre, en una fecha más idónea, tanto como preparación, porque ahora estoy sobreentrenado y tengo que asimilarlo, como por logística”. Como anécdota nos cuenta que “hace poco hice con la cabra una sesión de 305 kilómetros, para adaptarme a la posición, cuando es precisamente un esfuerzo muy distinto al del récord”.

Un récord que afrontará de su propio bolsillo, ya que no ha buscado patrocinadores específicos y que, aparte de los gastos de viaje y alojamiento –“quiero aprovechar e ir ese fin de semana con toda mi familia”- contempla las tasas federativas, que suponen  algo más de 2.000 euros, el pago del control antidopaje, que aún no sabe a cuánto asciende, el cronometraje electrónico –“que gracias a que Edosof tiene una prueba en esos días en Mallorca va a ser más económico”- y el alquiler del velódromo, que en este caso es gratuito, “gracias a la buena relación que tengo con Joan Llaneras, que me ayudó mucho en la anterior tentativa y que ahora también se está portando fenomenal”.

El cambio fundamental en esta tentativa respecto a la del 2017 es que cuenta con la ayuda de un preparador, Miguel Ángel Sáez. “Entonces me preparé con muchas series en carretera, de 20 minutos. Ahora llevo una preparación mucho más variada, trabajando la potencia umbral, pero con series por encima, por debajo. Y sobre todo trabajo en el gimnasio, buscando la capacidad máxima para desarrollar potencia. He hecho más de 2.000 levantamientos de 40 kilos, a potencia máxima. Ahí puedo decir que me estoy machacando”. En cambio, no ha pisado mucho el velódromo de Horta, “porque cada vez está más complicado”.

"Ya empiezo a verlo claro"

Pero, sobre todo, Tatché destaca la preparación mental como algo fundamental para afrontar un objetivo como el que se ha marcado. Cada vez lo tengo más claro. Tienes que estar bien físicamente, pero sobre todo mentalmente, tienes que estar convencido de que lo puedes hacer. Aunque no estés al cien por cien físicamente, si debes estarlo mentalmente. Y ahora te puedo decir que ya empiezo a verlo claro”.

Otro de los aspectos que destaca es el de la posición. “En mi anterior tentativa, los árbitros me cambiaron la posición porque no era reglamentaria. Me retrocedieron y me bajaron los acoples. Y según pasaban los minutos comencé a tener molestias, incluso dolores. En codos, en los hombros, en el perineo, en la nuca. Me entraron las dudas, pero en la parte final supe que podía hacerlo y de hecho cuando terminé no estaba demasiado cansado y me fui a comer sin problemas. Esta vez no quiero que suceda lo mismo y ya tengo la posición definitiva, desde hace varios meses, aunque quiero consultarlo para no tener los mismos problemas”.

En cuanto al material, “utilizaré el mismo cuadro que entonces, aunque con un manillar más estrecho, de 38 centímetros, y con lenticulares”. En cuanto a la cadencia y el desarrollo, “estoy trabajando en rodillo con una cadencia de 104-105 rpm, lo que me supone un desarrollo de 56x15”. Y aunque tiene cuatro años más, nos dice que “a nivel de potencia, estoy muy similar a los valores de la anterior tentativa”.

Igualmente está prestando bastante atención para el tema de la ropa, “que se ajuste bien y que no te haga arrugas o pliegues que pueden influir en la aerodinámica o que te causen molestias”.

Como hemos dicho, la cita será el próximo 11 de octubre… a las dos de la tarde. “Los estudios dicen que la mejor franja está entre la una y las tres, ya que hay un pico de testosterona. Lo que sí te puedo decir, por experiencia personal, es que a esa hora me es más fácil sufrir más. Y como puedo elegir…”.

El objetivo es batir el récord, pero no superando ligeramente los 43,864 kilómetros de Palavecino, sino rodar por encima de los 46,274. “Me sabría mal superar el récord pero no llegar a mi marca. Para mí el objetivo es estar en 47 kilómetros, que es lo que pienso que podría haber alcanzado hace cuatro años. Y esa es la exigencia que me he marcado. De hecho, tenemos ya desglosados los tiempos por vuelta trabajando con esa hipótesis”.

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