Velódromo de Salamanca: ni homologado en 2017, ni lo sería en 2025

Baches y grietas en la pista. Foto: La Gaceta de Salamanca

La publicación por parte de Onda Cero Salamanca de un reportaje hace dos días sobre la situación del Velódromo Agustín Tamames en la capital charra, parecía indicar algún tipo de movimiento para reactivar este recinto, inaugurado en marzo de 2016, pero sin apenas uso desde ese momento ya que, debido a sus problemas, no fue homologado.

Y es que el reportaje del medio salmantino se titulaba con un contundente “La Real Federación Española de Ciclismo rechaza homologar el velódromo Agustín Tamames de Salamanca”, sin hacer ni una sola mención de fechas, por lo que se puede entender como una inspección reciente. Sin embargo, se trata del proceso de homologación que se solicitó en 2017, al que fueron, efectivamente, dos árbitros españoles, y que no salió adelante por los problemas del recinto que, en estos momentos, no se han solucionado… ni tienen visos de que se vayan a resolver en breve.

La línea de llegada... al principio de la recta. Cedida

El primero es que el velódromo se construyó de una forma muy básica, y carece de tomas eléctricas y de vestuarios, que se encuentran en el polideportivo anexo. Una incomodidad, pero que no impediría su uso, aunque lo ideal es que se solucionara.

La colocación de la línea de llegada a la entrada de la recta (saliendo de la cuerva 4) en vez de al final de la misma, es lo típico que te puede hacer reír por no ponerte a llorar. Eso sí, al contrario de lo que se indica en el reportaje, no obliga a rodar al revés. También tendría una fácil solución con el repintado de la misma.

El tercero es la construcción, por lo que se filtran las humedades y aparecen todo tipo de grietas y baches en la pista. Algo desgraciadamente muy habitual en buena parte de los velódromos nacionales, que en este caso sí obligaría a una inversión mayor para no estar reparando día tras día, y más en una zona tan expuesta a los rigores invernales. Algo de lo que nos consta que ya se advirtió en su momento.

Varios metros de caida desde la balaustrada exterior. Cedida

Por último, el más grave es el de la seguridad, que afecta a las balaustradas interior y exterior. Especialmente problemático es esta segunda, como se ve en la imagen, ya que las vallas no sólo apenas ofrecen protección, sino que hay una caída hacia el exterior de varios metros. Afortunadamente este tipo de accidentes no son muy frecuentes, pero en estas circunstancias sí serían muy graves. Y en cualquier caso obligan a una actuación ineludible. Aparte de aumentar la altura de la balaustrada, sería obligatoria la instalación de una red exterior, según las nuevas normas de la UCI.

En definitiva, una homologación que fue imposible en 2017 y lo será en cualquier momento mientras que no se resuelvan estos problemas… afortunadamente todos solucionables si hay dinero de por medio.

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