‘El ciclismo bajo el nacionalsocialismo’, recuerdo de una época oscura

Aunque no ha sido hasta hoy cuando me he enterado de la existencia por una reseña en rad-net, ‘Radsport im Nationalsozialismus’, es decir, ‘El ciclismo bajo el nacionalsocialismo’, es un libro que fue publicado hace varios meses y que culmina el trabajo investigador de Dieter Vaupel, un estudioso sobre esta época oscura del ciclismo alemán… y de toda la humanidad.

Vaupel establece una fecha clave, el 13 de abril de 1933, cuando el ciclismo alemán pasó de la federación tradicional, la BDR, a integrarse en la DRV, una institución de marcado carácter nazi y que incluso tuvo como ‘líder’ -que era el término que se usaba en lugar de dirigente- a Viktor Brack, Oberführer de las SS, asesino en masa y ejecutado tras el Proceso de Núremberg.

Y aunque hubo deportes que tuvieron un uso más propagandístico, como el fútbol o el boxeo, el ciclismo no le fue atrás. Y el caso más significativo fue el de Toni Merkens, campeón olímpico de velocidad en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, el gran escaparate de la propaganda nazi, y que siempre se distinguió por su apoyo al régimen.

Pero también se habla de otra gran estrella que fue el ejemplo contrario, Albert Richter. Campeón del mundo de velocidad amateur en 1932, no estuvo en los Juegos de Berlín porque en aquella época era ya profesional. Sus éxitos le permitieron gozar de una gran popularidad en todo el país… salvo para los jerarcas del Tercer Reich ya que se negaba a realizar el saludo nazi, e incluso tenía un preparador judío, Ernst Berliner, con el que permaneció vinculado incluso después de la huida de este de Alemania.

Tras la declaración de la Guerra, Richter no quiso alistarse y fue detenido cuando intentaba salir del país, con una importante suma de dinero, quizá para su entrenador. Todo habla de una delación, pero tras ser enviado a la cárcel, fue hallado muerto pocos días después… y borrado de la memoria del deporte alemán, aunque ahora mismo da nombre al velódromo de Colonia y es uno de los escasos ciclistas que figuran en el Salón de la Fama del Deporte Alemán. Por cierto, su historia se recoge en el reportaje ‘Albert Richter, el campeón que dijo no’, que insertamos a continuación.

Vaupel termina criticando a la BDR actual por no haber abordado el tema, aunque Martin Wolf, secretario general de la federación alemana, declaraba en rad-net que “es un libro que vale la pena para cualquiera que quiera entender y aprender algo de la historia. Por eso, acogemos con gran satisfacción la publicación de este libro".

Desgraciadamente, esta publicación, de 224 páginas, solamente está disponible en alemán y no parece probable que se vaya a traducir. Además, al estar solo editado en formato físico, no se puede aplicar la traducción automática que tan buenos servicios nos presta en otras ocasiones a pesar de sus limitaciones.

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