Que la velocidad necesita un revulsivo a nivel internacional se demuestra por detalles como el que hemos vivido en este Europeo, con solamente dos selecciones presentes en la prueba por equipos femenina sub23, Gran Bretaña y Polonia, aunque oficialmente se repartieron las medallas. Y obviamente no es una tarjeta de visita para ser optimistas… aunque quizá tampoco tan negativos como este hecho podría aventurar, siempre que continúa el trabajo que se realiza en algunos países. Y para ello sí se necesitan alicientes, aunque este no es un tema nuevo en TrackPiste.
Por ello, es interesante echar un vistazo también a la
participación junior, donde hubo hasta ocho tríos femeninos, un número bastante más convincente, y con algunos
países ‘nuevos’ haciendo un trabajo bastante serio, como Italia, flamantes
campeonas, o Bélgica, medalla de bronce.
Claro que también nos tenemos que lamentar que Rusia siga
absurdamente vetada a nivel de equipos o que Países Bajos, la mayor
potencia continental femenina en la máxima categoría con permiso de Alemania,
no alinee equipos en las inferiores. Porque desgraciadamente pensar en que
haya velocidad femenina -incluso masculina- en naciones como Portugal,
Dinamarca, Suiza o Irlanda es, a día de hoy, utópico y es de agradecer que
trabajen para mantener su pujanza en el fondo.
¿Y en España? Aprovechemos el tirón del buen trabajo que se ha hecho con los juniors -aunque aún se esté lejos del estandar internacional- para intentar trasladarlo a las féminas, aunque es algo que debe trascender de la Federación, sino ser un objetivo más elevado.

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