Velódromos en España (XVI): Baleares, el mejor presente en pista

El Palma Arena, en febrero de 2007. Foto: Palma Arena

Para una gran mayoría, Palma Arena es sinónimo de uno de los más graves casos de corrupción política en nuestro país. Pero para los aficionados al ciclismo en pista, su nombre es sinónimo de aquellos Mundiales de 2007, jalonados con el histórico triunfo de Joan Llanerasdespués de una carrera contrarreloj para terminar el recinto a tiempo y que supuso que pocas semanas antes los Campeonatos de España, la primera competición oficial en su interior, se disputasen con polvo de serrín y cemento en el aire debido a que todavía encontramos operarios en el interior trabajando a destajo.

Precisamente por ese mal recuerdo, a finales del año pasado la Asamblea Balear del deporte decidía cambiar su nombre por el del Velódrom Illes Balears, descartándose el nombre que habría sido de justicia, el de Joan Llaneras: aunque sé que al de Porreres está idea le horrorizaba, algún día habrá que reconocerle sus méritos como mejor pistard español de todos los tiempos bautizando el velódromo con ese nombre mucho más emotivo.

La madison del Mundial. Foto: Román Mendoza para RFEC
Pero no adelantemos acontecimientos. Hoy en día, se trata del mejor recinto de toda España –a pesar de que la rapidez de su construcción originó algunos problemas técnicos que retrasaron su homologación definitiva, ya que para el Mundial se dio una provisional-, con un aforo de más de 5.000 espectadores, algo menos que el Luis Puig y su único ‘pero’ es su ubicación, ya que el acceso a Valencia es mucho más económico que a Palma, razón por la que los últimos Nacionales –y los próximos este año- han tenido lugar en la Península. Quizá sea también una de las razones por lo que el Centro de Alto Rendimiento de ciclismo, un proyecto ilusionante que comenzó a funcionar en este recinto auspiciado por Llaneras con la denominación STRYC, se fuera diluyendo por falta de apoyo político y económico… y vuelva a establecerse en la capital del Turia. Un tema que merecería sin duda otro post.

Melia y Escuredo, en el Nacional de 2004.
Foto: Román Mendoza para RFEC
Independientemente de la falta de concentraciones en los últimos años de la selección española y de que otros equipos nacionales prefieran cada vez más otros escenarios para preparar los Mundiales –el velódromo portugués de Anadia es un valor en alza-, a nivel doméstico la actividad es muy intensa en la pista palmesana, principalmente a cargo de la Escola Ciclista Joan Llaneras y de la propia Federación Balear, con dos días para los más pequeños, otros dos para los mayores e incluso los viernes para otros clubes. Eso, por no hablar de la actividad competitiva los fines de semana.

No debemos olvidar que Palma de Mallorca tiene un segundo velódromo, el de Son Moix –muy cerca, al otro lado de la Vía de Cintura-, descubierto y de hormigón, construido en 1987, que albergó varios Nacionales, el último en 2004, pero recientemente remodelado y que sería un lujo en la mayor parte de la geografía española, mientras que en Baleares se trata de un recinto al que se le está buscando actividad ciclista para sostenerlo… aunque en este caso la pista corta de atletismo puede ser un problema de competencias.

Con este panorama, no es de extrañar que el estado de abandono y venta de los velódromos de Campos y Algaida no suponga un mayor problema para el ciclismo balear. Por si fuera poco, también está Sa Voltadora de Sineu, una pista sin apenas peralte, idónea para rodar con bicicletas de carretera y que tiene bastante actividad, sobre todo con las veladas nocturnas en verano.

Presentación de equipos en la LCP 2002. Foto: Román Mendoza para RFEC
No olvidemos que Baleares no es solo Mallorca. Y mientras que de vez en cuando se escuchan, se leen, ideas –no pasan de eso- para construir un velódromo en Menorca, más que nada por el tirón de la figura de Albert Torres, en Ibiza existe un recinto, el de Can Coix, en Sant Antoni, que incluso ha sido escenario de un par de ediciones de la Copa de España de Pista, en 2002 –entonces llamada Liga de Ciclismo en Pista- y en 2011, aunque en esta ocasión, la lejanía supuso una participación bastante escasa.

Fue precisamente ese año cuando se arreglaron algunos problemas –principalmente la barandilla- y se pintó su pista de una cuerda de 285,7 metros –es decir, como Anoeta- y que actualmente sirve principalmente para la actividad habitual de los dos clubes de la localidad y ocasional de algún otro de esta isla.

1 comentario:

  1. Ahora mismo en Mallorca hay varias pistas descubiertas en uso: Son Moix (Palma, 1987), Sineu (1952 y reinaugurado en 1972), Ses Salines (2002) y Torre dels Enagistes (Manacor, 2005), además del cubierto Palma Arena (2007, cuesta mucho acostumbrarse al nuevo nombre).

    En desuso están el histórico Tirador (1903), Campos (1935) y Algaida (1975). Tirador es el más preciado y se va a recuperar; Campos peligra (es un solar muy apetecible), a pesar de ser el segundo más antiguo de España; y Algaida está a la s afueras, así que no peligra... de momento.

    Quedan, asimismo, restos de Ca n'Andria (Santa María, 1936) y Son Taiet (Artà), prácticamente perdidos.

    La pista mallorquina goza de buena salud a nivel local, aunque lejos del esplendor de alcance mundial de los años 50 y 60.

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