Por fin arrancaron las dos cuartetas: Y todo esto les queda por delante

España ha recomenzado su andadura en las persecuciones por equipos -la prueba que mejor valora el nivel en pista de un país, de una región, de una organización- con unos tiempos de 4:36.384 para la cuarteta femenina y de 4:05.002 para la masculina.

Un registro positivo el de las chicas, ya que sirve para superar el récord nacional oficioso -porque el oficial no se han preocupado de homologarlo en los últimos años- de 4:37.341, establecido en el Europeo de 2020. El de los hombres, sinceramente más discreto, pero digno -a diferencia de otras actuaciones no muy lejanas-, aunque los dos podrían haber sido bastantes mejores si las condiciones del velódromo hubieran sido las de la víspera. Desgraciadamente, los dos tiempos hablan por sí solos del pozo desde el que hay que salir, para que nadie se llame a engaño… ni se pretenda querer engañar a nadie, algo bastante habitual últimamente.

La cuarteta femenina. Foto: Fed. Española

No hay que comparar la marca de las féminas con ese récord mundial, que está a años luz (4:04.242), sino los que están realizando ahora mismo otras naciones de la ‘clase media’, como Países Bajos, Polonia o Irlanda, en torno a 4:25, aunque el hecho de que otro país que está empezando en esto como Suiza haya estado en tiempos parecidos ratifica que la tarea no es fácil para nadie.

En cuanto a los hombres, tampoco vamos a hacer comparaciones con las naciones punteras, que estuvieron todas en los Juegos por debajo de 3:50; en este caso podríamos fijarnos en otra cuarteta que está también ‘recomenzando’ como Bélgica, con gente nueva, y que paraba el reloj hoy en 4:00.512. Por lo tanto, para la selección nacional, el primer objetivo, casi inmediato, debe ser superar ese récord nacional que ya tiene casi una década (3:59.520).

Im posible, en dos palabras

Sin embargo, no quiero ni por asomo criticar a estas cuartetas. Todo lo contrario: simplemente dejar claro el nivel desde el que se parte a causa de la desidia federativa en estos últimos años, en la que los seleccionadores han sido casi siempre más víctimas que culpables. Y cuanto más tiempo de abandono, mayor es el esfuerzo que hay que realizar para ponerse a tono. Estar en París con alguno de estos equipos es, como diría Jesulín de Ubrique en dos palabras, Im posible. Pero por lo menos se ha comenzado ya a trabajar: esa es la mejor lectura que podemos hacer hoy. Todo pasito que se dé es positivo; eso sí, hay que ser realistas.

El equipo masculino en acción. Foto: Fed. Española.

Es positivo, pues, que en ambas cuartetas haya mimbres muy válidos, gente con ilusión de sacar esto adelante, y que por ganas y por edad deben ser los ‘líderes’ de estos proyectos. Por ejemplo, escuchar a Erik Martorell hablar de la cuarteta es recuperar esa esperanza. Pero también hay que ser conscientes de que hay que contar con otra gente y favorecer su llegada: tanto a los que ahora mismo están fuera de la selección porque no les compensa, como a los que vienen pegando fuerte desde abajo. Es una cuestión de motivación.

Lo que hace falta es trabajar en serio de cara a Los Ángeles 2028… o incluso Brisbane 2032. Y eso no pasa por encomendarse solamente a un plan de tecnificación que tiene muchas lagunas -además de aspectos innecesarios-, sino en disponer de una estructura, con suficientes técnicos, con corredores motivados y compensados (y recompensados), y con una estructura que aproveche el notable trabajo que se realiza en las Territoriales. Ahora es el momento de ello, prescindiendo de quien se debe prescindir y contando con la opinión y el trabajo de aquellos que realmente desean recuperar la pista.

1 comentario:

  1. Para un proyecto a largo plazo se necesita mucha base...
    ¿Por qué no crear una Challenge nacional de clubes con unos mínimos premios en metálico para enganchar a l@s jóvenes desde cadetes? Fechas fijas y cada uno en su casa. Premios a los mejores tiempos y también a los equipos con mejor porcentaje de mejora.

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