La Comunidad Valenciana, un claro ejemplo de crecimiento en pista gracias al Centro de Tecnificación y al amplio calendario de pruebas

Moreno, Barber y Beltrán intercambiando opiniones
durante una sesión de entrenamiento en el Luis Puig. Foto cedida

Aunque hay varias Comunidades en España en las que se desarrolla un amplio trabajo con el ciclismo en pista, posiblemente sea la Valenciana la que ha experimentado un mayor auge en los últimos años, con el trabajo del Centro de Tecnificación y con el desarrollo de un amplio calendario, que en este invierno tendrá trece fechas, desde el 4 de diciembre hasta el 27 de febrero.

Por ello, hemos querido conocer el trabajo que se realiza en Valencia de manos del responsable de pista de la FCCV, Jaume Barber, quien antes de nada nos indica que “somos un equipo, con Jaime Beltrán, como técnico y mecánico, con Miguel Angel Borrás, mecánico, con Antonio Moreno, psicólogo, que es una labor de gran importancia en el trabajo que realizamos y conmigo, con la planificación y la dirección del proyecto, aparte de Guillermo Ferrer, quien se ocupa del trabajo en Alicante, en el velódromo de San Vicente del Raspeig”.

La Fundación Trinidad Alfonso y la Consellería, los pilares

Un programa que comenzó a desarrollarse desde hace tres años. “Hasta entonces, lo que teníamos era el trabajo de la selección. Pero queríamos dar un paso más en la tecnificación. Cuando se lo propusimos a Amadeo –Olmos, el presidente de la Federación-, era un poco escéptico, pero nos animó. Por ello, hicimos un proyecto y se lo presentamos a la Fundación Trinidad Alfonso. Y les pareció bien y nos dio todo su apoyo y los medios necesarios. Este año, por ejemplo, se ha hecho una gran inversión en material”. El otro gran pilar es la propia Consellería y ni que decir tiene que el respaldo y la satisfacción de ambas entidades es total. “Están muy contentas con el proyecto. La pista es una modalidad que depende mucho del trabajo de las Federaciones, por lo que nos apoyan en todo. Y más cuando el nivel está subiendo, como se vio en los últimos Campeonatos de España”.

El trabajo se realiza en dos niveles, uno de iniciación, donde se trabaja desde escuelas hasta juniors, y el de tecnificación, propiamente dicho. “En el nivel de iniciación, el trabajo con escuelas, alevines e infantiles, lo realizamos los miércoles en el Llius Puig, mientras que los jueves trabajamos con cadetes y juniors. Fundamentalmente se trata de un trabajo de técnica y táctica a nivel básico”.

La selección valenciana, triunfadora
en el último Nacional. Foto cedida

Técnica, táctica y aspectos psicológicos

En cuanto a la tecnificación, “ya tienen unas obligaciones, un compromiso de asistencia. En este caso, profundizamos en la técnica y en la táctica, centrándonos en cada prueba, y trabajamos también los aspectos psicológicos. El lunes tenemos una clase on-line, que una semana, por ejemplo, está centrada en el scratch. Luego en el velódromo ya ponemos en práctica los distintos aspectos, con especial énfasis en la toma de decisiones. Ya cuando se acercan los Campeonatos se comienza a realizar un entrenamiento más físico”.

Aparte de ello, “también hacemos pruebas biomecánicas, tests fisiológicos y a los juniors y sub23 les ofrecemos llevarles el entrenamiento, aunque algunos tienen su preparador fuera del centro”. En total, ahora mismo hay 23 corredores cadetes y juniors, chicos y chicas, mientras que el grupo élite y sub23 lo forman doce ciclistas, “aunque es un poco más volátil, ya que no tienen tanta disponibilidad como sucede con los juniors. Esperemos que cuando pasen de categoría los chavales que ahora están empezando, pueda haber una presencia mayor”.

Todo este es el trabajo de Valencia, pero en San Vicente del Raspeig también hay actividad, de la mano de Guillermo Ferrer, todos los miércoles. “Allí trabajan iniciación y tecnificación juntos, todas las categorías, aunque los de tecnificación tienen que subir algunos días a Valencia”. Una doble oferta que es muy necesaria, “porque la Comunidad es muy alargada, hay mucha distancia de un extremo a otro, y es complicado hacer desplazamientos tan largos”.

Barber, sujetando a Iker Bonillo. Foto cedida

Una de las características más reseñables de estas actividades es que “todo el mundo entrena con bicicleta de pista. La Federación dispone de unas 30 bicicletas para que prueben, pero si quieren competir ya tienen que ser con las suyas, para que no haya agravios comparativos de que unos compiten con sus bicicletas y otros no. De todas formas, “en cuanto empiezan y ven que esto les gusta, no tardan mucho en comprársela. Además, una bicicleta de pista no es nada cara”.

Barber destaca también que “lo consideramos un centro de formación, pero es independiente de la selección valenciana. A los Campeonatos puede acudir gente que no esté en el Centro, porque no pueda asumir el compromiso o simplemente porque no le interese. De hecho, cuando ya conocemos las fechas de los Campeonatos damos prioridad a los entrenamientos de la selección”.

Recuperando velódromos

Todo este boom tiene una consecuencia en el amplio calendario de competiciones de pista que se desarrolla en la Comunidad Valenciana, aunque el proceso va retroalimentándose, ya que, cuantas más carreras haya, más ganas tendrá la gente de hacer pista. “Esto es una labor de todos, de los clubes y de los Ayuntamientos. Si se ve que hay chavales con ganas de pista, los Ayuntamientos tiran para adelante para poner a punto sus velódromos. Y la prueba es que este año tenemos muchos que se han sumado y que no hacían carreras desde hace muchos años”.

Repasando las sedes de esta nueva edición de la Liga, se destaca la presencia de las dos sedes castellonenses. “En Burriana, el impulsor Carlos Romero, el presidente del club Animales de Monte, y el concejal, Vicent Aparisi, han hecho un gran esfuerzo para que se ponga en marcha. Y Onda, que nunca ha dejado de estar en funcionamiento, este año también se ha animado a estar en la Liga. Como te decía antes, en una Comunidad tan alargada como esta, es importante tener velódromos en Castellón”.

De la misma forma, “se ha arreglado el velódromo de Castalla, gracias a Raúl Rico, que el año pasado no estaba en las mejores condiciones, pero que después de las carreras que hicimos el año pasado, el Ayuntamiento ha apostado por hacer esas mejoras que se necesitaban”. Sin embargo, la gran ilusión es ver terminado Novelda, lo que podría suceder en las primeras semanas del 2022. “Con la pintura y las torres de iluminación estará terminado, y es un velódromo muy importante porque es una copia del Lluis Puig, pero en descubierto”.

El velódromo de Novelda puede ser por fin 
una realidad a principios de año. Foto: Raúl Rico

Pero aún hay más, ya que se pretende recuperar el velódromo de Silla, “que está para correr”, e impedir que el de Algemesí termine derribándose, por no hablar de otras pistas que hay por toda la Comunidad. “Somos muy afortunados en este sentido, pero lo que hace falta es que se utilicen, ya que, si se les da uso, no hay problema para afrontar las remodelaciones y el mantenimiento. Además, son los espacios ideales para que los chavales se inicien y puedan entrenar, sin los peligros de la carretera”.

El ejemplo del ciclocross

Barber nos hace una comparación de la pista con el auge del ciclocross que se ha vivido los últimos años en la Comunidad Valenciana. “La gente empezó a correr, se fue animando y cada vez comenzaron a hacerse más carreras. Y el ciclocross comenzó a crecer hasta ser una de las zonas en donde más se practica. Y con la pista puede suceder lo mismo”.

En este sentido, el siguiente paso debe ser “ampliar el calendario en fechas, no sólo en invierno. Por ejemplo, en verano, cuando no se puedan hacer carreras en carretera por cuestiones de Tráfico, organizar alguna competición tipo vuelta, en varios días, en algún velódromo”.

El otro gran objetivo, “es un paso lógico al trabajo que hacemos con el Centro de Tecnificación y la Federación y es poder correr alguna prueba en el extranjero, que le sirva a los corredores para poder comparar su nivel y coger experiencia”.

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