Veronika Jabornikova, la difícil carrera de una velocista en Chequia

Aunque sin tanta repercusión como otras velocistas que ya hemos presentado, la checa Veronika Jabornikova (Breclav, 2 de febrero de 2001) también ha tenido protagonismo en las primeras competiciones del año, en especial con una medalla de plata en el keirin de la Copa de las Naciones de Konya, donde también batió el récord nacional de la velocidad por equipos, junto a su hermana Anna y a Sára Peterka

En TrackPiste ya la conocemos, ya que fue una de las rivales de Helena Casas en la clasificación olímpica del keirin para París, aunque a la hora de la verdad ni la checa ni la catalana pudieron conseguir esa última plaza, que fue para la joven malaya Nurul Izzah Izzati Mohd Asri. Una oportunidad que no quiere dejar escapar dentro de cuatro años. “Los Ángeles es el objetivo principal hacia el cual dirigimos todo”.

La historia deportiva de Jabornikova, que rescatamos de la web de CzechCycling, es bastante curiosa. A los doce años comenzó a competir en carretera, pero “no lo disfruté mucho, o mejor dicho, nada”, por lo que lo cambió por el atletismo. Solamente que su hermana Anička -tres años más joven- sí mostró interés y con buenos resultados. “Sus éxitos me dieron un empujón. Y pensé que sería bonito viajar juntas”.

"¿Pasar cinco horas sobre el sillín? No es para mí" 

Pero no fue en la carretera sino en la pista donde ambas pudieron desarrollar sus mejores cualidades. “Disfruto de la carretera siempre que no dure más de dos horas. Puedo imaginarlo como una compensación por el entrenamiento en pista. ¿Pasar cinco horas sobre el sillín? No es para mí. La pista me llena. Es más rápida, más dinámica. Superar tiempos, superar límites... Disfruto especialmente de la velocidad.

Fotos: Czech Cycling / Arne Mill

No obstante, la checa es consciente de que su disciplina es complicada. “A veces, no sólo yo, sino todos los ciclistas de pista, nos preguntamos por qué practicamos deporte con recursos limitados, y más aún en una situación en la que las oportunidades de entrenamiento no son muy buenas. Pero la pista es mi pasión. Y cuando ganas una medalla, es un gran estímulo. En la Copa de Naciones demostré que puedo competir con los mejores. A pesar de todos los obstáculos que plantea el ciclismo en pista en la República Checa. Y eso me complace”.

Unos obstáculos que puede salvar en verano entrenando en la pista de hormigón descubierta en Brno, pero que en invierno le obliga a dedicarse casi exclusivamente al gimnasio y a la bicicleta estática, o a pasar mucho tiempo en el extranjero. “Estuvimos en Dinamarca unas semanas y luego en Bélgica, donde tuvimos la gran oportunidad de entrenar con la selección nacional allí. Incluso participamos en el campeonato belga. Tienen grandes corredores de resistencia, pero no tantos velocistas. Así que estaban felices por nuestra presencia. Lamentablemente, el velódromo de Viena, donde fui cuando era junior, fue demolido. Llegábamos enseguida y podíamos salir dos días a la semana. Ahora tenemos que viajar distancias más largas”.

Jabornikova se siente feliz también con la llegada de su hermana y de Peterka. “He entrenado sola durante mucho tiempo y estoy feliz de que hayan crecido y podamos competir juntas. Estamos configuradas de la misma manera y es algo que aprecio”, aunque en el keirin fue su esfuerzo individual. “Puede mantener la calma. Había tantas variables que no tenía ningún plan. Sólo quería tener una buena carrera. Y funcionó perfectamente”.