Después de haber visto a Juanjo Lobato ganar con solvencia el
Nacional de ómnium, uno se pregunta por qué no podría ser este el momento ver a otros corredores de la máxima categoría en el velódromo. Más concretamente pensar en los equipos alineando una dupla formada por sus profesionales en el Campeonato de España de
madison, que se disputa el próximo 16 de febrero en el velódromo de Galapagar, con ocasión de la tercera y última
manga de la Copa de España.
No hablamos sólo de Sebastián Mora y Albert Torres, que con el
maillot de Movistar podrían competir juntos por primera vez en un Nacional.
También podríamos ver –y lo digo simplemente desde el deseo, sin ningún aval de
realismo, desgraciadamente- al propio
Lobato corriendo con Rubén Fernández o Antonio Jesús Soto con el naranja
del Euskadi-Orbea; a Xavi Cañellas y Ion
Irisarri, con el verde de Caja Rural-Seguros RGA; e incluso a Manuel Peñalver y Diego Rubio con el morado del Burgos,
aunque esto sería ya casi ciencia ficción.
Todos ellos tienen un pasado de pistards que tuvieron que dejar atrás al
ser recluidos en la celda de la carretera.
El calendario también acompaña: ese domingo solo tendremos la Clásica de Almería –una prueba de un día- y a nivel internacional, Tour de Provence y Colombia, tras la suspensión del Tour de Omán.
Sin embargo, estoy seguro de que ninguno de ellos estará en los Campeonatos, ni siquiera Mora y Torres, aunque un evento con presencia de equipos, de parejas pro, tendría bastante más repercusión de la que muchos pueden pensar. Y sería algo fundamental en ese objetivo de compatibilizar pista y carretera que, en teoría, han abierto menorquín y castellonense. Solo haría falta tener un poco de imaginación, salirse de los parámetros establecidos, y al mismo tiempo pensar en el éxito a largo plazo no en el aplauso inmediato: quizá así, sólo así, este sueño podría convertirse en realidad.
El calendario también acompaña: ese domingo solo tendremos la Clásica de Almería –una prueba de un día- y a nivel internacional, Tour de Provence y Colombia, tras la suspensión del Tour de Omán.
Sin embargo, estoy seguro de que ninguno de ellos estará en los Campeonatos, ni siquiera Mora y Torres, aunque un evento con presencia de equipos, de parejas pro, tendría bastante más repercusión de la que muchos pueden pensar. Y sería algo fundamental en ese objetivo de compatibilizar pista y carretera que, en teoría, han abierto menorquín y castellonense. Solo haría falta tener un poco de imaginación, salirse de los parámetros establecidos, y al mismo tiempo pensar en el éxito a largo plazo no en el aplauso inmediato: quizá así, sólo así, este sueño podría convertirse en realidad.
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