La fuerza y la fe de Bennassar y Terrasa les da la plata en la madison

La suspensión por lluvia de la jornada de ayer nos llevaba hoy a un intensísimo día de competiciones en el Europeo junior y sub23 en Fiorenzuola d’Arda (Italia), con doce finales en las diferentes disciplinas. Entre ellas esa madison junior en la que Francesc Bennassar y Marc Terrassa, los actuales campeones de España, lograban la medalla de plata.

En una prueba en la que Dinamarca se distanció progresivamente y sin poder ser alcanzada en ningún momento, y que terminaría logrando el oro con Tobias Lund Andresen y Kasper Andersen, con 37 puntos, los españoles estuvieron metidos en carrera en todo momento. Ganar vuelta era imposible, pero fueron sumando puntos en momentos oportunos, en especial ganando el octavo y el decimotercero. De esta forma, llegaban colocados terceros a las últimas diez vueltas, con Bélgica a sólo un punto tras el penúltimo sprint y con Alemania a 10 por delante. Es decir, por un lado, había que vigilar la amenaza belga -Rusia y Francia también podían sorprender-, pero Alemania estaba a tiro.

Los belgas se la jugaron con un ataque lejano, pero la fuerza y la fe de los españoles les permitió superarles sobre la línea de meta. Como Alemania no se había metido en los puntos, con esos diez España no sólo mantenía el bronce sino que alcanzaba a los alemanes Tim Torn Teutenberg y Benjamin Boos, y desempataba por el mejor puesto final.

Yakolev, bestial en 200, cede ante Cechman

La jornada había comenzado con la clasificatoria sub23 de 200 metros, con dos españoles en liza. Alejandro Martínez marcaba 10.931, decimotercero, con lo que se enfrentaría al francés Tom Derache en octavos, al que no pudo superar; Ekain Jiménez, 11:046, decimosexto, se veía abocado a luchar no sólo contra el mejor tiempo, el del ruso Mikhail Yakolev, sino además un tiempazo increíble en este velódromo, 10.078, cuatro décimas mejor que el siguiente. Tampoco tuvo opciones, por lo que los españoles terminaban su concurso con los mismos puestos que lo realizados en el 200, 13º y 16º.

Yakholev se plantaba sin problemas en la final ante un Martin Cechman que compensó su mal inicio -séptimo tiempo, 10.641- dejando en la cuneta en cuartos al autor del segundo tiempo, el alemán Anton Hohne, y en semifinales al del tercero, el ruso Danila Burlakov. Y ya puestos, el checo seguía su racha en la final en la que forzaba el desempate y se terminaba imponiendo con bastante claridad en esta ‘belle’ a Yakolev.

El podio lo completaba Konstantinos Livanos, uno de los velocistas jóvenes más prometedores, ganador de la velocidad y el kilómetro el pasado año como junior y ‘arco iris’ en velocidad y keirin, tras imponerse en dos enfrentamientos a Burlakov. Como anécdota diremos que ninguno de los dos rusos intervino en la velocidad por equipos, donde Rusia prefirió alinear al trío del Maraton Tula.

Serrano, al ataque

Cuatro pruebas de fondo conformaban la primera parte de la sesión vespertina, que comenzó con un retraso de más de una hora y media por culpa de una caída en el primer sprint de la eliminación femenina sub23, con la belga Shari Bossuyt que tuvo que ser trasladada al hospital, quedando el velódromo sin médico. Algo incomprensible en un evento de este nivel. Tras la reanudación, Laura Rodríguez aguantó bien los primeros sprints para caer justo cuando encabezaba el grupo y ser superada en el acelerón de todos sus rivales, para acabar en una más que digna sexta plaza. Chiara Consonni (Italia) superó claramente en el último sprint a Maria Martins (Portugal) con Mylene De Zoete (Países Bajos) tercera.

La carrera sub23 de scratch fue más rápida y más movida que las vividas en otras categorías  Con más ataques y más tempranos, destacando un primer movimiento de cinco corredores -desde la vuelta 10 a la 17, de las 35- y luego otro del ucraniano Kyrilo Tsarenko, que ya había estado en el primer ataque. Cazado a falta de siete, fue el español Javi Serrano el que lanzó su órdago casi de inmediato, en solitario, sabedor que en el grupo no tenía opciones.

El madrileño consiguió sorprender inicialmente al grupo y mantuvo una interesante diferencia. Por detrás el único que contratacó fue el italiano Emanuele Amadio, que le cazó a falta de tres giros y medio. Pero en vez de seguir juntos, le dejó, lo que significó el adiós de las opciones de los dos, ya que ambos serían cazados sucesivamente en la última vuelta ante un pelotón que preparaba ya el sprint, en el que Bartisz Rudyk -el hermano fondista del rapidísimo velocista Mateusz- se imponía a Iuri Leitao y Tuur Dens. El puesto del español, decimoséptimo, era lo de menos.

La puntuación junior femenina fue un duelo entre las tres más rápidas con diferencia Katrijn De Clercq, Daniela Campos y Daniek Hengeveld, y que llegaron separadas por un solo punto al último sprint, sin opciones reales para ninguna más y en la que la belga superaba a la portuguesa y a la neerlandesa, que acababan con 26, 23 y 21 puntos, respectivamente. Para Marina Garau, una actuación sin demasiado protagonismo, con dos puntos en sendos sprints que le sirvieron para ser octava.

La masculina comenzó a decidirse cuando la carrera se cortó en tres grupos, quedando por delante seis ciclistas que sumarían los puntos suficientes para jugarse las primeras plazas, aunque el alemán Moritz Kretschky llegó con holgura a ese último sprint para ganar la prueba (31 puntos), en la que el suizo Fabio Christen (28) aseguraba la plata y el danés Tobias Aagaard Hansen, ganador de la eliminación, arrebataba el bronce al neerlandés Loe Van Belle, vencedor del scratch (20 a 18).

Mala suerte para Pallarés

El catalán Marcel Pallarés se quedó sin opciones al no entrar en ese corte y no poder seguir sumando puntos. Y es que tras el cuarto sprint lanzó un potente ataque que, desgraciadamente, no encontró compañía para hacer daño. Ganaría el siguiente sprint, obteniendo los cinco puntos que sumaría en toda la puntuación, y se dejaría cazar. Al final entraría en el grupo cabecero, e intentó meterse en los dos últimos sprints para mejorar su posición, octava, pero sin éxito.

La última parte de la tarde estuvo dedicada a las cuatro madison. Comenzaron las juveniles, donde cuatro países fueron los que dominaron, aunque Bélgica fue la justa vencedora, con 31 puntos, con la pareja formada por Marith Vanhove y Katrijn De Clerq, ganadora poco antes de la eliminación. El duelo por las otras medallas se decidió en el último sprint que se imponían las polacas Nikola Wielowska y Zuzanna Olejniczak, desplazando con ello a las italianas Lara Crestanello y Valentina Basilico al bronce (ambas con 23) y dejando fuera del podio a las neerlandesas. Las españolas Adriana Sanromán y Eva Anguela comenzaron muy bien, ganando incluso el primer sprint. Pero perdieron contacto con el grupo a mitad de carrera y al final cederían hasta dos vueltas, con la octava posición final.

A continuación, la prueba sub23, en la que las italianas Chiara Consonni y Martina Fidanza no pasaron ningún apuro puntuando en casi todos los sprints, incrementando poco a poco sus ventajas hasta totalizar 44. Alemania (Franziska Brausse-Lea Inn Teutenberg) y Polonia (Wiktoria Pikulik-Patrycja Lorkowska) mantuvieron su peculiar batalla por las medallas, de la que quedó descartada Chequia y se metió casi al final Irlanda, terminado con 26 y 22 puntos. Para la dupla española, Eukene Larrarte-Laura Rodríguez, un papel secundario y la séptima plaza con 3 puntos.

Y tras el éxito de Bennassar y Terrasa, la prueba sub23 masculina para cerrar la larguísima jornada que se decantó con el triunfo de Rusia, que alineaba a dos persecucionistas de lujo con Ivan Smirnov y Lev Gonov -segundo y tercero el jueves en la individual y oro al día siguiente por equipos- que cuando iba un tercio de carrera, 65 de las 100 vueltas, se iban a por el ‘bonus’ que conseguían con bastante rapidez, y con ello encauzar la prueba, aunque sin descuidarse por las acometidas de las selecciones perseguidoras, en especial Polonia y Suiza.

Por ello, se metieron en un nuevo ataque, poco antes de llegar al tercio final, esta vez con los helvéticos, que se traducía en un nuevo bonus, primero para Thiebaud-Froidevaux, a falta de 18, que les valía virtualmente la plata y luego para los rusos, a falta de 13, que incluso atacaron para llevarse el último sprint. Polonia, con Bartosz Rudyk y Filip Prokopyszyn, tenía que conformarse con el bronce, con 40 puntos, frente a los 97 y 58 de los dos mejores.

De los españoles, Pau Llaneras y Erik Martorell, desgraciadamente poco que contar ya que nunca se les vio en las primeras posiciones terminando con cero puntos en el puesto undécimo.

Repiten Friedrich y Lysenko

No nos olvidamos de las pruebas matinales de velocidad, en este caso sin corredores españoles. En la final de 500 femeninos sub23, Lea Sophie Friedrich sumaba su tercer oro de este Campeonato en un podio que fue idéntico al de la velocidad del sábado. Los tiempos, 36.619 para la ganadora, 40:715 para su compatriota Pauline Sophie Grabosch y 40.855 para la rusa Yana Tyshenko.

En cuanto al keirin, se vivió todo el torneo de las dos categorías junior. Alina Lysenko se imponía a la francesa Taky Marie Divine Kuoamé y a la ucraniana Alla Biletska, en el segundo oro de la rusa en este Europeo, tras la velocidad. 

En la masculina, sorpresa ya que ninguno de los protagonistas de la final de ayer estuvo en el podio, que compusieron Bohdan Danylchuk (Ucrania), Paul Gross (Alemania) y Damien Fortis (Suiza).

Inscripciones y resultados

Fotos

  1. Celebrando la plata Bennassar y Terrasa. Foto: Fed. Española
  2. En la ceremonia protocolaria los dos mallorquines. Foto: Fed. Española
  3. Yakolev derrotando en octavos a Jiménez. Foto: Fed. Española
  4. Serrano, al ataque... que no valió. Foto: Fed. Española
  5. Podio de la puntuación junior femenina. Foto: Federación Belga
  6. Relevo entre Anguela y Sanromán. Foto: Fed. Española
  7. Podio del keirin junior femenino. Foto: Twitter François Lamiraud.

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