Los equipos de velocidad de Países Bajos, masculino, y Australia, femenino, y Elinor Barker, en scratch, primeros campeones del mundo

El equipo masculino de velocidad de los Países Bajos, el femenino de Australia y la británica Elinor Barker, en scratch, son los primeros campeones en el Mundial de Pruszkow, que hoy se ha iniciado en esta localidad polaca. En lo que se refiere a España, la dupla femenina formada por Helena Casas y Tania Calvo quedaba novena, el trío masculino con Alejandro Martínez Juan Peralta y Pepe Moreno, decimotercero, mientras que Irene Usabiaga era undécima en el scratch.
Los cuatro velocistas 'oranje'. Twitter UCI Track
Países Bajos no solo demostró que es la indiscutible potencia en la velocidad masculina sino que en la final se quedó a menos de una décima (41.923) del record del mundo establecido en Aguascalientes por Alemania (41.871),lo que habla a las claras del gran momento de un equipo formado por Roy Van den Berg, Harrie Lavreysen y Jeffrey Hoogland, quinen dejaba paso a Matthisj Buchli en la primera ronda. Francia (Gregori Baugé, Sebastin Vigier, Quentin Lafargue/Michael D’Almeida) se quedaba a casi un segundo en la final (42.889), pero mejoraba su bronce del año pasado, en un torneo en el que la sorpresa fue Rusia (Alexander Sharapov, Denbis Dmitriev y Pavel Yakushevskiy) accedía al podio por primera vez en lo que va de siglo en esta disciplina, al superar en la final B a Alemania, en un torneo en el que selecciones como Gran Bretaña, Australia y sobre todo Nueva Zelanda decepcionaban, siendo quinta, sexta y octava, respectivamente, aunque los ‘aussies’ no alineaban en ningún momento a su principal hombre, Mathew Glaetzer, orientado hacia las pruebas individuales.
España, por su parte, no podía estar al mismo nivel que en los dos Mundiales precedentes, décima, aunque se quedaba cerca del objetivo que se habían marcado en tiempo: 44.544 frente a los 44.4 de su mejor tiempo de la temporada.
Morton y McCulloch. Foto: Australia Cycling
La versión femenina se presentaba más abierta, aunque ya desde la clasificatoria Australia (Karlie McCulloch y Stephanie Morton) y Rusia (Daria Shmeleva y Anastasiia Voinova) se presumían como las más fuertes, hasta verse las caras en la final, en donde se imponían con relativa comodidad las oceánicas 32.255 a 32.591, recuperando un cetro que no tenían desde 2011. La sorpresa de la prueba fue México, que con Luz Gaxiola, Jessica Salazar y Yuli Verdugo, se plantaba en la final B, aunque no podía superar a una Alemania, que con su nueva formación -Miriam Welte y Emma Hinze, se mostró muy sólida.
También en este torneo hubo bastante fiscos, aunque en este caso en la clasificatoria y no en primera ronda, como los hombres, con equipos como Polonia, Ucrania o Gran Bretaña sin superar el corte, lo que propició que España, aun sin hacer un buen tiempo (33.802) se quedase novena, a apenas 37 milésimas de superar a China, octava.
La tercera final del día -aunque la primera en orden cronológico- fue la de scratch en la que Elinor Barker sorprendía lanzando su sprint sin que la neerlandesa Kristen Wild tuviera tiempo -y fuerzas- para remontarla, demostrando que quizá no esté al mismo nivel que el año pasado, aunque su prueba objetivo es el ómnium. El podio lo completaba una habitual como Jolien D’Horre, por tercer año consecutivo medallista, pero aún sin pisar lo más alto.
Barker. Foto: Twitter UCI Track
La española Usabiaga se dejó ver bastante, siendo protagonista de uno de los pocos ataques de la prueba antes de la llegada, en compañía de la austriaca Verena Eberhardt, aunque sin pasar de la media vuelta de ventaja. Al final tuvo la suerte de burlar una caída de diez corredoras, que no afectó a las que estaban por delante, aunque quizá si influyó en que ciclistas como Amelie Didericksen, afectada por este motivo, no pudieran haber jugado su suerte.
La jornada se completó con el inicio de las pruebas de persecución. El nivel de la masculina quedó claro con la marca de corte de los ocho mejores, en 3:58.474, a la que no llegaron países como Bélgica, Italia -vigentes campeones continentales-, Rusia o Francia.
Australia marcaba el mejor tiempo en la clasificatoria (3:52.152) por delante de Gran Bretaña (3:53.879) con Dinamarca y Nueva Zelanda en las siguientes posiciones como era de esperar. En la primera ronda, las dos selecciones favoritas bajaron sus tiempos a 3:51 confirmando su presencia en la final. Dinamarca mantuvo su nivel para plantarse en la lucha por el bronce; no así los ‘kiwis’ que destrozaron su equipo en su prueba y se quedaron fueras de esa final, en la que sí estará Canadá (3:54.6) demostrando su progresión.
En cuanto a las féminas, Australia y Gran Bretaña ratificaron su condición de favoritas, con unos tiempos de 4:14-915 y 4:15.618, muy por debajo del resto de las selecciones y mañana tendrán que superar a Italia y Nueva Zelanda para ratificar su pase a las finales. Para la final B se tendrán en cuenta los tiempos de las dos selecciones derrotadas, así como el de los enfrentamientos Canadá-Bélgica y Alemania-Estados Unidos, quienes, sin Chloe Dygert, estuvieron muy lejos de las prestaciones del año pasado (4:25.387 lo que les suponía la séptima plaza).

Segunda jornada: Peralta y Calvo en acción
Aparte del desenlace de las persecuciones por equipos, la segunda jornada del Mundial (14:30 a 17:09 y 18:30 a 21.21, esta sesión en directo por Eurosport) dirimirá otras tres competiciones más, aunque una de ellas, la velocidad femenina, se prolongará hasta el viernes.A tenor de lo visto en las Copas del Mundo, la hongkonesa Sarah Lee Wai Sze y la australiana Stephanie Morton –subcampeona en 2017 y 2018- son las dos principales favoritas, en una prueba en la que se dejará sentir especialmente la ausencia de Kristina Vogel vigente campeona olímpica y ‘arco iris’ en las dos últimas ediciones.
Juan Peralta. Foto: Fed. Española
La ucraniana Olena Starikova, la rusa Daria Shmeleva, la francesa Mathilde Gros e incluso la alemana Emma Hinze son otras ‘outsiders’ a tener en cuenta, con
Tania Calvo como representante española en liza, con el objetivo de hacer el mejor 200 posible y, como poco, superar la ronda de dieciseisavos. Todo lo que llegue de más, bienvenido sea.
En cuanto al keirin, la gran novedad es que estrena sistema de competición en cuatro rondas, con clasificatoria, repescas y cuartos por la mañana, y semifinales y finales por la tarde. El ganador de la Copa del Mundo –y de las pruebas de Berlín y Londres-, el neerlandés Mathijs Buchli, es el gran favorito, bien respaldado por su compatriota Theo Bos, ganador en Hong Kong, aunque en Cambridge se vio muy fuerte también al neozelandés Edward Dawkins, que sin embargo hoy no ha estado a ese mismo nivel. Otro hombre a tener en cuenta es el australiano Mathew Glaetzer, aunque no termina de tener en el keirin la misma explosividad que tiene en velocidad, y por supuesto el malayo Azizulhasni Awang, campeón en 2017, sin olvidarnos de algún japonés. El último campeón , el colombiano Fabián Puerta, no será de la partida, por su sanción por dopaje, lo mismo que dos veteranos ilustres en esta especialidad como el francés François Pervis y el alemán Max Levy.
El representante español será Juan Peralta, que como nos decía antes de partir, confía en poder meterse en semifinales, “y de allí, a lo que salga”, aunque sabe que no es tarea fácil. El año pasado fue undécimo en Apeldoorn.
Finalmente, el scratch masculino, que no tendrá representación española, al no haber clasificado, en una prueba que ha cosechado buenos resultados hispanos en los últimos años, como la segunda plaza de Albert Torres en 2015 y, sobre todo, el oro de Sebastián Mora un año más tarde, sin olvidarnos de la séptima plaza de Xavi Cañellas en el último Mundial.
Los dos últimos campeones, el bielorruiso Yauheni Karaliok y el polaco Adrian Teklinski, el griego Christos Volikakis, el ucraniano Roman Gladysh, el australiano Sam Welsford, el británico Mathew Walls, el italiano Michele Scartezini o el belga Moreno De Pauw son algunos de los principales contendientes.

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