Quentin Caleyron, de la suspensión del Nacional al objetivo de Tokio

La suspensión del Campeonato de Francia ha sido un mazazo para la mayor parte de los pistards franceses, que querían tomarse el Nacional de Bourges como un test para saber su estado tras este año tan atípico.

Uno de los velocistas más motivados era Quentin Caleyron que en declaraciones a Direct-Velo mostraba su “decepción porque era la última competición que nos quedaba”. Sin embargo, en su cuenta de Twitter publicaba la foto que acompaña a este texto, sonriente en el velódromo de Saint-Quentin-en-Yvelines, en el que pueden entrenar los ciclistas franceses a diferencia del primer confinamiento en el que tuvo que realizar el trabajo en casa, a base de pesas.

Para este antiguo piloto de BMX, a sus 32 años, el objetivo es ganarse la plaza de arrancador francés en el equipo de velocidad, en el que Sebastien Vigier es fijo para la segunda posta y todo indica que Melvin Landernau será el elegido para la última, y más tras el paso de Quentin Lafargue al fondo.

Su rival por ese puesto no será otro que el veterano Grégory Baugé, quien ha conducido al trío galo en los últimos grandes compromisos. En la entrevista de Direct-Velo, Caleyron dice que se ha centrado en ese objetivo desde el primer confinamiento y que “he pasado de 97 kilos el año pasado a 92,5 en esta, en una relación peso-potencia que es más importante al inicio”. Ello se ha traducido en un tiempo de primera vuelta de 17.51, “que en competición puedo mejorar. Tengo la ambición de hacer 17.3 en febrero-marzo". 

Y es que la selección olímpica francesa se decidirá tras la primera manga de la Copa de las Naciones, del 22 al 25 de abril en Newport (Gales).

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