La ilusión de Aragón por incrementar su presencia en la pista nacional

Con las medallas de plata en velocidad y de bronce en 500 metros y keirin a cargo de la cadete María Caraballo, Aragón volvía a tener protagonismo el año pasado en el podio de los Campeonatos de España. Y este año, daban un paso más, con la participación de cuatro ciclistas aragoneses, la mencionada Caraballo ya como junior y los cadetes Pedro Junior Guardia, Guillermo Tame e Irati Pablo, aunque desgraciadamente no pudieron tener tanta presencia, en parte por la suspensión del Campeonato a causa de las goteras.

Y es que Aragón lucha por mantener su presencia en el mundo de la pista, que fue en algunos momentos muy importante. Y todo ello se debe en gran medida a César Latorre, desde el Club Ciclista Iberia y desde la Federación Aragonesa. “El ciclismo en pista está muy olvidado en Aragón, donde heredamos una Federación totalmente desbaratada y en donde ha costado mucho sacar proyectos adelante”, nos cuenta una persona que, pese a todo, se desvive por una disciplina en la que brilló en sus años de amateur.

Guardia y Caraballo, por un lado, De Pablo y Tame, por otro, flanqueando
a César Latorre, delegación aragonesa en el Nacional. Foto: RM

“Aparte de estos chavales, tenemos cuatro o cinco ciclistas de escuelas que en dos o tres años pueden estar compitiendo. Pero nuestro velódromo no da para mucho. La suerte que tenemos es que Tafalla no nos pilla muy lejos, especialmente a Irati, que es de cerca de Tarazona, de Ainzón concretamente. Y siempre nos dan facilidades para ir. Pero en Zaragoza es muy complicado entrenar. Y eso que los chavales se dan cuenta de que mejoran bastante cuando ruedan en el velódromo, incluso lo ven desde las gradas cuando observan a sus compañeros”. Esa mejora se plasma en la competición, ya que este año han estado en los Juegos Deportivos de Navarra lo que les ha permitido tener ese ‘plus’ que necesitaban de cara a los Campeonatos de España.

Pero volviendo al velódromo de Zaragoza, tiene graves problemas en cuanto a grietas y baches, incluso algunos dejando aparecer el musgo, y Latorre nos recuerda además que “dicen que está afectado por la aluminosis, y por eso no hacen nada, pero es algo que llevo oyendo desde que corría”. En este sentido, destaca que “Luis -Marquina, el presidente de la Federación- se está moviendo mucho entre los políticos, y esperamos que algún día se pueda hacer algo”. De momento la declaración de Zaragoza como Capital Europea del Deporte en el año 2027 podría ser la llave que abra la puerta de un interés político por nuestro deporte y que redunde en ese tan necesario velódromo.

Latorre reconoce que “en las actuales condiciones es muy complicado realizar más actividades de pista. Aquí las distancias son mucho mayores que en Madrid, y al ser un velódromo descubierto nos perjudica la climatología, no es agradable entrenar en invierno por el frío. Además, es complicado convencer a los técnicos de las escuelas de Aragón, que son muy reacios para que prueben en la pista, sobre todo si está en esta situación. Muchas veces he pensado en hacer algún tipo de competición, de convivencia, pero resulta imposible organizar pruebas de pelotón. Por ello es algo fundamental tener uno mejor”. También se refiere a que “en la Aragonesa sólo tenemos seis o siete bicicletas de pista para que probasen”, aunque siempre se puede comenzar con las de carretera, como se ha hecho en otras muchas Federaciones.

Pero por ilusión que no quede -y en eso pocos le ganan a César- y de momento Aragón lució en la medida de lo posible en el pasado Campeonato de España y ojalá pueda incrementar su peso en el ciclismo en pista nacional en los próximos años.

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