Y es que el plan de la UCI consistía en negociar las tres
sedes de cada una de las próximas tres ediciones (2026, 2027 y 2028),
aunque sin indicar ninguna pauta en cuanto a la duración de cada compromiso o a
la distribución geográfica.
El velódromo olímpico de Saint-Quentin-en-Yvelines ya
había sido escenario de una manga de la Copa del Mundo -nombre que se
recupera este año en lugar del de Copa de las Naciones- en 2018. Y
aparte de los JJOO el pasado año, ha sido sede de dos Mundiales, en 2015 y
2022, y tendrá un tercero en 2027, como sede de las pruebas de ciclismo en
pista élite y junior y de paraciclismo correspondientes al SuperMundial de Alta
Saboya, pero que tuvieron que ser trasladadas al no haber ningún velódromo en
la región francesa.
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