Entrenamiento tras moto: algo muy distinto a un espectáculo circense

No es muy habitual leer artículos técnicos sobre pista en la prensa española. Pero casi es mejor que no se escriban a que sean un cúmulo de sinsentidos, exageraciones y afirmaciones interesadas con el único fin de sensacionalismo barato y en definitiva, lograr un puñado de visitas más, que en definitiva se ha convertido el objetivo de muchos medios que en su día fueron periodísticos, pero que ahora valoran más otras cosas. Por eso no voy a hacer ninguna mención más concreta, simplemente intentar exponer qué es el entrenamiento tras moto, para los que todavía agradecen lo que es la información.

Mora, en un entrenamiento tras moto. Foto: Fed. Española

De entrada, y aunque parezca obvio, no es un espectáculo circense, en el que el artista se juega la vida en el alambre. Es cierto que es una práctica que tiene su riesgo… como cualquier otra que se desarrolle sobre un vehículo que tiene un contacto de apenas 2 centímetros de ancho sobre el suelo y que se incrementa lógicamente con el aumento de la velocidad, aunque a diferencia de lo que es bajar un puerto o del descenso en BTT, tiene un recorrido más previsible, con un firme bastante más homogéneo -aunque algunos velódromos dejen mucho que desear en sus transiciones-, y sin obstáculos potencialmente mortales junto a la vía. Pero sus beneficios son infinitamente superiores a esos “errores que se pagan caro”.

El trabajo tras moto está planificado, como cualquier tipo de preparación ciclista hoy en día, pero tampoco necesita una guía operativa de decenas de páginas de instrucciones para su realización diaria en una sesión de entrenamiento, simplemente saber con qué desarrollo se va a trabajar, a qué velocidad, lo que implica una cadencia. Y durante cuánto tiempo. De forma más o menos continua o con series específicas. Y la comunicación con el técnico que conduce la derny -que no es un donnadie sin experiencia- es total, por si hay que cambiar o improvisar en cualquier circunstancia. No es ponerse a ciegas tras la máquina y que Dios nos pille confesados… aunque esto suene más atractivo para lectores neófitos o ignorantes. Por cierto, no es algo exclusivo de pistards y velódromos: todos los ruteros suelen entrenar así cuando preparan sus principales citas, y lo suelen hacer en carretera abierta y no sólo tras moto, también tras coche.

¿Con que objetivo? Entrenar tras moto permite alcanzar y mantener velocidades superiores a las que el ciclista podría lograr solo, con menor desgaste energético, lo cual incrementa la capacidad de realizar esfuerzos de alta intensidad, aumentando la cadencia (y la técnica y eficiencia, que no se olvide) de su pedaleo, o para poder probar con desarrollos de competición. Aparte de ello hay otras mejoras neuromusculares para responder a los esfuerzos y a los cambios de ritmo o incrementar la capacidad de concentración. Tampoco debemos olvidar que la moto facilita mantener ritmos precisos y constantes -sobre todo en un velódromo en el que no suele haber injerencias que sí podrían encontrarse en carretera-, lo que redunda en la calidad del entrenamiento.

Tras derny... pero en competición. Foto: SD Berlín

En el caso concreto de los velocistas, también sirve para hacer simulaciones suprimiendo el ‘gasto’ del aire, o entrenando situaciones de remontada. Y no debemos olvidar que no sólo entrenan tras moto, sino que muchas veces es el propio piloto de la derny el que lanza al corredor empujándole por la espalda, con lo cual se incrementa la velocidad y se potencia aún más todo el trabajo explicado anteriormente… o permite escribir otro artículo circense.

Y lo que es una pena es que aspectos que podrían dar para amplios reportajes de interés (seguridad frente a aerodinámica en los cascos, la dicotomía ciclista-bicicleta para el trabajo aerodinámico, o los diferentes roles del CMC según qué corredores…) se expongan de forma secundaria para completar este más que prescindible texto. Por cierto: también sigue habiendo en muchos lugares competiciones tras moto, que pueden ser simples dernys o motos de gran cilindrada. Y este fin de semana hay dos Campeonatos de ambas disciplinas en Alemania y sólo de 'stayer' en Francia, para el que quiera disfrutar del espectáculo… deportivo.

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