Alemania sigue dominando el medallero continental en el que Rusia mejora sensiblemente e Italia se queda con la duda del último día

Con 31 medallas, de las cuales 13 de oro, 9 de plata y otras tantas de bronce, Alemania ha vuelto a ser la gran dominadora en los Campeonatos de Europa junior y sub23 disputados del 8 al 13 de octubre en Fiorenzuola d’Arda (Italia). Siete medallas más que el año pasado en Gante, que demuestra la pujanza del ciclismo en pista germano, que dominó tanto en hombres como en mujeres.

En la selección germana se destaca el nombre de Lea-Sophie Friedrich (foto), ganadora de las cuatro pruebas que disputó -velocidad individual y por equipos, 500 metros y keirin-, algo que ya hizo como junior hace dos años. Pero no fue la única figura estelar: Felix Gross, por ejemplo, ganaba la persecución y el kilómetro, Anton Hohne, el keirin y la segunda plaza en los 1.000 metros y la tercera por equipos, Franziska Brausse se llevaba cuatro metales, o el junior Willy Leonhard, doble vencedor en la velocidad individual y por equipos

Tras Alemania, Rusia, que mejoraba sensiblemente su balance del anterior Campeonato, con 20 medallas (10, 3 y 7), frente a las 16 de Gante. La base de sus éxitos ha radicado en la joven cuarteta, a la que ya debéis conocer bien por mi insistencia y sobre la que me quiero extender hoy: Nikita Bersenev, Lev Gonov y Gleb Syritsa -con 20 años- e Ivan Smirnov -con 21-.

Ya les conocíamos de haber ganado el año pasado el Europeo sub23 y los Juegos Europeos, y de haber realizado una marca no oficial de 3:48.183 establecida este verano en el velódromo de San Petesburgo. En esta ocasión, se llevaban la persecución por equipos bajando de cuatro minutos en un velódromo tan ‘hosco’ como Fiorenzuola (3:59.276). Pero la calidad de sus miembros se ha extendido como un racimo por el resto de disciplinas del programa. Era lógico que brillasen en la individual -Smirnov, segundo, y Gonov, tercero-, e incluso en el kilómetro -Smirnov, tercero, y Bersenev, cuarto-. Lo que no esperábamos es que lo hicieran también en el fondo y ¡de qué manera!: Syritsa ganaba los puntos y el ómnium (foto); Smirnov y Gonov, la madison.

Justo cuando se habla de la especialización de las cuartetas, han venido estos pupilos del mítico Alexander Kutznesov para ratificar que la persecución sigue siendo la base de los éxitos en el fondo.

Pero no son los únicos triunfos. El trío de velocidad masculina se llevaba el oro con tres hombres que sólo hicieron esa competición; el gigante Mikhail Yakolev impresionaba con sus 10.078 en los 200, aunque al final no se anotase el triunfo. Y entre sus juniors, triunfo de sus dos cuartetas y doble maillot blanquiazul para la prometedora velocista Alina Lysenko o la persecucionista Alina Ivanchenko.

La tercera posición en el medallero correspondía a Italia, con 13 preseas (5, 4 y 4, respectivamente) y con la duda de saber cuántas más hubieran sumado de no haber abandonado en esa última jornada por ese positivo asintomático -y desconocido- de Covid-19. Corriendo en casa, Italia apostó por una amplia selección con hombres en todas las pruebas. Pero sigue habiendo mucha diferencia entre sus fondistas y sus velocistas, Y otra vez más, fueron sus féminas las más laureadas: Chara Consonni y Martina Fidanza se llevaban hasta tres oros, ambas la persecución por equipos, y la madison, la primera la eliminación y la segunda el scratch.

A nivel individual, entre los sub23 debemos destacar también al belga Jules Hesters (foto), ganador por tercer año consecutivo de la eliminación, o al checo Martin Cechman, oro en la velocidad.

Entre los juniors, citaremos al neerlandés Loe Van Belle, ganador del ómnium y del scratch, a la polaca Nikola Wielowska, ganadora de la velocidad por equipos y la madison y plata en dos pruebas más, o a la belga Marith Vanhovem, polifacética pistard capaz de ganar un 500 y la madison.

¿Y España? Decimocuarta posición en el medallero, con una plata y un bronce como hitos de una actuación que desglosaremos mañana.

Resumen medallas

Resultados completos

Un streaming como debe ser, sin emociones innecesarias

Quiero terminar comentando dos aspectos que no son deportivos, sino organizativos, pero que no quiero desdeñar, ya que también afectan al éxito del evento, aparte, claro está, del esfuerzo realizado por la UEC y los organizadores de Fiorenzuola d’Arda para desarrollar de forma sobresaliente un evento que parecía imposible llevar a cabo en las actuales circunstancias.

Por un lado, la retransmisión en streaming que se ha ofrecido desde el Attilio Pavesi confirma plenamente mi idea de que en eventos es así es suficiente con que el speaker sea el narrador. Y si se le añade alguien que comente o entreviste, mejor que mejor, pero siempre desde esa base. Así se evitan bochornosos espectáculos como la retransmisión desde Tafalla del Campeonato de España donde lo más importante no es que el locutor desconociese lo que es el ciclismo en pista, sino que pretendiese dar una falsa emoción que no se correspondía con lo que estaba sucediendo y que obligó al comentarista -al bueno del seleccionador nacional, Raúl Mena- a tomar las riendas en momentos en que estaba totalmente perdido el hilo de la prueba. Y todo ello con el agravante de que en Tafalla la realización dejaba mucho que desear, sin saber seleccionar la imagen o el punto de vista más conveniente en cada momento, algo que en Fiorenzuola no ha sucedido.

Y por otro lado, el sistema de gestión de resultados de Veloresults, que esta vez no ha tenido ninguno de esos fallos o desapariciones tan desesperantes como inoportunos que le han caracterizado en eventos anteriores. Sin duda, el hecho de que hayan duplicado las páginas -una con el ‘live timing’ y otra con los resultados ordenados- ha servido para evitar esos problemas, aunque lo ideal sería darle una ‘vueltecita’ para integrarlas en una sola web que permitiera un acceso universal. Lo de que no aparecieran los resultados finales del kilómetro -solo los parciales y la velocidad media- lo dejaremos como una simple anécdota, rápidamente solventada.

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