Desde #SQY2022 se ve París’24 (4): Francia, positivo incluso lo malo

Los ánicmos del público empujaron a Francia. Foto: UCI Track

Tal y como reflejábamos antes del Mundial, Saint-Quentin-en-Yvelines 2022 no era aún puntuable para el ranking olímpico de París 2024, pero podía comenzar a apuntar detalles significativos. En este sentido, comenzamos una mini-serie en la que analizamos algunos de los detalles de las principales selecciones, y siempre pensando en esa carrera olímpica que comenzará en muy pocos meses.

En los días anteriores al Mundial, se hablaba de lo que el Campeonato podría significar para los anfitriones, que sí un ensayo organizativo para los Juegos, que si el mejor momento para conseguir el mejor resultado posible… En ese entorno, las declaraciones a L’Equipe del director de la preparación olímpica, Florian Rousseau, parecían las más lógicas: “El único objetivo son los Juegos de París, para los que nos hemos marcado un camino para estar lo mejor entonces”. Y la escala del Mundial cumplió los objetivos previstos, y además con nota: Tercer lugar en el medallero -empatada con Alemania-, con un puesto entre las mejores naciones que no se conseguía desde 2017, y con siete metales de las que cinco fueron en disciplinas olímpicas. Incluso en las pruebas en las que se ‘falló’, si se puede decir así, las perspectivas son halagüeñas. Eso sí, Francia aprendió de cara al 2024 lo que significa la presión, tanto desde el punto de vista negativo, como de apoyo para los mayores logros.

Primera medalla de una cuarteta femenina

Bronce para las cuatro féminas. Foto: FFC

Quizá lo más importante es que se está rompiendo el tradicional desequilibrio favorable a la velocidad sobre el fondo, en especial con las mujeres. Por primera vez una cuarteta femenina francesa entraba en las medallas. Y a pesar de la ausencia de Marie Le Net, en un periodo de reflexión sobre su futuro y centrada en estos momentos en la carretera, Maria Copponi, Victoire Berteau, Marion Borras y Valentine Fortin forman un grupo más sólidos en el que pueden ir entrando algunas de las jóvenes promesas galas, como pasó con Jade Labastugue.  

Copponi se ha erigido como líder del grupo, a sus 23 años, aunque le falta poder rematar con un gran éxito: en los Europeos pasaba del oro a la plata en el ómnium y la madison en los últimos compases de la prueba, lo mismo que le pasó en el Mundial con la madison.

Por el contrario, la cuarteta masculina, después de haber ganado el Europeo de Múnich, se rompía en la primera ronda, quedando fuera de la lucha por las medallas. En un equipo en el que Thomas Denis, Vallentin Tabellion y Benjamin Thomas parecen fijos, faltan por ajustar una o dos piezas, que pueden ser tan diferentes como Quentin Lafargue para la arrancada -que si valió en el Europeo- o Corentin Ermenault para forzar el ritmo -algo que no funcionó en el Mundial-.

Thomas, el baluarte frances. Foto: UCI Track
¿Más opciones aún en persecución?

El seleccionador Steven Henry, hablaba en Direct Velo de otras opciones como el habitual Thomas Boudat, el recuperable Adrien Garel, el prometedor Eddy Le Huitouze e incluso Donavan Grondin, pensando que en los Juegos solo caben cinco para el conjunto de las tres pruebas. Y es que Thomas y Grondin constituyen una pareja inmejorable hoy en día para la madison, con el de Cofidis también como ‘fijo’ para el ómnium e incluso con un relevo de garantías en el de Arkea.

Pasando a las pruebas cortas, el equipo de velocidad se quedó fuera del podio, bajando hasta la sexta plaza, algo que no le había sucedido en los últimos tiempos, ya que venían de ceder sólo ante Países Bajos en los Europeos, con sendos bronces en los últimos Mundiales y Juegos. En este caso el trío se descentró por culpa de una salida falsa de sus oponentes, pero en líneas generales Florien Grengbo, Sebastien Vigier y Rayan Helal ya han demostrado su valía en las grandes citas. Timmy Gillion puede ser perfectamente válido como relevo del arrancador, e incluso Melvin Landerneau, que se ha consolidado como uno de los mejores kilometristas del mundo, podría contribuir a subir el nivel en la tercera posta. En las pruebas individuales Vigier no realizó su mejor Mundial, aunque venía de ganar la velocidad en el Europeo, algo que también debe ser tomado en consideración.

Interesante lectura de las velocistas

La euforia de Gros tras haber salido del bache. Foto: UCI Track

Y terminamos con las féminas de velocidad que lograron dos de las tres medallas de oro, y en ambos casos con una interesante lectura: Mathilde Gros demostró su consolidación, una vez superados sus problemas psicológicos, presentándose como una de las grandes candidatas al oro olímpico, y Taky Marie Divine Kuoamé, su crecimiento en apenas dos temporadas como sub23, con un inesperado pero justísimo triunfo en los 500 metros. No es una prueba olímpica, pero sus cualidades son perfectamente ‘exportables’ al resto de disciplinas. 

Eso sí, aún falta consolidar el trío, en el que Julie Michaux figura como tercera integrante, aunque se va por el buen camino, con una quinta plaza y un récord nacional. Hoy por hoy no deben tener problemas para clasificarse para sus Juegos, aunque quizá sea pronto para pensar en ellas luchando por el podio.

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