Aparte del esperado título masculino, Países Bajos también domina en la velocidad por equipos femenina, con un doble récord del mundo

Las tres neerlandesas con su tiempo récord

Al ya tradicional dominio en la velocidad por equipos masculina por parte de Países Bajos, se le ha unido hoy en la primera jornada de los Campeonatos de Europa que se disputan hasta el sábado en Grenchen (Suiza) la del equipo femenino, que no sólo se ha impuesto, sino que ha batido por dos veces el récord del mundo.

Por lo que se refiere a los españoles, un octavo puesto de Erik Martorell que sabe a poco en la eliminación que se llevaba el ruso Pavel Rostovtsev y el duodécimo de Tania Calvo en un scratch en el que no tuvo opciones, y que se adjudicaba Katie Archibald.

No era ni mucho menos la favorita, pero el trío de velocidad femenina de los Países Bajos supo aprovechar las circunstancias en las ausencias de Alemania o el hecho -comprobado hoy- de que las dos líderes de Rusia están lejos de su mejor momento. Además, las neerlandesas establecían por dos veces el récord del mundo: en la clasificatoria con 46.759, con Shanne Braspennikcx, Kyra Lamberink, y Steffie Van der Peet, y 46.551 en la final, en la que la recuperada Hetty Van der Vouw entraba en el equipo, y en la que superaban claramente a una Alemania que, pese a la entrada de Lea-Sophie Friedrich, junto a Pauline Grabosch y Alessa Catriona Propster, está lejos del nivel que exhibió en el último Mundial (47.299). Y de paso, lograban plaza para el Mundial en esta disciplina en la que no la tenían por la incomprensible interpretación que está dando la UCI a las normas de participación que ellos mismos dictaron.

Los ocho campeones neerlandeses

Para Rusia, ganando de forma ininterrumpida con Daria Shmeleva y Anastasiia Voinova desde 2014, el consuelo de bronce al superar a Gran Bretaña, en un equipo en el que Natalia Antonova y Yana Tyshchenko comienzan a tener más presencia.

En cuanto a los hombres, ningún problema para el trío de oro neerlandés -Roy Van den Berg, Harrie Lavreysen y Jeffrey Hoogland-, que esta vez tuvo el acompañamiento de Sam Ligtlee en la primera ronda. Con 42.302 se imponía a una Francia que tuvo bastante mala suerte en la final (44.193), pero que ratificó su pujanza con un nuevo y joven arrancador como Timmy Gillion junto a los ya clásicos Rayan Helal y Sebastien Vigier. Polonia completaba el podio (Maciej Bielecki, Mateusz Rudyk y Patryk Rajkowski, con la colaboración de Daniel Rocha en la primera ronda), al superar por poco a una Gran Bretaña que estrenaba equipo, con Joseph Truman como único ‘veterano’: 43.007 a 43.044.

Martorell, un octavo que sabe a poco

Así se imponía Archibald

Pasando a las pruebas de fondo, Archibald lograba su decimotercer título continental en el scratch y continuaba su serie de triunfos anuales en el Europeo que inició en 2013, al ganar con una mezcla de inteligencia y potencia el scratch. Inteligencia, porque cuando comenzaron los ataques en las diez últimas vueltas -hasta entonces no se había movido la carrera- dejó que fueran otras las que cogieran la responsabilidad, en especial la campeona vigente, la italiana Marina Fidanza. Y potencia, porque con su estilo de persecucionista se valía para imponerse, pese al intento final de la francesa Valentine Fortin, que lograba la plata, y con la polaca Daria Pikulik completando el podio… mientras que la transalpina, aunque sacó fuerzas de flaqueza, sólo podía ser quinta. En cuanto a la española Tania Calvo, aunque siguió bien la rueda de Fidanza y Archibald, al final no pudo colocarse en el sprint y terminaba duodécima.

En cuanto a la eliminación masculina, la buena actuación de Erik Martorell no tuvo refrendo en el puesto, ya que en todo momento se mantuvo bien colocado, pero en el único momento en que cedió, se vio eliminado. Un problema de colocación, no de fuerzas… pero que desgraciadamente les suele suceder a muchos otros corredores en algún momento de esta peculiar prueba. 

Celebrando su victoria... con el casco puesto

La victoria correspondió al ruso Rostovtsev, que superaba al portugués Joao Matias y al francés Thomas Boudat, posiblemente los hombres que mejor colocados estuvieron durante toda la prueba, aunque el galo pecó de atacar demasiado pronto en el sprint en el que se determinaba el bronce… y fue él el eliminado. Por cierto, el ruso se vio beneficiado de una neutralización demasiado favorable cuando se encontró en carrera con el pie fuera del pedal, y esta vez se agarró fuerte el casco cuando cruzó la meta, como gesto ante su descalificación cuando ganó la Copa de las Naciones de San Petesburgo y no se le ocurrió otra cosa que quitárselo para festejar su triunfo… lo que le supuso una justa descalificación.

La jornada se completó con las clasificatorias de persecución. En la femenina, ninguna sorpresa por el mejor tiempo de Alemania, aunque dejase fuera a Lisa Brennauer, y fuera por sólo tres décimas ante Italia (4:18.665 a 4:18.911); en la masculina, sorpresa en los mejores tiempos de Suiza (3:53.398) y de la renovada Dinamarca (3:53.476), aunque Italia y Rusia quedaron a menos de un segundo por lo que cualquiera de ellas puede optar a todo. Mañana tendrán lugar la primera ronda y las finales.

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