Velódromos en España (III): Tomelloso, referencia actual aunque muy insuficiente en Castilla-La Mancha; Valdepeñas, ¿como será el futuro?

Tengo un grato recuerdo del velódromo de Tomelloso. No en vano fue allí donde, hace veinte años, con ocasión de un Campeonato de España junior -el último evento oficial celebrado en aquella Comunidad-, mi entonces incipiente afición por la pista se convirtió en algo muy profesional, como ya expliqué hace tiempo en Uluru. Pero no es ese recuerdo el motivo de esta entrada, sino continuar la serie sobre el estado de los velódromos nacionales, centrándonos en esta ocasión en Castilla-La Mancha.

Velódromo de Tomelloso. Foto: FCCM

Y es que el de Tomelloso sigue siendo la principal referencia hoy en día en esta Comunidad, que no ocupa un lugar de honor dentro del ‘status quo’ del ciclismo en pista nacional, pero que a base de voluntad desarrolla una notable actividad con los más jóvenes -hasta cadetes-, a través de su Torneo Intervelódromos que, aparte de Tomelloso y de Daimiel -las dos únicas instalaciones que pueden ser denominadas realmente como velódromos- tiene sedes en pistas mucho más modestas como Villarrobledo, Socuéllamos o Almansa, y muchas veces usando bicicletas normales de carretera.

A pesar de que no le vendrían mal algunas mejoras, el velódromo de Tomelloso, de una cuerda de 250 metros, mantiene un estado de conservación aceptable y es donde entrenan los componentes de las selecciones castellano-manchegas de cara a los compromisos nacionales. Eso sí, Pepe Moreno, que vive en la cercana Ossa de Montiel, no lo suele usar, “porque no tiene apenas peralte y no es apto para los velocistas”. Lejos quedaron los sueños del ex profesional y ahora seleccionador nacional junior, Paco Cerezo, de intentar cubrirlo, cuando era concejal de Deportes de su localidad natal.

Velódromo de Daimiel. Foto: FCCM

Muy similar en cuanto a su diseño y condiciones es el velódromo de Daimiel, construido en 2004, con cuerda de 250 metros y peraltes de 38 grados, y en el que también pueden adentrarse aquellos que se quieran iniciar. Por cierto, en estos días se están realizando algunas obras de mantenimiento.

Hay en Castilla-La Mancha un tercer velódromo en construcción, en Valdepeñas, y cuya segunda fase se ha aprobado en los presupuestos del presente ejercicio y que debería estar finalizado a lo largo de este año, encuadrado dentro de la Ciudad Deportiva de este municipio. 

También de 250 metros sin que en su construcción se pueda adivinar algún tipo de mejora respecto a lo ahora existente, sin que tampoco se pueda presumir un uso distinto al de los existentes, salvo en la declaración de los promotores de acoger competiciones de más nivel… aunque todo dependerá de las ganas con las que se inicie el trabajo y del mantenimiento que se le de a la instalación que, en definitiva, es lo que termina decidiendo la suerte de los velódromos en España.