Orgulloso de "vivir" por primera vez unos JJ.OO. gracias a Eurosport

Aunque había estado profundamente vinculado a seis ediciones de los Juegos Olímpicos -desde Atlanta 1996 hasta Rio 2016-, siempre había sido desde la distancia, siguiendo las evoluciones de nuestros ciclistas, conectado mediante la televisión, el ordenador y el teléfono, sin haber tenido nunca la ocasión de haberme sentido parte de la familia olímpica.

Gracias nuevamente a Eurosport he tenido la oportunidad de vivir desde dentro unos Juegos Olímpicos, y además con una función que en gran medida resultaba nueva para mí. He tenido también la suerte de compartir experiencia con Dori Ruano, a la que siempre he admirado por su forma de ser como persona, y obviamente por su trayectoria como ciclista. Y creo que hemos conseguido el objetivo de acercar la pista a los espectadores: si por lo menos hemos enganchado a alguno más para con esta maravillosa disciplina ciclista, me doy por satisfecho. Las más de veinte horas de retransmisiones que pasamos juntos se nos pasaron voladas.

Como comentaba el ‘capo’ Fernando Ruiz, “hemos metido la pata. Hemos acertado. Hemos sufrido momentos duros. Nos hemos emocionado a lo grande”. Y si la experiencia ha sido satisfactoria en líneas generales, no me puedo olvidar de uno que he sido el autor de uno de los mayores deslices de estos Juegos, al despojar de toda la emoción del triunfo de la cuarteta italiana al ‘cantar’ el triunfo danés. Fue un error que no tiene justificación, pero sí explicación y espero que perdón. Y aunque lo corregí de forma casi inmediata, los ‘haters’ saltaron a mi yugular en cuestión de segundos. No me importa mucho este tipo de oportunistas carroñeros que aparecen tan rápido como desaparecen, ni siquiera aquellos que, amparados en identidades falsas, intentaron castigarme por mi actitud crítica en otros momentos del pasado. Como siempre curiosidad, me remito a un comentario en twitter que decía que “los comentaristas deben limitarse a comentar lo que ven en la pantalla”, algo que no comparto, ya que, como me han dicho otros muchos, “para contar lo que ves, ya lo vemos nosotros”. Pues eso era lo que estaba buscando en ese momento, información adicional, lo que me costó ese descuido trágico, y un cabreo de tres pares de narices conmigo mismo durante muchas horas. Eso sí, cada vez que veo ahora una imagen de Consonni me echo a reír por aquel imperdonable error, del que vuelvo a pedir perdón.

Pero no he venido aquí a hablar de mi libro. También mostraba Ruiz el reconocimiento a todo el equipo, porque se ha currado como bestias, en una experiencia nueva, que nunca se había vivido en una televisión para la cobertura de los Juegos. Sentirse parte de esta familia durante estas dos semanas es algo que nunca olvidaré, y a lo que siempre estaré profundamente agradecido a Eurosport.

No quiero terminar sin mostrar mi agradecimiento a Nuria, siempre dispuesta a multiplicarse para dar a cada uno lo que necesitaba en cualquier momento y situación, a la profesionalidad de Laura, a todo el equipo digital que complementaba a la perfección lo que otros hacíamos desde las cabinas, y por supuesto y especialmente a todos los técnicos que han estado muchas horas al pie del cañón, posibilitando todas las retransmisiones, y pendientes de solucionar los pequeños ‘problemillas’ que nos surgían en los momentos más inesperados, en una situación absolutamente nueva para todos. Muchas gracias, Luis Lastra, Alberto Figueroa, Antonio Ruiz, Carlos Hernández, Mariano Lines, Javier Poza, Daniel García, Pedro Álava y José Manuel Altolaguirre.

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