Publicamos un nuevo vídeo de GCN en nuestra sección ‘¿Quieres hacer pista?’, en esta ocasión referido a cinco habilidades necesarias para el ciclismo en pista.
Los presentadores y protagonistas habituales de vídeos
anteriores, Manon Lloyd y Alex Paton, en esta ocasión junto a Conor Duune,
partes de la premisa de que “muchos conocemos las habilidades básicas
necesarias para el ciclismo de carretera, y nos han ayudado mucho a
convertirnos en ciclistas competentes”, pero se preguntan “¿qué pasa cuando
aplicamos esas habilidades en interiores, por ejemplo, a un velódromo? ¿Se
transfieren o tenemos que empezar de cero?”
La primera habilidad es rodar en pelotón, que es
diferente en carretera que en pista. “Estar cerca de otros ciclistas y no tener
frenos puede ser un poco intimidante, pero si quieres competir en pista y
participar en carreras en grupo, es una habilidad que tendrás que desarrollar”,
dice Lloyd, quien destaca que “no es necesario empezar en un grupo de 20
pilotos y quedarte en medio”.
Hay que comenzar yendo detrás de otro ciclista, continuar
reduciendo la distancia hasta acercarte lo más posible, pero sin golpear la
rueda. Posteriormente mantener el contacto físico con otros ciclistas
-codos, cabezazos…- que se puede practicar primero en la zona de seguridad en
la parte inferior de la pista. “Algo que te dará mucha confianza cuando ruedes
en un pelotón”.
La parada en pista -'track standing' en inglés o 'surplace' en francés- es el arte de mantener el equilibrio sobre la bicicleta
en una posición estática, sin pedalear y sin que los pies toquen el suelo. Aunque
es habitual verlo en ciclistas detenidos ante un semáforo, en las carreras en
pista, los velocistas lo usan para obligar a que su rival se sitúe por delante
y así obtener la ventaja de rodar detrás.
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Típica imagen de 'surplace'. Foto Wikipedia |
La cadencia es otro aspecto importante del ciclismo en
pista, y puede variar mucho según el ritmo del grupo, desde 50 o 60 rpm hasta
130 o más. “Al principio te resultará un poco extraño, por eso es importante
elegir el desarrollo óptimo”, explica Duune, quien da un consejo: cuatro
minutos en la carretera, empezando a 95 revoluciones por minuto y, cada 30
segundos, aumenta la cadencia cinco revoluciones por minuto hasta llegar a 130,
“una buena forma de acostumbrar las piernas a esa sensación”. Y
aprovecha para recordar ese axioma del ciclismo en pista de no pedalear hacia
atrás.
“Cuando llegué por primera vez a un velódromo, no podía
creer lo empinado que es el peralte”, recuerda Duune. Suelen ser 40 grados
o más, como una pared. “Pero no te desanimes, porque hay muchos ejercicios que
puedes hacer para acostumbrarte a la pendiente. Al principio, debes
acostumbrarte a la línea negra, luego ir subiendo a la roja y luego a la azul,
ganando confianza poco a poco. Al principio, te sentirás un poco raro, pero
a medida que te acostumbres a rodar, no tendrás ningún problema”.
El peralte es una excelente manera de ganar velocidad en
una prueba de pista., con esa aceleración que se produce al bajar y
lanzarte para una vuelta rápida. Y al contrario, ayuda a reducir la velocidad,
sobre todo cuando se rueda en grupo y hay un relevo.
El vídeo termina con Lloyd explicando una última
habilidad, levantarse del sillín. “Al levantarte en una bicicleta de pista,
debes pedalear con suavidad y evitar la tentación de ir a rueda libre. También
puede ser un poco intimidante levantarse del sillín en las pendientes
pronunciadas”, por lo que recomienda empezar simplemente de pie en los tramos
llanos de la pista, es decir, en la recta de meta y contrameta, primero
sentándose en los peraltes y luego también haciéndolo en estos tramos. “Antes
de que te des cuenta, podrás dar una vuelta completa sin sentarte. Recuerda, como todas las
habilidades, esto requiere práctica”.
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