Las soluciones excepcionales que podrían haber llegado desde la Española para organizar mejor estos “inoportunos” Campeonatos

Me comentaba ayer un buen amigo en relación con los Nacionales de Tafalla que en situaciones excepcionales hay que hacer las cosas como se pueda y que todos tienen que poner de su parte. Reconociendo que en gran parte tiene razón, matizaría que no siempre es justificable el ‘todo vale’ y añadiría que, a problemas excepcionales, soluciones excepcionales… que distan mucho de haber llegado.

En las semanas anteriores, los Campeonatos de España de pista han estado en verdadero peligro, al borde de la suspensión en varias ocasiones. Es obvio que no es el mejor momento para un evento como este en un sitio como este. Y que desde la Comisión de Pista de la Federación -que no desde todos los despachos de este organismo- la apuesta era salvar los Campeonatos. Una decisión que aplaudo… lo mismo que hubiera entendido una suspensión, siempre que se hubiera realizado con la antelación suficiente. Porque, lo dicho, no es el mejor momento ni lugar. Y no sólo por la pandemia.

Siempre me he manifestado favorable a la organización en Semana Santa de los Campeonatos juniors y cadetes, en unas fechas en las que no se suelen autorizar las competiciones de carretera y no afectan al calendario escolar. La inclusión este año de las pruebas para élites conllevaba un aumento de días de competición que habría originado algunos problemas que no llegaron a materializarse al cancelarse el Campeonato, pero que estaban en la mente de todos y que deberían tenerse en cuenta para el futuro si se quiere insistir en dicha fórmula.

Pero trasladar ‘todo el paquete’ desde Semana Santa hasta estas fechas post-veraniegas, y ya escolares, genera todo tipo de inconvenientes… y ninguna de las ventajas originales, salvo la comodidad para la Española de tener que organizar sólo un Campeonato en vez de tres. Partiendo de la premisa de ese ‘pacto’ al que han llegado para que haya sólo cien personas a la vez en el velódromo, tener las tres categorías casi a la vez en Tafalla obliga a sacar a muchos corredores fuera del velódromo, incluso en los momentos previos de calentamiento en el rodillo antes de una prueba -se ha habilitado para ello una zona exterior, como se ve en la fotografía adjunta-, algo que apenas ocurriría si sólo hubiera competiciones para una sola categoría, ya que el número de ciclistas sería bastante inferior. Por no hablar de toda la logística que deben aportar las selecciones para competir este año, más propia de la carretera o el BTT (sillas y mesas, carpas…), que han de asumir las Territoriales, con el costo que conlleva.

Y es que la solución excepcional a la que aludía en el primer párrafo debería haber sido dividir los Campeonatos, uno por categoría. Por separado. Así de sencillo. Los Campeonatos de carretera cadetes fueron suspendidos por el CSD y a nadie le pareció mal -al menos en voz alta-, por lo que sus ‘homólogos’ de pista podrían haberse cancelado también sin mayores problemas, aunque la prioridad siempre deba ser 'salvar' las competiciones para mantener la ilusión de los chavales. Y en todo caso, en este inicio del calendario escolar, ocupando al menos dos o tres días lectivos -entre desplazamiento y competiciones- resultan francamente inoportunos. Y más cuando había suficientes huecos en el calendario para haberse celebrado muchas semanas antes.

Más jornadas lectivas se pierden los juniors y los sub23, prácticamente toda la semana de los Campeonatos con esta fórmula… más los días que algunos ya han ‘gastado’ o van a gastar en concentraciones de la selección y en el Europeo de Fiorenzuola. Algo que no sucedería a los juveniles si su Campeonato fuese independiente, compitiendo solamente de viernes a domingo.

En cuanto a los élites, ya decíamos ayer cómo ha afectado en la participación la coincidencia con el calendario de carretera, lo que se habría evitado desplazando este evento hasta los meses finales del año. De todas formas, en este caso habría que tener en cuenta otros factores de los que ya hemos hablado, como la protección a las competiciones de pista, y en la que no vamos a incidir.

Pero no es sólo eso. Volviendo con la pandemia, y aunque desconozcamos muchos aspectos de la enfermedad, se ha demostrado que las burbujas son una de las fórmulas más efectivas de protección… algo que distará mucho de cumplirse en Tafalla por esa interrelación, no sólo de corredores distintos en pruebas distintas -algo inevitable-, sino también de categorías, de procedencias e incluso de fechas de llegada. Cuantas menos mezclas, mejor, y con una sola categoría, mejor que con tres ¿PCRs? Aunque legalmente no son obligatorios, y sea una prueba cara y nada definitiva, a falta de algo mejor sí son altamente recomendables en un espacio cerrado y el criterio económico no debería ser la justificación para no hacerlos. Como me decía no hace mucho una persona cualificada, un grupo de corredores en un pelotón no difiere mucho de un botellón y desgraciadamente siempre puede haber algún asintomático.

Y es que  los recintos cerrados son desgraciadamente mucho más propicios a la difusión del coronavirus que los abiertos. Está claro que los velódromos cubiertos son más apropiados para la celebración de un evento de alto nivel como un Campeonato, pero que también los hay descubiertos lo suficientemente válidos, sobre todo para las categorías inferiores: que a nadie se le olvide que a la UEC no se le han caído los anillos para que el Europeo se dispute en octubre en un recinto al aire libre, Fiorenzuola d’Arda. Pienso, por ejemplo, en Son Moix -en la foto-, recientemente remozado y que podría haber sido un escenario idóneo para los juniors, por ejemplo. Por no mencionar que en lo que va de siglo -quizás cuando no éramos tan selectivos- ha habido campeonatos de categorías inferiores en lugares como Prado Salobre, Mérida, Valle de Trápaga, Chiclana, Onteniente o Torrepacheco, recintos donde, por otro lado, suelen entrenar nuestros pistards habitualmente.

Claro está que todas estas soluciones excepcionales conllevarían también un mayor coste económico para los Autonómicas. Pero para una Federación Española que ya no tiene problemas económicos como alardea desde hace meses, ¿no debería ser una prioridad ayudar económicamente a las Territoriales para afrontar estas medidas excepcionales,  abaratando los PCR con un precio de grupo -como pasó en Jaén- o subvencionado estancias o desplazamientos? Me temo que simplemente se va a quedar en una pregunta retórica, aunque lo grave no es que no se responda, sino que nadie más se la plantee.

1 comentario:

  1. La lista de despropósitos es constante, este año que se podía participar como equipo,si se hubiesen celebrado de manera independiente la participación habría sido mucho mayor, con velodromos descubiertos, como se ha hecho en la liga de pista cuando la climatología era mucho peor, así al concentrar todo tanto tienes cadetes o júnior que solo participan en 3 o 4 pruebas para no sobre cargar en competición y optar a la prueba que mejor les va en mejor condición, mi opinión es que en categorías inferiores se tiene que hacer un campeonato donde se toque las máximas pruebas posibles y adquirir la mayor experiencia para cuando realmente se especialicen , en el caso de de la federación Valenciana no se llevan a ninguna cadete de 1 año por el sobre coste que implica, así poca experiencia se tendrá para el próximo año, así muchas federaciones que no tienen ni para hacer cuartetos o velocistas, pero bueno nos conformaremos con lo que tenemos y ojala si el próximo año estamos en la misma situación se tomen soluciones más lógicas

    ResponderEliminar