La suerte de los campeones, tras un gran ómnium, estuvo del lado de Albert Torres, que logra su segundo ‘arco iris’ once años después

Foto: Movistar Team/Sport Cycling

Once años después de haberse proclamado campeón del mundo de madison, y también en Sudamérica, en Cali 2014 junto a David Muntaner, Albert Torres lograba hoy en Santiago el ‘arco iris’ en el ómnium, una prueba en la que había logrado el título continental en 2016 y 2017, así como el bronce mundialista también ese año, pero que le faltaba el refrendo del metal más valioso. Y ha llegado en un año complicado por las lesiones, en el que no sabía si iba a poder siquiera disputar esta prueba, pero en la que hizo gala de su experiencia, de su inteligencia y de su clase. Y todo ello acompañado de la fortuna, la suerte de los campeones, en un desenlace que pudo haberle privado del título, aunque le fue favorable.

Y es que Niklas Larsen se jugó su última baza escapándose en la parte final con Oliver Bleddyn. Los dos cogieron tal distancia que la victoria del danés en el último sprint le daría el título, adelantando a Torres por un solo punto, ya que en la posición en la que se hallaba el menorquín no tenía opciones de sumar más. Al australiano ni le iba ni le venía, pero se fue a por el ‘diez’, dejando a Larsen con un ‘seis’ que ni siquiera le valía para estar en el podio. Al final 133 para Torres, 131 para Kazushige Kuboki y para Lindsay De Vylder, con la plata para el japonés por mejor posición en el último sprint, mientras que el nórdico se quedaba con 130.

“Estoy muy feliz porque ha sido un año muy difícil por las lesiones, pero este final de temporada es inmejorable”, decía el menorquín al bajar del podio. “Tuve la ocasión de conseguirlo en 2014 en Cali y muchos años después volvemos a subir a lo más alto del podio, y esta vez acompañado de mi familia que ha tenido que hacer un viaje muy largo”. Torres reconocía que la clave “ha sido la regularidad durante toda la competición. En la puntuación intenté coger el bonus, pero hubo muchas alternativas. Y realmente hasta el final no sabía si había ganado o no”.

Podio con Torres, Kuboki y De Vylder. Foto: UCITrack/SWPix

El desenlace del scratch mostraba tanto las ganas como la experiencia de Torres, ya que en las últimas vueltas respondió bien a un ataque de Iúri Leitão con otro par de corredores más. Apenas duró tres o cuatro vueltas, pero la neutralización cerca de meta parecía que le iba a dejar sin opciones en el sprint. Pero el menorquín hizo el esfuerzo de recolocarse para el sprint y terminar cuarto, por detrás de e Kuboki, De Vylder y Juan David Sierra, cuya ausencia en la puntuación de ayer suponemos -ahora- que no fue por problemas físicos, sino por reservar, aunque al final tampoco tendría demasiado protagonismo.

Después de haber sido solo décimo en la prueba inicial, el alemán Moritz Augenstein tomó la iniciativa en la carrera tempo, siendo el único corredor que ganó vuelta, y además de forma muy rápida, para llevarse el triunfo y saltar hasta la tercera plaza de la general. Una prueba tras la cual el japonés mantenía el liderato, con 78 puntos, al ser segundo en la misma, pero el español, con 70, mejoraba una posición. Y es que tras el ataque de Kuboki que se llevó siete sprints consecutivos, Torres le sucedía, con seis ganados y ese tercer puesto en esta segunda prueba.

Torres, en uno de sus ataques. Foto: UCITrack/SWPix

La eliminación se saldaba con la victoria de De Vylder, que ganaba con esa fórmula cada vez más habitual de escaparse en solitario y dejar al resto la pelea por salvar las eliminaciones. Augenstein era segundo y Torres, tercero, con una novena posición del japonés que permitía que el español cogiera el liderato, pero con unas diferencias muy escasas entre los 4 mejores: 106, por 102 de Kuboki, 100 de Augenstein y 98 de De Vylder. Y sobre todo con muchos otros aspirantes a no demasiado distancia que podían ‘liarla’ si se iban a ganar vuelta.

Augenstein fue el primero en conseguirlo, en solitario, aunque se ganaron hasta 18 vueltas, con un buen control de Torres, aunque en algunos momentos nos ponía de los nervios, al verle demasiado tranquilo en determinados movimientos. El caso es que el español recuperó el liderato a mitad de carrera, pero con diferencias que no le permitían cantar victoria.

Así, a falta del último sprint totalizaba 133 puntos, por 131 de De Vylder y 127 de Kuboki, por lo que todo podía suceder. Lo que no esperábamos es que el ataque de Larsen plantease otro desenlace, que gracias a Bleddyn fue el mejor posible para el español.

Inscripciones y clasificaciones

No hay comentarios:

Publicar un comentario