Martorell, quinto, ilusiona en un ómnium en el que deslumbra Hayter

Martorell, en acción en el omnium.
Foto FJ Bandin / Fed. Española
La cuarta jornada del Mundial de pista que mañana finaliza en Roubaix ha estado marcada, en lo que se refiere a la actuación española, por la ilusionante actuación de Erik Martorell en el ómnium, donde acabó quinto, prueba en la que competía debido al mal estado físico de Sebastián Mora, y en la que ofreció una actuación que, sin ser espectacular, fue lo suficientemente significativa de cara a su futuro en esta disciplina. Y sobre todo necesaria en el mal tratado y maltratado ciclismo en pista español. Una prueba en la que luchó hasta el final por entrar en un podio y en la que deslumbró -otra vez más- el británico Ethan Hayter, en un día en el que también se coronaron las germanas Lea Sophie Friedrich (500 metros) y Lisa Brennauer (persecución) y la dupla neerlandesa Kirsten Wild-Amy Pieters.

El ómnium comenzó con Hayter mostrando su condición de máximo favorito ganando el scratch y la carrera tempo, y con un Martorell que terminaba décimo en el scratch, pero mostraba sus aspiraciones al ser cuarto en la carrera tempo. La eliminación acercó al neozelandés Aaron Gate al liderato, a ocho puntos del británico, en una general en la que Iuri Leitao tenía opciones de podio y en la que Martorell, empatado en la sexta posición con Elia Viviani, tras ser octavo en la eliminación, se encontraba con opciones reales de subir alguna plaza.

Hayter arrasó. Foto: SWPix/UCI Track
La puntuación final ofreció varias carreras en una. Por ejemplo, la exhibición de un Hayter que hizo lo que quiso, ganando la mitad de los sprints y dos vueltas, para imponerse con 180 puntos. O la veteranía de Gate que se mantuvo firme en la segunda plaza ante la batalla que se producía por detrás, aunque muy lejos del líder, con 124 puntos.

Martorell: “Ha sido mi ómnium"

Y es que Viviani y Martorell se metían en la lucha por las medallas gracias a sendas vueltas ganadas, amenazando a Leitao. El español se colocó a un solo punto del bronce, y lanzó varios ataques que no valieron, así como su intención de meterse en el último sprint. No así el italiano, que sabía que se la tenía que jugar en la última puntuación, como así fue: ganando llegaba a 121 puntos, por 117 del luso y 112 del catalán. Una prueba que, como decíamos, afrontó debido al virus estomacal de Mora, y que ya se mostró ayer en la segunda parte de la puntuación. Tras una noche ‘de perros’, se tomó la decisión de que fuera el catalán quien corriese, aunque la Española no informó de ello, hasta después de iniciado el omnium.. 

Un relevo que nos muestra un nuevo e ilusionante camino, y que se muestra en las palabras de Martorell. “Tenía hambre por hacerlo lo mejor posible simplemente, y eso pasaba por darlo todo. Con ello y ser listo estaba ya contento, pero ha salido todo rodado y ello me ha permitido ser ambicioso al final, hasta darlo absolutamente todo. Y me quedo con eso, que se ha traducido en un puesto increíble. Ha sido mi ómnium”.

Un récord que ni lo es ni será homologado

Otro momento importante para la delegación española se produjo en la clasificatoria de persecución, cuando Tania Calvo establecía una marca de 3:38.003, con la que batía el récord de España homologado, que está en 3:38.489. Pero a hemos escrito muchas veces sobre la disparidad entre las mejores marcas nacionales y los récords, todo por no pagar el control antidopaje necesario. Y esto ha sido lo que ha sucedido de nuevo: existe una mejor marca de Leire Olaberria de 3.33.489… y la alavesa no ha pasado el control. Lo más importante del registro, que le ha supuesto la decimotercera posición, es que significa un nuevo paso en la progresión y adaptación de Calvo como fondista.

Un triplete que no se veía desde 2001. Foto: SWPix/UCI Track
La persecución se saldó con un triplete alemán, algo que no se veía en un podio desde que la velocidad francesa lo copó en Amberes 2001. Una prueba de la excelente hornada de rodadoras germanas, que con Lisa Brennauer, Franziska Brausse y Mieke Kroeger copaba el podio. Brennauer se quedó por la mañana a apenas medio segundo del récord de Chloe Dygert (3:17.572 a 3:16.937) y aunque se pensaba que podría batirlo por la tarde, no pudo mejorar su tiempo (3:18.258).

También para Alemania se fue el oro en los 500 metros, con Lea-Sophie Friedrich revalidando el título de Berlín. Tras ser segunda en la clasificatoria matinal, por la tarde mejoraba en tres décimas el tiempo de la clasificatoria (33.057), con lo que dejaba a las rusas Anastasiia Voinova y Daria Shmeleva en las restantes posiciones del podio, separadas por apenas una milésima (33.163 y 33.164), aunque ambas también habían mejorado sus registros iniciales. Con ello, Friedrich y Hinze empatan a dos oros… a la espera de que alguna de ellas pueda ‘desempatar’ mañana en el keirin. Por parte española, Helena Casas terminaba en décimo lugar la clasificatoria (35.337), sin poder entrar en la final de las ocho mejores.

Países Bajos, Italia y Francia, tres parejas protagonistas.
Foto: SWPix/UCI Track
Wild se despide con un oro en madison

Igualmente revalidaban título las neerlandesas Wild y Pieters, en una madison femenina en la que tuvieron dos duras rivales en las francesas Clara Copponi y Marie Le Net, muy luchadoras en los sprints, aunque al final las ‘oranje’ terminaran destacándose, 35 a 30, en el último Campeonato del Mundo para Wild. En esa batalla también estuvieron las británicas Katie Archibald y Neah Evans y en menor medida las transalpinas Letizia Paternoster y Rachele Barbieri, aunque ambas terminarían descolgándose, especialmente las segundas. No obstante, en la parte final las transalpinas se rehicieron, y tenían aspiraciones de poder conseguir el bronce si ganaban el último sprint y no puntuaban las dos escocesas. Ganaron, pero sus rivales salvaron la situación y el podio con un cuarto puesto (24 a 23).

Para las españolas Ziortza Isasi y Eukene Larrarte, lo mejor del día fue poder clasificarse por la mañana, donde un oportuno segundo lugar en el penúltimo sprint les daba un pase a la final que no era nada sencillo. Por la tarde, una caída de las dos, así como el fuerte ritmo de la prueba, les afectó bastante, perdiendo tres vueltas antes de decir adiós prematuramente.

Hoogland y Iakolev se vieron las caras en cuartos.
Foto. SWPix/UCI Track
La jornada se completó con la velocidad, en la que Nicholas Paul estuvo a punto de dar la sorpresa en la clasificatoria, al quedarse a sólo tres milésimas de Harrie Lavreysen (9.418 a 9.421). Unos 200 metros en los que Jeffrey Hoogland acusó el esfuerzo de ayer en el kilómetro y solo pudo ser sexto (9.666). Ello le ha supuesto un mayor esfuerzo al campeón del kilómetro, al tener que afrontar una ronda más y encontrarse con Mikhail Iakolev en cuartos de final, al que sólo pudo superar en el desempate. Eso sí, mañana se las verá en semifinales no con Paul, sino con un Steffan Botticher que le dejaba fuera en el desempate, mientras que la otra semifinal la protagonizarán Lavreyssen y el francés Sebastien Vigier.

En cuanto a Juan Peralta, un 10.004 que le suponía la vigésimo primera plaza, la que tendrá al final del torneo, al no poder superar a su rival en dieciseisavos, el canadiense Nick Wames.

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