Hace 57 años que se celebró por primera vez un Mundial de ciclismo en pista en Hispanoamérica. Fue en 1968, en Montevideo (Uruguay) y solamente las pruebas amateurs, ya que las profesionales tuvieron lugar en Roma. Posteriormente el Campeonato recaló en San Cristóbal, Venezuela (1977), Bogotá (1995) y Cali (2014), estas dos sedes colombianas, por lo que 2025 será la quinta vez que recale en la parte sur del continente americano.
Un recinto que se haya
Y aunque el recinto de San Juan se vendía como el mejor de Sudamérica, el de Peñalolén no tiene nada que envidiarle. Construido por Iglesis Prat Arquitectos e inaugurado en marzo de 2014 como parte de las instalaciones edificadas para los Juegos Suramericanos, un año más tarde recibió el Campeonato Panamericano de ciclismo en pista, para ser sede en diciembre de 2017 de la cuarta manga de la edición 2017-2018 de la Copa del Mundo de pista.
Obviamente se trata de una pista de madera, concretamente de Kerto, un compuesto de láminas de abeto, con una cuerda de 250 metros y una anchura de 7,07 metros, con unas inclinaciones máximas de 40,8ºen los virajes -una inclinación sensiblemente menor que la de otros velódromos como Konya, 45,5º, Izu o Ballerup, 45º, e incluso Saint-Quentin-en-Yvelines, 43,8º- y de 12º en las rectas. Una instalación que, de todas formas, se ha visto sometido a una remodelación y mejora para acoger el Mundial, y que tiene un aforo de 3.000 espectadores.
Y desde donde se podrá vivir dentro de exactamente un mes, del 22 al
26 de octubre, el evento más importante de la temporada.

No hay comentarios:
Publicar un comentario