Repóker de campeones en la última jornada del Mundial de Roubaix

El saludo entre los dos grandes velocistas neerlandeses.
Foto: UCI Track /SWPix

Harrie Lavreysen (velocidad), Lea Sophie Friedrich (keirin), Lotte Kopecki (puntuación), Michael Morkov y Lasse Norman Hansen (madison) y Elia Viviani (eliminación), un repóker de auténtico lujo para completar el palmarés de campeones en el Mundial de pista, que hoy ha terminado en Roubaix. Para España, lo más destacado en la jornada, la séptima plaza en la eliminación de un Erik Martorell que ha sido la revelación del combinado nacional.

Tanto Lavreysen como Friedrich se van de Francia con tres medallas de oro cada uno. Como era de esperar, el neerlandés se adjudicaba la velocidad, la tercera consecutiva en esta disciplina, en un año que también ha sido campeón europeo y olímpico. Y como sucedió en todas estas citas, derrotando a un Jeffrey Hoogland que llegaba a la final con bastantes más batallas, y que ni siquiera pudo forzar el desempate. No obstante, para Hoogland quedaba el consuelo de ser el primer corredor en la historia que se va con medallas en las cuatro disciplinas: oros en velocidad por equipos y kilómetro y platas en keirin y velocidad.

Tercer oro y cuarta medalla para Friedrich.
Foto Arne Mill /Rad-net

Los dos neerlandeses habían derrotado en semifinales a Sebastien Vigier y Steffen Botticher -que de forma muy inteligente había forzado el desempate ante Hoogland al ganar la primera mangas-. Y en la final por el bronce, el alemán ganó el primer enfrentamiento, pero fue descalificado, insistió en el segundo y al final terminaría cediendo ante el francés.

Por su parte, el keirin se presentaba como un ‘desempate’ entre Enna Hinze y Friedrich, cada una con dos oros y ambas con las máximas posibilidades. Pero Hinze no compareció, sin ninguna explicación sobre su ausencia, y ello lo aprovechó en su compatriota y rival para ganar su tercer título, que completa con la plata en la velocidad. En una final en la que no llegaron ni las neerlandesas Shane Braspennick y Larine Van Riessen, ni la canadiense Lauriane Genest, ni siquiera la rusa Daria Shmeleva, que sufrió una caída tras clasificarse en semifinales que impidió su presencia, superaba a la sorprendente japonesa Mina Sato y a la novel rusa Yana Tyshchenko.

Vuelta de honor para Kopecki.
Foto UCI Track/SWPix

Helena Casas tampoco llegó a la final, como sucedió en el Europeo. Esta vez no tuvo ninguna opción en la primera ronda, mientras que la repesca solo otorgaba una plaza para la ganadora, y la catalana sólo pudo ser segunda.

Pasando al fondo, el esperado duelo entre Katie Archibald y Kirsten Wild marcó el desarrollo de la prueba, por el marcaje entre ambas. Pero no empaña el triunfo de una Kopecki que fue la más inteligente y la más fuerte, y gracias a las tres vueltas ganadas pudo superar a la británica y a la neerlandesa, que al final acusaría bastante el cansancio, en su última carrera, tras la que recibiría el homenaje del propio presidente de la UCI, David Lappartient: 76, 72 y 60. Tania Calvo, que sustituía a Ziortza Isasi como consecuencia de la caída de ayer, comenzó con muchas ganas, deseosa de reivindicarse tras haberse quedado ayer fuera de la madison. Y así lo demostró puntuando en dos de los tres primeros sprints, hasta que un pinchazo le obligó a parar y a ser ‘castigada’ con una vuelta perdida por no poder volver a entrar en el plazo previsto, sin que ya pudiera tener el mismo protagonismo, para acabar decimoctava.

La celebración de los campeones olímpicos y mundiales.
Foto: UCI Track/SWPix

Morkov y Hansen, suma y sigue

En el apartado masculino, Morkov y Hansen demostraron por qué habían obtenido el triunfo en los anteriores Mundiales y en los Juegos, y por qué llevarán un año más el maillot arco iris. Aunque Italia (Simone Consonni-Michele Scartezzini) se destacó pronto gracias a una tempranera vuelta ganada de forma muy inteligente, por detrás selecciones como la danesa, Bélgica (Kenny De Ketele-Robbe Ghys), Francia (Benjamin Thomas y Morgan Kneisky) y Gran Bretaña (Ethan Hayter y Oliver Wood) se mantenían en la pelea por los puestos de podio. Mientras que los daneses sacaban bastante provecho hasta alcanzar y rebasar a los italianos, los británicos iban descolgándose por lo que a falta de 35 vueltas se lanzaron a intentar ganar vuelta. En solitario no lo consiguieron, pero sí cuando se sumaron Dinamarca e Italia, aunque todo quedaría igual al hacerlo poco después franceses, belgas y portugueses.

El último sprint también podría cambiar el podio, por lo que los británicos lanzaron un nuevo ataque que les permitió ganarlo, aunque la segunda plaza de Bélgica dejaba a estos en el podio, por delante de Gran Bretaña y Francia (62 a 58 y 58), con Dinamarca e Italia que también puntuaron para no pasar sustos, aunque tenían casi asegurados ya el oro y la plata (68 a 64).

Viviani, la expereincia en su grado.
Foto: UCI Track/SW Pix

La dureza de la carrera se evidenció en que seis parejas no terminaron debido a las vueltas perdidas. Entre ellas no estuvo una España, con Illart Zuazubiskar y Erik Martorell, que salía a cumplir el trámite de la mejor manera, por lo que acabar la prueba, en el puesto 12, se puede considerar un aceptable resultado, vistas las circunstancias.

Y entre estas seguro que estaba el hecho de que Martorell quería ahorrar fuerzas para dejarse ver en la eliminación, donde volvió a demostrar sus cualidades para acabar séptimo. Una prueba en la que muchos corredores iban cayendo más por falta de fuerzas que por otros motivos. Por ejemplo, lo que le pasó al ruso Sergei Rostotsev, que una vez conseguida su presencia entre los tres mejores, se dejó ir al saberse ya sin fuerzas para aspirar a más. Iuri Leitao se mostró más ambicioso, pero se encontró con un Elia Viviani que en la primera parte de la prueba hizo gala de su experiencia para no complicarse la vida, y al final imponer su sprint ante el portugués.

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