Unos criterios que, en general,
son bastante negativos para el ciclismo en pista, por mucho que se mantenga
el máximo total de 190 participantes, con paridad de géneros, 95 hombres y 95
mujeres, en un evento que contará con las mismas seis disciplinas que en las
dos últimas ediciones: velocidad individual y por equipos, keirin, ómnium,
madison y persecución por equipos.
Es en la pormenorización en donde
se notan los recortes, comenzando por la persecución por equipos, que en
París 2024 había aumentado su presencia a diez equipos y que en Los Ángeles
volverá a tener ocho naciones, un número ínfimo y que puede resultar
desmotivador para muchas naciones, que pueden preguntarse si merece la pena
realizar un esfuerzo en esta prueba tan técnica que, además, es la llave de
clasificación para el fondo.
Estas ocho naciones
clasificarán también para la madison, donde el número de parejas también se
reduce ya que el ranking olímpico correspondiente sólo permitirá la
clasificación de las seis mejores, para un total de 14 países en lugar de los
15 que se dieron cita en París.
En cuanto al ómnium, y a diferencia
de la madison, las ocho cuartetas clasificadas no tendrán representante ‘per
se’: necesitarán conseguir la clasificación por la madison, estando entre
las seis mejores del ranking antes mencionado, o entre los 13 mejores del de ómnium.
Sea como fuere, solamente 19 participantes, ¡¡¡tres menos que en 2024!!!,
algo que no tiene ninguna explicación ni justificación, y más cuando las
normas deportivas deben tender a la máxima participación. Y en un velódromo ‘caben’
24 pistards.
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| La reducción de las cuartetas, perjudicial para todos |
En las pruebas de velocidad también
habrá cambios, con ocho equipos por sexo, que permitirán obtener dos plazas individuales
en keirin y velocidad. Para los que no consigan entrar por esta vía, se
simplifica el sistema ya que se realizará un ranking olímpico conjunto que
determinará las 14 plazas restantes, que permitirán competir en las dos disciplinas,
para un total de 30 participantes. Eso sí, beneficiando a las ciclistas que destaquen en ambas disciplinias en perjuicio de las especialistas en una de ellas.
También se mantiene la norma de
que si no hay representante de un continente -léase, África- en los eventos de
fondo o resistencia, el mejor Comité Olímpico tendrá derecho a una plaza en
cada una de estas categorías, pero quitándosela al último equipo clasificado por
derechos deportivos. Algo que nunca ha tenido sentido, y menos aún ahora
con la reducción de plazas.
Esta Normativa también regula el
máximo de deportistas por país, ocho de cada sexo con la posibilidad de
sumar un único corredor adicional inscrito en otra disciplina ciclista y que
realmente haya competido. En cualquier caso, una situación menos rígida que
la de París y que llevó a situaciones de falsear una disciplina deportiva por
poder contar con un deportista adicional en otra.
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| Un sólo ranking en velocdad |
Como era ‘vox populi’, el
Mundial de Shanghai 2026 ya otorgará puntos de clasificación, lo mismo que el Super
Mundial de 2027, en Saint-Quentin en Yvelines. Junto a ellos, las
ediciones de los respectivos Campeonatos Continentales de 2027 y 2028, y los
dos mejores resultados en la Copa del Mundo de Pista de la UCI en cada una de
las temporadas 2027 y 2028. Con ello, el plazo de calificación transcurrirá
de 14 de octubre de 2026 a 10 de abril de 2028
Es decir, un sistema idéntico
al que se aplicó en las dos últimas ediciones olímpicas, aunque con una
importante novedad, el factor corrector respecto al ranking UCI. Y es que se
mantiene el 0,75 para los Continentales (y aun así, sigue siendo muy injusto
para Europa), pero los resultados de los Mundiales dejarán de multiplicarse por
1,5 y se considerarán tal cual, como los de la ahora llamada Copa del
Mundo.
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