Después de la decepción que supuso su actuación en París 2024, tras haber obtenido el oro olímpico en Tokio, a sus 31 años Kelsey Mitchell afronta una nueva etapa en su carrera, como patinadora, según reconoce en una entrevista con Radio-Canadá Sports, aunque sin renunciar a Los Ángeles 2028.
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Este reel en su cuenta de Instagram es, de momento, el único testimonio gráfico de su cambio deportivo |
En noviembre pasado, Mitchell decidió saltar al hielo -en el
óvalo olímpico de Calgary- para ver si tenía algún talento natural para el
patinaje de velocidad, pero según admitió, “soy como Bambi sobre hielo. Puedo
hacer todos los ejercicios de suelo. La posición es similar a la de la
bicicleta. Depende mucho de la fuerza de la parte inferior del cuerpo. Pero
me sentí muy desequilibrada, no he trabajado los músculos de mis pies y
tobillos. Necesito patinar antes de correr”.
Y aunque son bastante frecuentes -y más en un país como
Canadá- los casos de deportistas que compatibilizan ambas disciplinas -por ejemplo,
su hasta hace poco compañero de selección Vincent De Haître-, no es normal
el paso del ciclismo al patinaje. Eso sí, no quiere comparaciones con la mítica
Clara Hughes: “No le falten el respeto de esa manera”.
El objetivo de estar en los Juegos Olímpicos de Milán está
muy lejos, pero nadie olvida que desde que montó por primera vez en un
velódromo hasta ser campeona olímpica pasaron poco más de dos años. “Estoy
muy lejos, pero voy a hacer lo que hice con el ciclismo. Darlo todo, tratar
de mejorar cada día, tener ese objetivo final, pero es el trabajo diario lo que
amo”.
Pero, como decíamos, no renuncia al ciclismo ni a Los Ángeles.
“No puede salir nada negativo de esto. Necesito un descanso, todavía estoy
entrenando la parte inferior de mi cuerpo. Seguiré yendo a bicicleta, nada
específico para sprint, pero sí cosas que serán beneficiosas para la parte
inferior de mi cuerpo. Mi plan sigue siendo llegar a LA 2028. Creo que lo
mejor que puedo hacer es tomarme un descanso del ciclismo las 24 horas del día,
los siete días de la semana y permitir que mi cuerpo se reinicie. Cuando
termine, creo que empezaré a extrañar el ciclismo otra vez. Lo ideal sería
después de los Juegos Olímpicos de Invierno”
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